El Cristo de los Milagros de Perú recibirá culto en la parroquia de Santa Cruz

Una nueva etapa se abre para un grupo de devotos que une devocionalmente Sevilla con Iberoamérica. La Asociación de Devoto del Cristo de los Milagros cambia de sede. La entidad, que rinde culto a una imagen réplica del patrón de Perú, ya desarrolla su actividad en el que es su nuevo emplazamiento cultual: la parroquia de Santa Cruz. Este icono religioso ha sido ubicado en el interior de este céntrico templo, en una oquedad lateral.

De este modo, la asociación abandona la que ha sido su sede durante más de diez años, la iglesia del Sagrado Corazón de la calle Jesús del Gran Poder, que el pasado mes de noviembre fue noticia por el inicio de los trámites para que la hermandad de Los Javieres pueda trasladarse a este enclave, en posesión actualmente de la Compañía de Jesús. Curiosamente, en este templo se fundó allá por 1945 la cofradía del Martes Santo, si bien se trasladó a Omnium Sanctorum -que reabrirá próximamente- en 1977. Regresando a la asociación peruana, este próximo viernes, día 20 de noviembre, se impartirá una conferencia explicativa sobre esta venerada imagen. Bajo el título Historia, fe y tradición del Señor de los Milagros, comenzará a las 18:00 de la tarde y la disertación correrá a cargo de Christian Merello. Posteriormente, se celebrarán otros eventos de carácter navideño.

El Cristo de los Milagros procesiona por las calles de la ciudad a finales del mes de octubre, en un cortejo cargado de riqueza cultural, espiritual y social. Vestidos con el hábito morado, a comunidad peruana acompaña a la imagen rezando y cantando tal y como se manifiesta en su país. La asociación en sí nació en el año 2015, si bien el culto viene desarrollándose desde el año 2010. El Señor de los MIlagros original, datado en el siglo XVII, hunde sus raíces en la ciudad de Lima, y a día de hoy su devoción se extiende por centenares de ciudades en todo el globo. El Cristo en sí es una imagen pintada en el retablo mayor del Santuario de las Nazarenas, y fue realizado por un angoleño perteneciente a una comunidad de esclavos africanos que levantó un santuario en el Perú colonial. En España se celebran procesiones al crucifijo en otras ciudades como Valencia, Madrid o Barcelona.