El concurso de altares del Corpus de Sevilla: El Cristo de Burgos hace doblete
Corpus 2023
La cofradía de San Pedro se lleva dos premios: al mejor balcón y escaparate
Las calles del centro han estado llenas de público, como si la procesión del Corpus no se hubiera suspendido
Sevilla se queda sin procesión del Corpus por lluvia por primera vez en la historia
Son las 21:30 de un bochornoso miércoles de junio. En una sala de techos altos del Ayuntamiento se deciden los ganadores del concurso de altares, balcones y escaparates del Corpus Christi, cuya procesión ha sido suspendida por el Cabildo Catedral dos horas antes por el riesgo de lluvia. Se procede a la votación por parte de los siete miembros del jurado del certamen. Una especie de alianza de civilizaciones donde hay todo tipo de perfiles profesionales y sociales (definición acorde con el lenguaje políticamente correcto). En cada categoría se califica a tres participantes del concurso con 3, 2 y 1 punto. Aquello, por un momento, recuerda Eurovisión. “A ver quién hace de Blanca Paloma en esta edición”, refiere uno de los integrantes de colmillo retorcido en alusión al puesto en el que quedó la representante española en el conocido (y friki) concurso musical.
Se produce un empate en una de las categorías. Hay que volver a votar. El resultado llega antes de las 22:00. En altares, el primer premio es para San Bernardo, con su fastuoso montaje en la antigua Audiencia Provincial (ahora sede de la Fundación Cajasol), presidido por la custodia que sale en el Corpus que la hermandad celebra cada 14 de septiembre. El segundo recae en la Hermandad de Valme, en la Avenida y con el altar de los Montpensier que se conserva en la capilla del Cortijo de Cuarto; y el tercero para el de la Hermandad de San Juan, de Pedrera, en el Arquillo del Ayuntamiento.
En balcones, el primero es para el del Cristo de Burgos, colocado en una fachada de la calle Cuna, donde cuelga una interesante colección de colchas bordadas en sedas. El segundo es para el del Rosario de San Julián en Cordonería Alba y el tercero, para María Tapia, también en Cuna.
En escaparates, el Cristo de Burgos hace doblete con el primer premio. Destaca la originalidad de la cofradía del Miércoles Santo al recrear la revelación de la Eucaristía a Santa Margarita María de Alacoque (les prometo que es la primera vez que escucho tal nombre). El segundo es para el del Valle en la confitería La Despensa de Palacio (cuesta del Rosario) y con el escudo de los nuevos obispos auxiliares pintados en los cirios. El tercero, para el de San Isidoro, en Francos.
El del Pilar, el más creativo
Mención especial requiere el escaparate del Pilar de San Pedro en la calle Francos, donde se simboliza una fuente que vierte el vino eucarístico. Está formado por varios elementos de orfebrería (como las piezas de un cirial) y un lebrillo. Se lleva el premio a la creatividad. Si pueden, acérquense y no pierdan detalle.
El jurado otorga los puntos tras un recorrido de más de dos horas por unas calles atestadas de público, en las que se acaba de conocer la suspensión de la procesión eucarística de este jueves. Nada hace pensarlo, pues la bulla es idéntica a la de otros años. Hay zonas en las que resulta complicado transitar. La refriega de cuerpos aparece con frecuencia.
Los miembros acuerdan antes de ponerse a contemplar altares un código secreto que responde a las siglas FS. Su creador es el periodista Antonio Cattoni, incombustible siempre en su ingenio. Por cláusula de confidencialidad, no puedo revelar su significado, pero sí decirles que durante el recorrido se activó varias veces. Piensen mal y acertarán.
Los detalles
Se agradece que en algunos altares se den explicaciones de lo que hay expuesto. En el escaparate que ha montado la Pastora de Santa Marina en Juncia y Romero (calle Francos) este cometido lo desempeñan dos paneles colocados en caballetes. En el de los Gitanos, montado por el Grupo Joven en Chapineros, su asesor artístico, Francisco Conde, apunta que los arcángeles que lo conforman pertenecían al antiguo paso del Señor de la Salud, el conocido como el de las cortinillas. Son obra de Fernández Andes.
Los integrantes del jurado no pasan desapercibidos. La carpeta de apuntes los delata. Hay un detalle que advierte uno de los integrantes. Demasiadas custodias de asiento vacías en altares y escaparates, un elemento que, a juzgar por los especialistas, carece de sentido si no se le otorga uso litúrgico. En el altar de San Bernardo, con acierto, la han puesto de perfil. Detalles de la víspera de una tarde que goza, al menos, de su peculiar jubileo de la pestaña. Sirva la víspera como consuelo.
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