El Baratillo renueva sin complejos su tradición taurina en la misa de fin de temporada
Varias personalidades del toreo se reunieron en la capilla del Arenal para poner el cierre a la temporada
También se rindió recuerdo a los fallecidos en este año
Una influencia similar a la de Martínez Montañés
Una tradición que cumple casi dos décadas y se consagra como broche de oro del calendario taurino. La capilla de la Piedad, sede de la hermandad del Baratillo, ha acogido en la noche de este martes la Misa de Acción de Gracias como cierre de la temporada taurina en nuestra ciudad, una cita que reunió a diferentes personalidades vinculadas al mundo del toro. En la Eucaristía, además, se rinde sincero homenaje y recuerdo a todos los fallecidos en este último año, especialmente todas aquellas personas con la tauromaquia.
La misa la presidió la Virgen de la Caridad, ubicada en el centro de la capilla y acompañada, a su derecha, con un capote de brega, como Patrona de la Vejez del Toreo. La intención de este acto, más allá de reunir a hermanos en torno al mundo del toro, es reivindicar sin complejos la estrechísima e histórica vinculación de la cofradía con la tauromaquia. En la ceremonia estuvieron presentes nombres como Paco Ojeda, Miguel Báez "El Litri", Dávila Miura, Tomás Campuzano o el Tato, así como Ramón Valencia, empresario de Pagés, que gestiona los festejos de la Plaza de la Maestranza.
Además, estuvieron presentes varios diestros que continúan en activo y que, incluso, visten la túnica de la hermandad del Baratillo cada Miércoles Santo: el camero Oliva Soto o Morante de la Puebla, así como Manuel Jesús el Cid. La intención de la cofradía es que, con motivo de los fastos de la coronación canónica de la Piedad, la tauromaquia esté presente en esta celebración, por lo que ya se está trazando la organización de diferentes mesas redondas.
La vinculación de la hermandad del Baratillo con el mundo taurino se remonta al 1774, cuando el torero Pepe Hillo dona a la primitiva ermita de la Piedad el San José que aún hoy se venera en su interior, puesto que el templo es incluso anterior (1693) al levantamiento de la actual plaza de Toros. Ofició la Eucaristía Plácido Díaz, Delegado Diocesano de Pastoral Gitana, quien ofreció una meditación profunda que caló sinceramente en todos los presentes.
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