Las claves de la cuaresma 2023 en Sevilla

La cuaresma que arranca este miércoles viene precedida de varios meses marcados por la polémica generada a raíz de los cambios de horarios y orden en varias jornadas de la Semana Santa, la reducción de sillas en la calle Sierpes y la organización del Santo Entierro Grande, el segundo de este siglo en Sevilla. Temas que seguirán aportando titulares a la actualidad cofradiera las próximas semanas.

Se abre, de este modo, un tiempo de vísperas en el que no deben pasarse por alto otros condicionantes que afectan al mundo de las cofradías. Uno de ellos es la subida de los precios que, como el año pasado, también afectará a las compras que hermandades y cofrades realizan llegadas estas fechas. Ya en 2022 -cuando hubo Semana Santa tras dos ediciones suspendida por la pandemia del Covid- se notó el encarecimiento en las flores y la cera. Y, por supuesto, la cercanía de las elecciones municipales, por lo que la presencia de los candidatos a la Alcaldía en los actos y cultos será más frecuente de lo habitual.

Arranca esta cuaresma con una reflexión del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, en la que además de recordar las tres prácticas habituales de este periodo litúrgico (oración, ayuno y limosna), alude a otros temas de actualidad en España, como el reciente respaldo del Tribunal Constitucional a la ley del aborto.

Este año, además, se incorpora una hermandad más a la nómina de cofradías: habrá nazarenos en el Polígono Sur el Viernes de Dolores con Bendición y Esperanza.

Tres jornadas críticas

En el plano más local, la Semana Santa para la que quedan 40 días la protagonizan los cambios de orden y horarios establecidos por el Consejo de Cofradías ante los problemas de organización que presentaban algunas jornadas. Mucho se ha escrito -y hablado- de los criterios fijados para mejorar los días. Lo cierto es que toda modificación supone el sacrificio de algunas cofradías para un bien general que no ha convencido a las "perjudicadas" por dichas alteraciones. Tres son las jornadas en las que existe cierto descontento.

En el Domingo de Ramos, por ejemplo, la hermandad que se ha mostrado más molesta con la reorganización es la Hiniesta, que tendrá que adelantar su salida (poco después de las 13:00) al pasar de ser la quinta a la tercera en la nómina de esta jornada. Dicha corporación celebra este miércoles cabildo de salida donde aprobará el recorrido de la cofradía.

El Miércoles Santo tampoco se libra de críticas por parte del Buen Fin y el Cristo de Burgos, que se sienten perjudicadas por los cambios de orden. La cofradía de San Antonio Padua pasará por carrera oficial antes que la Sed y San Bernardo. Regresará por el Arenal. El Cristo de Burgos cerrará la jornada y ya llegó a un acuerdo con el Carmen para que a su regreso pase por la Encarnación y no por San Pedro.

Pero, sin duda, donde más se ha evidenciado el malestar ha sido en la Madrugada, donde se ha llegado a hablar de crisis tras el escrito del hermano mayor del Gran Poder, Ignacio Soro, que a principios de febrero manifestaba el malestar de la corporación al obligarles a ampliar el recorrido de vuelta por el Arenal. La hermandad suspendió la última convivencia de la jornada. La otra damnificada por los cambios será la Esperanza de Triana, que dará un rodeo por la calle Zaragoza y la Plaza Nueva para entrar en carrera oficial, con lo que se evitará el tapón en el cruce con el Gran Poder en Reyes Católicos y dejará espacio para la salida del Calvario. El Consejo ya aclaró que para este año se mantendrán los cambios previstos y, pasada la Semana Santa, se valorarán los resultados. Desde la curia eclesiástica se ha llamado a "la buena voluntad de todos" para solucionar esta situación.

Menos sillas en Sierpes

No se le puede negar al equipo de Francisco Vélez la voluntad de solucionar problemas que arrastraba la Semana Santa y que llevaban años enquistados. A la reforma de las jornadas se suma la necesidad de reforzar la seguridad, motivo por el cual se han eliminado 1.149 sillas en la calle Sierpes, convertida en un auténtico avispero. Para estos abonados se han dispuesto más de 1.200 asientos en otras zonas de la carrera oficial, con sorteo incluido. Tampoco debe dejarse atrás el incremento del 8% en el precio de los abonos, justificado por la institución de San Gregorio ante la inflación de los precios. Y todo ello, después de haber ganado al Gobierno la batalla judicial por el IVA de la carrera oficial. El ministerio que dirige María Jesús Montero, en año electoral, ya ha anunciado que no volverá a reclamarlo.

La cuaresma de 2023 será la que preceda al Santo Entierro Grande, que tendrá lugar el 8 de abril por el 775 aniversario de la vuelta del culto cristiano a Sevilla. Serán 15 pasos -además de los tres de la cofradía anfitriona- los que participen en este cortejo magno, que quedará reservado a los abonados de la carrera oficial, tras el intento que cayó en saco roto de que se iniciara en la Alameda. No han faltado críticas por la decisión de algunas hermandades en cuanto a las condiciones para los costaleros en esta jornada, que deparará estampas únicas, como el Cachorro con banda de música, el palio de la Amargura formando parte del cortejo o algunos cambios que se esperan en la presentación habitual de los pasos.

En el aspecto patrimonial, después de la restauración del manto de la Virgen del Socorro, otra gran presentación que se espera es la del palio de la Virgen del Valle, después de haber estado casi dos años en el IAPH. Una exposición en la Fundación Cajasol mostrará el resultado. En cuanto a los cultos, uno de los más importantes se celebraá este domingo 26 de febrero, con el vía crucis del Cachorro por las calles de Triana. El lunes será el del Consejo, presidido por el crucificado de las Almas, de los Javieres.