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Diez sitios clave para comer torrijas en Sevilla durante la Cuaresma

Este dulce se convierte en imprescindible en estos días de Cuaresma

Son numerosos los restaurantes que preparan con esmero este típico plato

Las otras propuestas artísticas que no salieron adelante en las cofradías de Sevilla

Una bandeja de torrijas de la confitería Los Ángeles

En 1913, el escritor francés Marcel Proust publica el primer volumen de En busca del tiempo perdido, bajo el título Por el camino de Swann. Dicho libro comienza con el recuerdo que le provoca al autor el sabor de una magdalena mojada en té, y a partir de ahí toda la trama de esta primera parte de la serie se desarrollará en base a la memoria y al tiempo pasado.

Desde entonces, se conoce la magdalena de Proust como un fenómeno memorístico en el que, a través de un gesto, una imagen o un objeto recordamos una circunstancia que creíamos olvidada. También el olor desempeña un papel fundamental en este "efecto", y en nuestra ciudad, la Semana Santa contiene infinidad de aromas distintos que nos teletransportan a lugares remotos y difusos. Entre esos olores o sabores, al igual que la magdalena, aparece la torrija, típico dulce que cobra especial significación y relevancia entre los manjares de la Cuaresma. Compartimos una serie de lugares donde probar unas torrijas de altura para acompañar la espera.

Confitería Los Ángeles

Torrijas de Los Ángeles

En el corazón del Arenal, en la mismísima calle Adriano colindando con el inicio de Arfe, la confitería Los Ángeles nos recibe con unas torrijas de primer nivel. Junto a un café a media tarde, es la opción perfecta para detenerse antes de continuar una ruta cofradiera.

Casa Robles

Las torrijas de Casa Robles

Son más que famosas las torrijas de Casa Robles, que ofrecen este típico manjar con vino o leche, así como con azúcar y con miel. Con su canela en rama propia como compañía, nos esperan en la calle Álvarez Quintero.

La creme de la creme

Torrija de La creme de la creme

Afamado por sus meriendas y sus desayunos, este establecimiento también apuesta por lo tradicional en esta época tan destacada. Además, las elaboran como tostadas francesas acompañadas de helado y almendras, para los más atrevidos y que prefieren alejarse de la ortodoxia.

El cachorro

Torrijas de el cachorro

En la Avenida de Pino Montano -merece la pena escaparse- encontramos una panificadora que lleva más de sesenta años elaborando unas torrijas caseras cuyo secreto es la herencia y el legado. De manera artesanal producen además pestiños, roscos de reyes o sus famosos cachorritos. Para los amantes de este dulce, también pueden pedir las torrijas con chocolate.

El petisú

Torrijas de El petisú

En la calle Luis Montoto, la familia de El Petisú nos ofrecen sus torrijas tal y como marca el rito, con alimentos sin apenas tratar. Torrijas de miel, de vino, de leche... Y, por supuesto, los clásicos pestiños. Una opción perfecta para llevarte una bandeja y disfrutarlas en casa viendo cofradías.

Horno Nueva Florida

Torrijas de la Nueva Florida

En este obrador de la céntrica calle Baños se elaboran torrijas de toda tipología, desde las clásicas hasta las elaboradas con pan de molde. Cuentan con un producto irresistible para los más golosos y fanáticos: la torrija de la abuela, de tamaño más que respetable...

Lalita Café

Torrijas de Lalita Café

En pleno barrio de Nervión, en la calle José Luis de Casso, se preparan unas torrijas originales y con sello propio. Elaboradas con oloroso de Denominación de Origen de Jerez, estos dulces se deshacen en cualquier paladar que se precie. Sus cafés son la guinda de una merienda perfecta.

Perro viejo

La torrija de Perro viejo

Quien la prueba, repite. Una de las mejores torrijas de toda la ciudad. Enmarcada en la clásica receta tradicional, su acompañamiento con tiramisú y dulce de leche combinan un sabor inapreciable. En la calle Arguijo, en pleno centro, ideal para un descanso entre besamanos y besamanos.

La Campana

Torrija de la Campana

Las torrijas de la Campana trascienden el ámbito gastronómico y se constituyen como un manjar inherente a la cuaresma sevillana. No es solo el dulce, es la compañía, su sentido, su escaparate... La magdalena de Proust en nuestra relación de torrijas.

Manu Jara

Torrija de Manu Jara

Este pastelero dio origen al Torrisant, una mezcla entre el cruasán francés y la torrija sevillana. Aún así, para los menos heterodoxos, siempre estarán disponibles las torrijas naturales de vino y miel, así como la torrija premium, elaborada con pan brioche caramelizado, empapado en café con Baileys y un poco de mascarpone. Una delicia.

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