Bendición y Esperanza se convierte en hermandad de penitencia

El día 2 de junio pasará a la historia de Polígono Sur, que ve cumplido un sueño. Bendición y Esperanza ya es hermandad de penitencia y saldrá con nazarenos el próximo Viernes de Dolores. La autoridad eclesiástica ha aprobado las reglas presentadas por la corporación, que desde este mismo momento ya ostenta el título de hermandad, convirtiéndose así en la número 71 de la ciudad de Sevilla.

Tras varios años de trabajo inestimable en su barrio, una de las zonas más deprimidas de todo el país, la corporación alcanza por fin este hito. Marcelino Manzano firmó el pasado día de María Auxiliadora, 24 de mayo, el decreto de confirmación como hermandad, por lo que el año que viene habrá nazarenos procesionando desde la parroquia de Jesús Obrero. El siguiente paso es la celebración de un cabildo general de elecciones para conformar la primera junta de gobierno, y a partir de ahí continuar con el calendario de cultos y de actos en un entorno necesitado de una entidad de este calado. Las Reglas de esta ya hermandad fueron redactadas el año pasado y aprobadas en Cabildo extraordinario de hermanos.

La hermandad

Desde el año 2015 no se aprobaba en Sevilla una hermandad con el carácter penitencial. Fue la Hermandad de la Milagrosa la última en incorporar nazarenos a sus filas. El origen de esta agrupación parroquial está en el año 1992, cuando un grupo de jóvenes sacan por las calles de las 3000 Viviendas de Sevilla una cruz de mayo, haciéndose oficial desde el año 2005 una asociación de fieles que se integra en el seno de la parroquia de Jesús Obrero y que incluso procesiona por las calles de la barriada en la tarde del Viernes de Dolores desde el 2010 con un paso de misterio cuyas imágenes son todas obra del imaginero Juan Antonio Blanco Ramos. Aquel grupo de fieles se convierte en el año 2012 en Agrupación Parroquial, con el nombre completo de Nuestro Padre Jesús de la Bendición en el Santo Encuentro y María Santísima de la Esperanza en su Soledad (Sal y Luz).

La agrupación tiene su sede canónica en la iglesia parroquial de Jesús Obrero de Sevilla, y procesiona cada tarde del Viernes de Dolores. Su razón de ser y estar permanece en su barrio, donde desarrolla infinidad de actividades caritativas y sociales para ofrecer una vida mejor a los habitantes de esta zona de la ciudad, una de las más pobres de toda España. Sin duda, un merecidísimo reconocimiento para apoyar la labor de nuestras hermandades en contextos tan complejos y necesitados de apoyos institucionales.