Al calor de la tradición en el Corpus de Sevilla
A primera hora de la mañana se mezclaban por la calle camisetas negras de AC/DC y ternos oscuros en ellos y trajes negros en ellas. Sevilla es dual, diversa. En esa complejidad entre ciudad y pueblo está la ciudad íntima. Las fiestas de la Sevilla de toda la vida son tempraneras. La Virgen de los Reyes y el Corpus son la muestra del alma más profunda de Sevilla y empiezan bien pronto. Parece mentira que un jueves festivo y con calor de verano haya tantas personas en la calle a las 8:00. Como dijo El Gallo: "Hay gente pa to". Pero es más, hay hasta quien anoche estaba en el Estadio de la Cartuja disfrutando de la banda de hard rock y esta mañana iba con el traje de chaqueta en la procesión acompañando a su hermandad. Una especie de Highway to Paradise.
La noche del miércoles fue una especie de avanzadilla. Las calles del centro eran un auténtico hervidero visitando los altares y mirando hacia los balcones. Muchos sevillanos, pero también extranjeros que móvil en mano intentaban hacia las diez y media de la noche captar todos los detalles del altar de la calle Cerrajería. En la Catedral la corporación estaba prácticamente al completo: 22 concejales. Faltaron algunos del PSOE, los dos de la confluencia de izquierda y un concejal de Vox.
La celebración de la Eucaristía comenzó pasada las 8:40. El arzobispo y los dos obispos auxiliares se encaminaban al altar con el cántico "Pueblo de Dios, bendice a tu Señor". Durante su homilía, José Ángel Saiz Meneses recordó que la cada misa "no es realizar una representación, una especie de teatro, sino que es actualizar, hacer presente el sacrificio Redentor de Jesucristo, que nos une a Él"
"La Eucaristía es la mayor expresión de la unidad, de la comunión en la Iglesia", explicó. "No es un elemento más de la vida. El culto a Dios no puede quedar relegado a un momento particular y privado, de mero cumplimiento formal, sino que ha de impregnar todas las dimensiones de la realidad de la persona, todas las circunstancias de la existencia". Este testimonio público de la propia fe "vale para todos los bautizados, pero tiene una importancia particular para quienes, por la posición que ocupan en la sociedad, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como el respeto y la defensa de la vida humana, sobre la paz, sobre la familia, sobre la educación, sobre la promoción del bien común en todas sus formas".
El arzobispo hizo un paralelismo entre la situación que le tocó vivir a san Juan XXIII. "En tiempos de relativismo, de posverdad, de fakes, no podemos negociar con la mentira, no podemos pactar de ningún modo con la falsedad, ni siquiera podemos instalarnos en la ambigüedad o las medias verdades. Padres, pastores, educadores, responsables de la vida pública y de los diferentes ámbitos de la sociedad: Si no luchamos por vivir en la verdad, en la coherencia de vida, ¿qué mensaje estamos enviando a nuestros jóvenes, qué educación estamos ofreciendo a los más pequeños, qué modelo presentamos a la ciudadanía?", se preguntó.
Recordó que el Papa Francisco exhortó "a trabajar decididamente en la inclusión social de los pobres. La Iglesia universal, cada comunidad concreta y cada cristiano en particular, todos estamos llamados a trabajar en la liberación y promoción de los pobres, de manera que se curen sus heridas, queden capacitados para vivir por sus medios, puedan integrarse plenamente en la sociedad, y sean acogidos en la comunidad cristiana" y desarrolló el vínculo entre la Eucaristía y la caridad. "Por eso en la fiesta del Corpus Christi celebramos el Día de la Caridad, la jornada principal de Cáritas, el día en que esta institución eclesial da cuenta de sus proyectos, del uso de sus recursos y de sus propósitos más inmediatos". Saiz Meneses recordó que en este camino "nos guía Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando, modelo de vida cristiana que vivía en la verdad y en hacer el bien".
Pasadas las 9:30 los diez niños seises comenzaron su baile en honor del Santo Sacramento. Pasos rítmicos, elegantes y versallescos que parecen dibujar curiosas figuras geométricas sobre la alfombra. El canto de la coral infantil, el toque de los palillos, la música. Todo en honor de la Eucaristía en una Catedral donde todo está pensado a mayor Gloria de Dios. Como recompensa clásica y tradicional, y por primera vez para José Luis Sanz como alcalde, una moneda de plata del primer edil para los niños seises. Todo envuelve: la música, el edificio, el baile. Muchos, móviles en mano no se resisten a capturar el momento.
A las 10:30 Santa Justa entra por la Puerta de Palos y aún no se ha movido la custodia. El cortejo es cada vez más amplio y la representación municipal, detrás de la Custodia, no abandonó la Catedral hasta las 11:00. Ya en la calle mucho calor y no sólo por la temperatura. A los sevillanos les gusta la procesión del Corpus "porque le ponemos cara a quienes están en el Ayuntamiento". Nada más salir, un niño con una camiseta blanca se acerca a José Luis Sanz y le ofrece la mano. Un apretón y una sonrisa. Al alcalde se le ve cada vez más cómodo en este tipo de actos. Lejos queda el pasado 15 de agosto cuando algunos se preguntaban "qué hacía el alcalde de Tomares en la procesión de la Virgen de los Reyes".
La procesión del Corpus tiene un eminente sentido religioso. Esto es irrefutable, pero también es un claro indicador del quién es quién en Sevilla. Sin duda, los más reconocidos: José Luis Sanz y Antonio Muñoz. Son a los que más se les ha dirigido las miradas, los saludos y las inclinaciones de cabezas.
El calor hace sus estragos conforme va avanzando la procesión. En el Salvador el sol da de pleno en algún que otro balcón cuyos ocupantes aguantan estoicamente el paso del cada vez más largo cortejo. Los residentes de San Juan de Dios forman allí el público más entrañable. Alguno reza musitando, casi en un lenguaje ininteligible ante la Custodia, oraciones que aprendió de niño, hace muchos años, pero que tienen un valor incalculable en la memoria.
La procesión va avanzando por Francos hacia la esquina con Argote de Molina y de allí a Alemanes. Justo al doblar esta calle alguien insulta a la Corporación. Inmediatamente es callado por el público. "No es el lugar para eso". Evidentemente, es así y el hombre calla. A las 12:30 la Custodia llega a la Catedral. Los soldados desfilan ante todas las autoridades situadas a los lados del paso, marcando el fin de una procesión del Corpus con mucho calor tanto meteorológico como de público.
José Luis Sanz, que se estrenaba en la procesión del Corpus como alcalde, ha destacado el "colorido que este día tiene en la ciudad". Además recordó que ha habido más altares que otros años "en una tradición que va cogiendo fuerza y hay muchas personas en la calle". Del mismo modo, afirmó que la procesión transcurrió sin incidencias relevantes. " Ahora hay que quitar la cera cuanto antes porque con estas temperaturas se complica un poco". Como alcalde "ha sido una experiencia muy bonita, con una responsabilidad especial y disfrutando de un gran día".
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