La Virgen de los Reyes en la última procesión de agosto.
La Virgen de los Reyes en la última procesión de agosto. / Juan Carlos Vázquez

Asociación de Fieles de la Virgen de los Reyes. Después de la Banda Sinfónica Municipal, que abre el cortejo, se sitúan los niños carráncanos de la Sacramental del Sagrario. Tras ellos, la cruz patriarcal y dos ciriales. A continuación, los miembros de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando, que preside Antonio Ramos. Son unos 150 los que participan. La asociación cuenta con alrededor de 1.600 miembros y se fundó en los años 40 a instancias del cardenal Pedro Segura.

Los miembros de la Asociación de Fieles.
Los miembros de la Asociación de Fieles. / Juan Carlos Vázquez

Consejo General de Hermandades y Cofradías. A continuación, forma la representación del Consejo General de Hermandades y Cofradías. Al frente estará el vicepresidente, José Roda Peña. Le acompañan en la representación otros cargos generales, delegados de día y consejeros de las diferentes secciones, todos ellos de chaqué. La Virgen de los Reyes es la Patrona de la institución. El Consejo encarga y edita cada año el cartel anunciador de la procesión de la Virgen. Este año es una foto de Daniel Salvador-Almeida.

Los miembros del Consejo de Cofradías.
Los miembros del Consejo de Cofradías. / Juan Carlos Vázquez

Sacramental del Sagrario. Figura seguidamente la representación de la Archicofradía Sacramental del Sagrario de la Catedral. A la mitad del tramo aproximadamente se sitúa su Simpecado Sacramental. Los hermanos del Sagrario son siempre los seglares que van más cerca del paso de la Patrona cada 15 de agosto, ya que esta corporación goza de un privilegio del Cabildo Catedral con el que posee carta de hermandad. Esta corporación tiene además privilegio para usar cera roja. Es costumbre que los hermanos más próximos al paso de la Virgen vistan de chaqué. Los hermanos de esta corporación cuentan también con un sitio reservado por el Cabildo para asistir a la misa estacional que se celebra tras la procesión.

Hermanos de la Sacramental del Sagrario.
Hermanos de la Sacramental del Sagrario. / Juan Carlos Vázquez

Autoridades eclesiásticas, civiles y militares. Inmediatamente después de la Archicofradía del Sagrario se sitúa la representación del clero secular, la coral y la representación del Cabildo Catedral, precedida por el pertiguero y formada por varias parejas de canónigos y presidida por el capellán mayor de San Fernando. Los capellanes reales se sitúan como manigueteros del paso. Tras el paso va la presidencia eclesiástica, encabezada por el arzobispo, monseñor José Ángel Saiz Meneses, y los obispos auxiliares, Teodoro León Muñoz, que además es el vicario general; y Ramón Valdivia. A continuación, se sitúan los ministros de mitra, el Báculo y el Libro. Seguidamente, las autoridades invitadas y las corporaciones municipal y provincial, ambas de chaqué y bajo mazas. Los maceros de la corporación municipal visten de carmesí y los de la provincial, de verde. Asiste en este lugar del cortejo la subdelegada del Gobierno. Cierra la comitiva una compañía del Ejército con su escuadra de gastadores, bandera y banda de música.

La Virgen de los Reyes en su última procesión.
La Virgen de los Reyes en su última procesión. / Juan Carlos Vázquez

Un tesoro fruto de las devoción a la Virgen

El manto. La Virgen lucirá en la procesión el manto de color blanco con bordados de castillos y leones. Fue un regalo de la reina Isabel II en 1853. El tamaño de los adornos va cambiando desde la cabeza a la cola por lo que no todos son iguales. La última vez que la Virgen vistió el manto blanco en la procesión fue en el año 2018. La Virgen de los Reyes posee otros cuatro mantos de salida que alterna: el de color rojo, un regalo de la duquesa de Montpensier; el salmón que lució en 2022, el verde, un regalo también de Isabel II; y el celeste conocido como el de la coronación, por estrenarse en 1904 durante este histórico acontecimiento.

La Virgen de los Reyes con el manto blanco.
La Virgen de los Reyes con el manto blanco. / D. S.

El pecherín de brillantes. De entre todos los pecherines con que cuenta el tesoro de la Virgen, es el de brillantes el elegido para la salida procesional del 15 de agosto. Es el más valioso, algo que se advierte con facilidad. En el centro figura la medalla de hija adoptiva de la ciudad de la Infanta María Luisa, que la donó a la Virgen. Además, la Patrona posee en su tesoro varios pecherines montados con diversas joyas en 1976 según la idea de Enriqueta López-Lozano, presidenta entonces de la asociación, y confeccionados con la ayuda del joyero Juan Ordóñez, Francisco Morillo y Dolores Gálvez. Además del de brillantes, que es el que se utiliza para la salida procesional, destacan otros tres. El de topacios (a la derecha), realizado con topacios y esmeraldas es el que se suele utilizar para la novena. El de turquesas (imagen central) está presidido por un escudo de la Guardia Civil. Fue elaborado a partir de broches de capas pluviales del siglo XVI y es una de las grandes joyas del tesoro. Muy apreciado por los devotos es el pecherín de corales (izquierda) donado por el rey Luis Felipe de Francia. Es el que suele lucir la Virgen durante los besamanos.

El Pecherín de Brillantes.
El Pecherín de Brillantes. / M. G.

La corona. Realizada en oro, cuenta con casi 12.000 piedras preciosas, entre ella brillantes y rubíes. Fue estrenada en 1904 con motivo de la coronación canónica. La realizó el joyero Pedro Vives y costó 800.000 pesetas. Su valor hoy es incalculable.

La corona en el tesoro de la Catedral.
La corona en el tesoro de la Catedral. / D. S.

El bastón de alcaldesa. La Patrona lleva bastón de mando, como alcaldesa perpetua, portado por un angelito que figura a sus pies, delante de la peana. La Virgen también va ataviada con la medalla de oro y las llaves de la ciudad de Sevilla. Además, de su cintura pende el fajín de teniente general del infante Don Carlos.

El bastón de mando.
El bastón de mando. / D. S.

Los anillos. Aunque no suela lucirlos ni en el altar durante el año, los cultos o la procesión, varios son los anillos que posee el tesoro de la Virgen de los Reyes, gracias a las donaciones de los diferentes cardenales, como Segura o Bueno Monreal, que ha tenido la Archidiócesis de Sevilla.

Uno de los anillos del ajuar.
Uno de los anillos del ajuar. / D. S.

La palma del Niño. El Niño Jesús, al igual que ocurre con la Virgen de los Reyes, posee un rico ajuar que también es fruto de la devoción popular. Dos son las palmas que posee el Niño Jesús en el tesoro de la Virgen de los Reyes. Una de ellas, la que se puede ver en la imagen, es la de brillantes y oro blanco que porta en la mañana del 15 de agosto. El resto del año, el Divino Infante lleva en su mano izquierda una de diseño más sencillo.

La palma del Niño.
La palma del Niño. / D. S.

Zapatos de oro. Cinco pares de zapatitos de oro integran el particular tesoro del Niño Jesús, que también se conserva en la Capilla Real. La disposición en el centro de las vitrinas hace que reluzcan especialmente. El Niño, que lleva en la procesión uno de los pares, viste a juego con la Virgen. Llaman la atención, además, las botitas que le hizo la reina María Cristina. No suele usarlas, por lo que no son muy conocidas por los fieles.

Los zapatos.
Los zapatos. / M. G.

El sillón. El sillón donde va cobijada la Virgen de los Reyes es de tipo tijera, está realizado en materiales nobles, como son el carey y la plata; y tiene forma de jamuga. Es una obra del ebanista Alcoba. En su parte posterior presenta el escudo del Cabildo Catedral: la Giralda flanqueada por dos jarras de azucenas.

El sillón de la Patrona.
El sillón de la Patrona. / D. S.

Las flores. La familia Ramos es la encargada de exornar el paso de la Patrona desde hace décadas. Para ello, se disponen 1.100 varas de nardos en las esquinas completados con astromelias también blancas.

El paso exornado con los tradicionales nardos.
El paso exornado con los tradicionales nardos. / Antonio Pizarro
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