El control de la masa

seguridad ciudadana

La UIP se encarga de facilitar el paso de las cofradías entre la bulla

Patrulla antiterrorista en la calle La Rábida.
Patrulla antiterrorista en la calle La Rábida. / Antonio Pizarro
Fernando Pérez Ávila

28 de marzo 2018 - 02:39

La Unidad de Intervención Policial (UIP) es la encargada del control de la masa, de mantener el orden público y de garantizar la fluidez en el discurrir de las cofradías. El IV grupo de esta unidad de la Policía Nacional está desplegado durante toda la Semana Santa en el centro de Sevilla. Lo hace en distintos retenes ubicados en el Archivo de Indias, la Encarnación, la plaza del Duque y la calle Alemanes. Desde estos puntos se envían a los policías a las zonas en las que se precisa su intervención. Este Martes Santo uno de esos puntos calientes es el Postigo. Por ahí pasa por primera vez en su historia la cofradía del Cerro del Águila. Desde bastante tiempo antes se arremolina mucha gente en las inmediaciones del arco. La Policía ha vallado la zona para impedir que nadie se asiente en el arco y en un perímetro de seguridad. Se permite así que la cofradía discurra con comodidad y una fluidez que agradecen los miembros del cortejo.

Los policías, con las pulseras identificativas que se entregan a los niños.
Los policías, con las pulseras identificativas que se entregan a los niños. / Antonio Pizarro

Los policías desalojan a las personas que intentan colarse. Hay quien directamente aparta la valla y entra. Hay quien sale de un bar y se queda en mitad de una calle aforada, y hay quien llega andando por entre las filas de nazarenos. La UIP se encarga de desalojar a todos los intrusos. Los cangrejeros son los que dan más guerra. La muchedumbre anda marcha atrás delante del paso y le impide avanzar. Llega el Cristo del Desamparo y Abandono. La delantera está expedita. La han limpiado al entrar en la zona vallada. Los policías dudan al ver a unas cuarenta personas que acompañan al crucificado detrás del paso. Preguntan a la cofradía. "Por mí no hay inconveniente en que pasen, pero si la hermandad no lo autoriza los tendremos que desalojar", apunta uno de los agentes. Los devotos se quedan. Otro policía abre un pasillo de evacuación. "Se hace porque una persona puede sufrir algún problema de salud y hay que evacuarla rápidamente. O simplemente porque necesita salir rápido de la bulla por un problema personal".

Las patrullas antiterroristas constan de tres agentes y llevan escudo y arma larga

El responsable del dispositivo en el Archivo de Indias es el subinspector Merino. Explica que todo está marchando bien pese a la particularidad de una jornada con todos los itinerarios modificados. "Hemos tenido que estar en la Plaza Virgen de los Reyes porque se nos estaba acumulando mucha gente ahí", indica. También ha habido más lipotimias porque ha hecho más calor que en las jornadas anteriores. Otro responsable del dispositivo comprueba con su teléfono móvil el estado de las calles del centro. Tiene una aplicación que le permite ver en tiempo real las imágenes captadas por las cámaras inteligentes colocadas por el Cecop. Esta información les permite intervenir rápidamente.

Un diputado del Cerro y un policía.
Un diputado del Cerro y un policía. / Antonio Pizarro

Los policías coinciden en que hay más gente que el Domingo de Ramos. Para la Madrugada habrá refuerzos. El dispositivo se completa con unas Patrullas Antiterroristas de Reacción (PAR). Se componen de tres agentes, uno con arma larga, otro con un escudo balístico y otro con un equipo de transmisiones. Se colocan en las grandes avenidas con un furgón atravesado para impedir el paso de un vehículo que quiera cruzar hacia dónde va la cofradía. Si la avenida es demasiado ancha se colocan también vehículos de Lipasam. Y hasta un autobús, si hiciera falta.

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