Así es el azulejo de la Virgen del Rocío instalado en la parroquia del Cerro

La Blanca Paloma estará, más cerca si cabe, de los vecinos de todo un barrio. La parroquia de Nuestra Señora de los Dolores cuenta, desde este 15 de agosto, con un soberbio e inmenso retablo cerámico de la Virgen del Rocío. Se trata de un proyecto auspiciado por la hermandad del Rocío del Cerro del Águila, y que cuenta con el beneplácito y el apoyo de don Javier Brazo, párroco y director espiritual.

Un nutrido grupo de hermanos y devotos se han dado cita esta tarde en la calle Afán de Ribera, puesto que el azulejo ha sido colocado en la fachada del templo que da a esta céntrica calle que prácticamente vertebra todo el núcleo poblacional. Han acudido diferentes representaciones, entre ellas, José Lugo, delegado de Movilidad, o el propio presidente de la Matriz de Almonte, Santiago Padilla, acompañado por el hermano mayor cerreño Antonio Fernández.

El azulejo ha sido diseñado por el pintor y ceramista Javier Aguilar, de la localidad cordobesa de Puente Genil, y la colocación del mismo -que ha contado con el acompañamiento musical del coro de la hermandad- ha sido posible gracias a la donación anónima de una familia. Han sido varios meses de trabajo (el contrato se suscribió el pasado mes de febrero) que ahora ven la luz. En el retablo aparece, como imagen principal, Nuestra Señora del Rocío, en una orla de estilo barroco y flanqueada, a su derecha, por el entorno de la parada que hace la comitiva en Villamanrique, los Tres Pinos de Pajares, y a su izquierda, la casa hermandad en la Aldea. Además, en la parte inferior, se incluye oración que comienza con el "Bendita sea tu pureza".

Con esta obra "se acrecentará el patrimonio artístico y sobre todo devocional de nuestra Corporación, como ya lo hiciera con el magnífico azulejo realizado en Talavera de la Reina, también donación anónima de un hermano, en el que se muestra a la Virgen del Rocío ataviada a la usanza del siglo XVIII. La obra, con los colores típicos de la cerámica talaverana, que tiene su origen en la tradición alfarera trianera, reproduce un azulejo datado en 1929 existente en Villamanrique de la Condesa inspirado en un grabado dieciochesco de la Señora de las Rocinas. Esta pieza lucirá en la fachada de nuestra nueva casa-hermandad, cuya construcción comenzará, D.m., en los próximos meses", apunta la corporación.