El Cerro reubica temporalmente al Nazareno de la Humildad por labores de pintura en el templo

Los vecinos del barrio del Cerro contemplan en estos días una estampa diferente. La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad ha sido trasladada a la capilla sacramental de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, espacio en el que recibe culto el crucificado del Desamparo y Abandono. De este modo, los dos titulares cristíferos comparten un mismo espacio, ofreciendo esta singular instantánea, que acompaña también la imagen de San Juan Evangelista.

El motivo es el inicio de las labores de pintura que se van a acometer en el interior del templo, "y como van a iniciarlos por la nave del Sagrario donde está el retablo del Señor de la Humildad y el de San Juan Evangelista anoche los trasladamos hasta la capilla sacramental como estaba previsto desde que se planificaron las labores", señala su hermano mayor, Manuel Zamora, a este periódico. "La idea es que estén allí hasta que la zona de sus retablos esté pintada definitivamente y sus retablos descubiertos, esperamos que a finales de esta semana", señala.

Posteriormente se acometerá el pintado de la capilla sacramental, por lo que de manera probable habrá que trasladar al Cristo del Desamparo y Abandono al retablo lateral, al de San Juan Evangelista, donde ha estado también en ocasiones anteriores. "Estaremos al tanto del avance de la faena de los pintores, pero no se espera que tarden más de dos semanas en terminar el interior", apostilla Zamora. 

La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad representa al Señor cargando con la Cruz al hombro, seguidora del extendido modelo iconográfico con el que, a lo largo de los siglos, se ha representado al Nazareno. Fue realizada en los años 2003-2004 por Juan Manuel Miñarro López, profesor de Escultura de la Universidad de Sevilla. De talla completa, ha sido realizada en madera de cedro. Aunque sigue las líneas estéticas e iconográficas del barroco, la talla presenta asimismo significativas novedades estilísticas. Según el autor, fue fuente de inspiración para su ejecución el tratamiento que de este modelo iconográfico desarrolla el pintor italiano Sebastiano Luciani el Piombo (1485-1537), concretamente su obra "Cristo con la Cruz", fechada en 1535 (Museo del Prado).