El Carmen del Buen Suceso: una vestimenta carmelita recuperada
La imagen luce para su besamanos una singular estampa de añejo sabor
Vuelve a ofrecer una impronta propia del atavío de esta orden
Procesiones y cultos del día del Carmen en Sevilla 2024
Imprescindible acercarse este 16 de julio a la recoleta -y muy desconocida- iglesia del Buen Suceso, que vive su jornada más esperada y destacada. La Virgen del Carmen se encuentra en besamanos con motivo de su festividad, culto organizado por la comunidad de carmelitas calzados, y su estética ha sorprendido por varios detalles que en absoluto pasan desaprecibidos.
La imagen de Rafael Barbero ha sido vestida, por segunda vez, por el siempre aplaudido Leandro González, quien desempeña la función de vestidor en otras tallas como la Encarnación de San Benito o la Estrella. De primeras suscita reseñable atención el detalle de las piezas que se asoman sobre la frente de la Virgen, y que albergan una historia entrañable. "Las joyas, efectivamente, están engarzadas en esa corona, que es la primera vez que se la pongo. Aunque es muy pesada la cogí, y entonces pregunté a la priora sobre esas joyas. Resulta que la antigua vestidora de la Virgen, que mantuvo su labor hasta pasados los noventa años de edad, decidió engarzar las piezas más preciadas del ajuar en esta corona. En concreto son barbadas, que son esas pulseras de las monedas entre los imperiales, tiene medallitas, los rayos en el aro del canasto... Está repleta", apunta Leandro a este periódico.
Además, queda suspendida en el centro de la frente su característica estrella, en alusión a su condición de faro y guía para las gentes del mar. "También tiene lagrimitas, una especie de pendientes, que aparecen cayéndole bajo la corona. Sí es cierto que como ha lucido anteriormente en otros cambios el rizo de encaje, este último detalle se ha apreciado menos, pero el afán de la comunidad es recuperar la estética más carmelita, es decir, el uso de la capa en los hombros -no tipo dolorosa-, pero sin desvirtuar el icono general que consta de vestido, escapulario en el pecho, y la capa. Lleva una toca, porque las vírgenes con niño tienen que estar tocadas, y poco más. Había cierto recelo porque siempre lleva una toca con un encaje dorado, de conchas, y les comenté que si se le colocaba esa toca parecía que el manto nacía desde los cabellos, la cabeza. Por eso luce una toca de encaje de bruselas y un terno de extraordinaria calidad. Está vestida totalmente carmelita y disfruté muchísimo", sentencia González.
La Virgen, que vino a sustituir a la primitiva de Duque Cornejo que se destruyó en 1931 y que procesionó hasta hace un par de años, permanecerá expuesta en besamanos durante todo el día, hasta la celebración de la eucaristía a última hora de la tarde. Una gran ocasión para respirar puro ambiente carmelita en un espacio que esconde auténticos tesoros.
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