El cartel del 425 aniversario del Dulce Nombre de Marchena y un guiño a La Quinta Angustia

Una obra cargada de simbología para una efeméride de envergadura. La hermandad del Dulce Nombre de Marchena ha presentado en estas últimas horas el cartel del 425 aniversario de la fundación, realizado por Manuel Jiménez García. El carmonense ha sido el encargado de retratar esta conmemoración, cuya celebración se extenderá a lo largo de estos próximos meses.

La obra, que tiene como eje principal la imagen del Dulce Nombre, cuenta con inspiración hispalense. El artista ha querido basarse, en el apartado iconográfico, en el Dulce Nombre de la Quinta Angustia, una de las advocaciones históricas de la corporación del Jueves Santo. Tanto es así que resultaba ser el primer paso de la cofradía (tras la fusión) y formaba parte del cortejo hasta 1927. Desde hace unas décadas forma parte del Corpus parroquial, cuya procesión se celebrará precisamente este mismo domingo.

El cartel

El Niño Jesús representa el misterio de la humanización de cristo a través de la primera sangre derramada, mediante el acto de la circuncisión. Una imagen puramente barroca que fructificó en el siglo XVI. Sabiendo el origen y el porqué," decidí retrotraerme a la esencia de las obras de la época, los conocidos como jeroglíficos barrocos, donde la suma de todos los elementos creara una imagen renovada de la alegoría que representa el Dulce Nombre", explica el autor. La imagen resultante tiene como protagonista a la figura del Niño, que triunfa sobre la muerte y el pecado, representación que alude a la infancia de cristo y que sirve como símbolo de víctima inocente.

Éste se sitúa sobre una línea curva y horizontal, ubicada a sus pies que simula un monte, el monte Calvario con la calavera de Adán a los pies donde pues allí se encontraban sus restos y allí moriría el Salvador. Que redimiría con su sangre el pecado original cometido por Adán y Eva en el árbol del bien y el mal, motivo vegetal que aparece al fondo dándole cobijo a la imagen principal. Bajo el pie derecho la serpiente que rehúye la lucha, pues está vencida por Jesús. Aparecen también dos ovejas símbolo del rebaño que el acoge, cuida y por el que vino a ser sacrificado. Encuadrando la composición un texto perteneciente a Isaías 53 versículo 6 “Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él el pecado de todos nosotros”, entre las palabras se incluyen las armas Cristi, que a modo profético Jesús bendice, aceptando su pasión, pues conoce y sabe cuál es el destino por el que viene al mundo, pues así estaba predestinado.

Estos elementos pasionistas son un recurso muy cercano al patrimonio de la hermandad, "pues la imagen tiene en su ajuar una túnica con pequeños engarces con tales atributos, que también aparece en el sagrario que hay a los pies de su camarín, en la piña sobre la que procesiona cada Jueves Santo o en su cruz de plata", señala.

Como colores destacados "el verde, que representa la serenidad y la esperanza, acrecentando el mensaje intrínseco de la imagen; el naranja, que encarna la alabanza y la adoración y el rojo, como tono predominante, que es el color de la sangre redentora de cristo y el de la corporación", finaliza.