La Carretería dona un sudario al Baratillo por la coronación de la Piedad

Una muestra más de la extraordinaria e incuestionable vinculación que comparten dos cofradías hermanas. La hermandad de la Carretería ha donado un sudario a la hermandad del Baratillo con motivo de la inminente coronación canónica de Nuestra Señora de la Piedad. El hermano mayor carretero, Miguel Ángel Moreno, hizo entrega de dicho obsequio a su homólogo baratillero, Luis Fernando Rodríguez, en la noche de este miércoles al término de la misa de hermandad, celebrada ante el paso de misterio ya casi preparado.

Se trata de un típico sudario (pieza que recuerda el Descendimiento de Cristo de la cruz) confeccionado en hilo egipcio por la maestra artesana María Ramos González-Serna, con encajes de finales del siglo XIX en tul con aplicación de Bruselas y punto de aguja. Además, presenta una característica particular, puesto que en sus extremos aparece una reproducción de los escudos de ambas corporaciones en seda blanca, realizados por la bordadora Remedios Baena.

La Carretería y el Baratillo comparten, desde el año 2000, carta de hermanamiento debido no solo a su proximidad geográfica y a su secular estancia en el barrio del Arenal, sino al notable número de hermanos que forman parte de ambas nóminas. Por tal motivo, el próximo 14 de septiembre, durante su procesión triunfal, la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia visitarán la recoleta capilla de la antigua calle Varflora, la sede canónica de la cofradía del Viernes Santo, para posteriormente visitar a la otra corporación hermanada: la Esperanza de Triana.

Últimos detalles, por tanto, antes de que la capilla de la calle Adriano abra sus puertas el próximo sábado 7 de septiembre. A las ocho de la tarde dará comienzo el traslado de ida de la Piedad, que alcanzará la Cateral en torno a las diez y media de la noche tras discurrir por el Postigo, Tomás de Ibarra y el entorno del Archivo de Indias y la Plaza del Triunfo. El acompañamiento musical correrá a cargo de la banda del Sol y, como novedad, la dolorosa de Fernández-Andes se nos presenta con el recordado tocado en blondas, un trabajo realizado por el vestidor José Antonio Grande de León.