El Cristo de San Agustín ya luce su nueva cabellera

La pieza ha sido donada por un grupo de hermanos y todo tipo de devotos

Confeccionada por Artesanía Rodríguez, la estrena con motivo de la función del día 2 de julio

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La nueva peluca del crucificado de San Agustín
La nueva peluca del crucificado de San Agustín / Grupo de Fieles

Estética renovada pero sin perder un ápice de su impronta. El Santo Crucifijo de San Agustín ya luce la nueva cabellera, que ha sido donada y sufragada por hermanos, fieles y pueblo en general. Se materializa así una iniciativa que surgió durante la pasada Cuaresma, cuando el siempre activo grupo de devotos compartió en redes sociales la idea de confeccionar una nueva peluca para el crucificado debido al mal estado de conservación de la anterior, muy afectada por agentes externos como la polución, el hollín, la suciedad o el humo del incienso. Databa de 1990.

Se habilitaron, para tal fin, diferentes canales tanto físicos como telemáticos para que todo aquel que lo deseara pudiera ofrecer su limosna. La nueva cabellera, de tonalidades más oscuras pero acorde al propósito de recuperar el sello visual primigenio, ha sido realizada en el taller de Artesanía Rodríguez, en la calle Puñonrostro. Como curiosidad, durante el proceso de confección, una devota anónima donó parte de su cabello para completarla, rematando así el material natural reunido hasta el momento.

El resultado de todo este proceso ya puede observarse en el altar mayor de la parroquia de San Roque, espacio que ya preside el Santo Cristo con motivo de la función votiva a realizar el día 2 de julio, tal y como establece la tradición. Se trata de una eucaristía en que el Ayuntamiento renueva su voto al crucificado en agradecimiento por su intercesión en la epidemia de peste de 1649, jornada en la que, según recogen las crónicas, comenzó a remitir la transmisión de la enfermedad en la población hispalense. Precisamente este mismo miércoles el Salón Colón del Ayuntamiento acoge el acto de presentación del programa de cultos extraordinario con motivo del 375 aniversario del citado milagro, un hecho que ha despertado cierta expectación entre los cofrades y que tendrá como objetivo la revitalación y el fomento de la devoción de esta histórica advocación.

El Cristo de San Agustín tiene como uno de los elementos característicos de su iconografía el cabello natural. Este postizo comienza a utilizarse en esta sagrada imagen en el siglo XVII para acentuar su realismo. En Sevilla era muy común ver a Cristos con cabello natural hasta el siglo XIX, como por ejemplo el Santísimo Cristo de Burgos. Sin embargo, las modas desecharán este elemento. El actual crucificado es obra de Agustín Sánchez Cid, de 1944, y vino a sustituir al anterior, que fue destrozado en los sucesos de 1936, y que databa de la primera mitad del siglo XIV. Existen datos de la devoción a este crucificado desde, al menos, 1314.

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