Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Un acto de justicia para con la historia de las corporaciones letíficas. La autoridad eclesiástica ha aprobado el inicio de los trámites para la coronación canónica de Nuestra Señora del Amparo. Así se ha anunciado durante la Función Principal de Instituto celebrada esta mañana en su sede canónica, la parroquia de la Magdalena. De este modo, la cofradía ya cuenta con todos los parabienes para redactar el expediente y presentarlo a Palacio en tiempo y forma.
Ha sido el propio párroco, don Francisco Román, el encargado de anunciar esta buena nueva. Los hermanos están citados a un cabildo general extraordinario el próximo lunes 27 de enero para tratar esencialmente esta cuestión, con objeto de que en el horizonte de 2026-2027 pueda materializarse el sueño de esta emblemática corporación: coronar canónicamente a esta imagen indispensable en la religiosidad hispalense.
La hermandad del Amparo se funda en el año 1736 en torno a esta advocación, venerada desde antaño en la parroquia y considerada patrona de la feligresía. La Virgen del Amparo es una imagen del siglo XVI, atribuida a Roque de Balduque. Su fama de milagrosa y la atracción de su belleza hicieron que muy pronto esta devoción se extendiese no sólo por toda la ciudad sino por puntos muy distantes de su Archidiócesis e incluso de América Latina.
La Virgen, de pie, viste túnica jacinto, toca marfileña y manto azul ricamente estofado. La túnica, con escote abrochado en la base del cuello, ostenta una estampación floral, donde predominan los oros con perfiles rojos y blancos. Cae en múltiples pliegues que al llegar al suelo se quiebran en otros más pequeños y ondulantes.El pequeño Jesús, con pañal rojo, se asienta sobre el brazo izquierdo de María. Fue restaurada entre los años 1986 y 1987 por José Rodríguez Rivero Carrera gracias a la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla. Posteriormente en 2015 fue limpiada de nuevo por Almudena Fernández García y José J. Fijo Léon.
Según parece, el Arzobispo de Sevilla don Fernando de Valdés, fundó en el siglo XVI una piadosa institución llamada “Amparo de María Santísima y San José”, cuya finalidad era la de acoger niños expósitos, cuyo número era considerable por aquellas fechas. De dicha institución parece que deriva su título, si bien no han faltado legendarios relatos que tienden a explicarlo de otra manera y que se basan en la misericordia ejercida sobre un ladrón que intentó robarle la corona. Alejandro VII (1655-1667) concedió a la Iglesia de España la fiesta titulada del “Patrocinio de Nuestra Señora”, estableciéndose la misma en una de las domínicas del mes de noviembre. Con posterioridad, dicha fiesta sería extendida a toda la cristiandad por Benedicto XIII (1724-1730).
A lo largo de los siglos, la imagen de Nuestra Señora del Amparo ha contado con una innumerable cantidad de devotos, entre los que son dignos de recuerdo el Arzobispo don Jaime de Palafox y Cardona (s. XVII), los duques de Montpensier (s. XIX), S.A.R. la Infanta doña Luisa de Orleans y su hijo el Príncipe don Carlos de Borbón (s. XX), etc. Hallándose en 1735 el virginal simulacro en la Parroquia de Santa María Magdalena, se formó una Hermandad para darle culto, cuyas Reglas fueron aprobadas por la Jerarquía Eclesiástica el día 22 de diciembre de 1736.
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