El Cristo Yacente conservará la policromía de Domínguez Bécquer
Patrimonio
Así lo ha decidido la junta de gobierno tras consultar con los expertos de la comisión
Se trata de una capa de doscientos años que mantiene un gran estado de conservación
Las otras obras del cartelista de las Glorias de Sevilla
Una decisión que procura mantener la impronta conocida de una soberbia imagen durante los últimos dos siglos. La hermandad del Santo Entierro ha acordado mantener la actual policromía de su imagen cristífera titular, el Santísimo Cristo Yacente, datada en el siglo XIX y debida a la firma de José María Domínguez Bécquer, padre del poeta Gustavo Adolfo. Así se ha decidido acogiéndose "al criterio de la comisión que sigue los trabajos de restauración de la talla, concretamente el de los técnicos que componen la misma y el de los propios restauradores".
Todo ello en base a la calidad existente de dicha policromía. La junta de gobierno y el seno de la propia corporación han debatido en estas últimas semanas acerca de la posibilidad de o bien recuperar la policromía original del XVII o conservar la decimonónica de Domínguez, prosperando esta última opción. Se conocían ciertos datos acerca de la policromía primitiva tras la realización de diversas catas a cargo de Almudena Fernández y José Joaquín Fijo, pero se continuará conservando la que hoy día muestra.
Esta decisión se adopta en el marco de la restauración que se le está practicando a la imagen de Juan de Mesa, proceso que ha servido, como ya se anunció, para acreditar al imaginero cordobés como al autor de esta extraordinaria talla, y fecharla incluso en el tiempo: 1619. Así se dio a conocer en una rueda de prensa a finales del mes pasado, convocatoria en la que se indicó que podría ser una de sus primeras obras para la capital andaluza.
El Santísimo Cristo Yacente fue retirado del culto a primeros del mes de julio para proceder a su restauración, un proyecto aprobado por los hermanos en cabildo extraordinario en el mes de febrero. Los citados Fijo y Fernández están siendo los responsables de estas tareas, que presumiblemente se extenderán por un periodo aún por determinar, pero serán algunos meses. Dicha intervención se está concentrando, esencialmente, en limpiezas superficiales y reparación de algunas zonas o daños leves provocados por los diferentes traslados o desplazamientos del Señor a la urna y viceversa. Desde el punto de vista estructural, la imagen está perfecta. Todo ello debe estar a punto para el próximo 10 de marzo, jornada en la que el Cristo Yacente presidirá el Vía Crucis de las Hermandades de Sevilla en la Catedral.
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