El crucificado de Colombia que se inspira en el Cachorro de Triana

Desde finales del mes de agosto, Francisco Javier Gutiérrez Juan, director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, se encuentra de ruta por Iberoamérica dirigiendo diferentes orquestas y formaciones y, además, impartiendo talleres de dirección de orquesta. Esencialmente, su trabajo se desarrolla en Colombia: el día 28 dirigió a la Orquesta Sinfónica de Caldas en Manizales, donde se interpretó La Romería de Zamarrilla, y dos días después impartió una masterclass de dirección en la Universidad del Atlántico con sede en Barranquilla. Además, fue encargado de dirigir el concierto fundacional de la Unión de Orquestas Sinfónicas del Caribe.

Durante este periplo por el país cafetero desembarcó en Popayán, una ciudad sorprendentemente vinculada a Sevilla. Mientras impartía clases en la Universidad del Cauca, con sede en esta localidad, avisaron a Gutiérrez Juan de la existencia de un crucificado que al ojo sevillano resultará ligeramente familiar. Se trata del Cristo de la Expiración, que procesiona cada Jueves Santo payanés y que es denominado como el Cachorro de Popayán, puesto que su autor se inspiró para realizarlo en la soberbia talla de la calle Castilla. La imagen colombiana fue realizada en el año 1960 por José Asensio Lamiel, escultor aragonés, quien la esculpió en los sótanos de la embajada de España en Colombia. El Cachorro de Popayán fue encargado por el embajador Guillermo León Valencia, oriundo de esta ciudad y que terminó siendo presidente del país desde 1962 hasta 1966.

En estas últimas horas, Gutiérrez Juan ha estado por Panamá y mañana visitará Brasil antes de regresar a España el día 17 de septiembre. Una muestra más de la universalidad de nuestra fiesta y el profundo calado devocional que despierta en una tierra hermana como es Iberoamérica.