Los Desamparados de Alcosa, con el manto de Padilla de San Benito para la extraordinaria

Imagen

La imagen ya se encuentra en su paso preparada para la procesión

Luce además la corona del Rosario de la Milagrosa o una saya torera de San Esteban

"No quiero ser hermano mayor, no insistid más"

La Virgen de los Desamparados bajo el palio de Los Javieres / Luis Selvático

Una estampa irrepetible y un conjunto de excepción. La Virgen de los Desamparados de Alcosa ya se encuentra preparada para la procesión extraordinaria del próximo sábado con motivo del cincuentenario fundacional de la parroquia. Y la dolorosa se nos presenta con infinidad de detalles a tener en cuenta. Al hecho en sí de procesionar por primera vez bajo palio se le añaden una serie de particularidades y enseres procedentes de numerosas hermandades.

Lo que más destaca a simple vista es el manto. La imagen porta el manto que ejecutó Leopoldo Padilla (1959-1962) para la Virgen de la Encarnación de San Benito, pasado a terciopelo azul añil en 2019 en los talleres de Mariano Martín Santoja. Además, la Virgen porta la corona de la Virgen del Rosario de la Milagrosa, diseñada por Alejandro Pérez y ejecutada por Orfebrería Villarreal (2008), de estilo churrigueresco con incrustaciones de perlas y amatistas en metal dorado. La peana, por su parte, es de la Virgen de los Dolores de Torreblanca, realizada en metal plateado, de estilo barroco, en forma de bombo y con ochavadas en las esquinas (Orfebrería Andaluza, 2017).

En cuanto a las demás piezas, los respiraderos (Emilio Méndez 2003-2005), y los faldones son de la propia hermandad de los Desamparados (Manuel Solano). En la entrecalle figura una miniatura de la Virgen de los Desamparados realizada por Juan Fernández en 1982; la candelería es del Divino Perdón (Paula Orfebres, 2018), el llamador es de la Hermandad de la Exaltación (Orfebrería Villarreal, 1972); los ángeles ceriferarios de los Dolores del Cerro (Villarreal, 1992) y candelabros de Padre Pío (Orfebrería Santos, 2007).

Por último, la Virgen, vestida por José Carlos Hernández, porta un tocado de tul bordado en oro y lentejuelas (S. XIX), sobre seda natural cruda, puños y pañuelo de aplicación de Bruselas de finales del XIX y la saya de la hermandad de San Esteban, una pieza torera bordada en oro sobre tisú blanco y donada por Manuel Benítez "El Cordobés" (1971).

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último