Así es el altar de los titulares del Buen Fin en la parroquia de San Lorenzo
Las imágenes han sido trasladadas en la mañana de este pasado domingo y permanecerán en el templo unas semanas
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Tras el traslado celebrado en la mañana de este pasado domingo desde su sede canónica, San Antonio de Padua, a San Lorenzo, las imágenes titulares del Buen Fin ya se encuentran dispuestas en su ubicación provisional: ante el altar mayor de la parroquia de San Lorenzo. Ambas imágenes comparten un sencillo altar en el que el crucificado, elevado, se yergue tras la Virgen de la Palma, que en cuestión de horas ha sido cambiada de vestimenta para el tiempo ordinario. Viste manto y saya blancos, con toca y diadema. Al fondo, justo donde comienza el retablo del altar mayor, una serie de candeleros con sus respectivos cirios.
Las tallas, ambas del siglo XVII, de Sebastián Rodríguez el Cristo y anónima la Virgen, recibirán culto en este emplazamiento durante las próximas semanas, al menos lo que dure el verano, ya que la intención es permanecer en San Lorenzo el tiempo justo que se requiera para las obras de limpieza en San Antonio de Padua.
El altar mayor, diseñado por Juan Martínez Montañés, está dedicado al San Lorenzo y a su vida. El escultor alcalaíno realizó también la carpintería del mismo, con la novedad de situar sagrario y manifestador, obra de 1616 de López Bueno. Contiene esculturas de un crucificado, del santo titular del templo y de ángeles, obras de los hermanos Felipe y Francisco Dionisio de Ribas y realizadas en el siglo XVII. El presbiterio cuenta con varios óleos de gran valor artístico de Juan de Uceda o Francisco Pimentel.
La Pastora, en la sacramental
Por su parte, la imagen de la Divina Pastora también ha sido ya ubicada en su nuevo altar provisional, en el interior de la capilla sacramental de San Lorenzo. Aquí será venerada, del mismo modo, durante los próximos meses hasta su regreso a San Antonio de Padua.
Se da, en cierto modo, una estampa que no conocen nuestras generaciones pero que ha formado parte indisoluble de la historia de nuestras cofradías. Prácticamente desde su fundación hasta 1911, la Pastora recibió culto en este mismo emplazamiento, en San Lorenzo, hasta su traslado a San Antonio por unas obras en la parroquia. Así lo recoge la propia hermandad: "El fervor popular y el empuje feligrés, promovieron que se adecentara y remodelase la capilla asignada, la última de la nave del Evangelio, con anuencia de los marqueses de la Motilla, a cuyo patronato pertenecía y que en 1732, el canónico de Lima D. Francisco Sánchez, donara la imagen que hoy se venera.
Como quiera que el auge a la devoción pastoreña en general y en esta parroquia en particular fuese en aumento y dada la estrechez y poco espacio existente en el camarín del altar para tan digna imagen de la Pastora y para sus cultos, de nuevo los devotos y feligreses solicitaron al Cabildo de la Ciudad licencia para las oportunas obras de ampliación y anexión de parte del recodo de la calle a espaldas de la capilla. Petición que fue concedida el 10 de octubre de 1738. Seguidamente se construyó un retablo nuevo en el altar, que es el existente hoy en esta parroquia y se remozó y dio forma a toda la capilla en 1739".
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