¿Se aplica la normativa de la Madrugada al resto de noches de la Semana Santa de Sevilla?

La Madrugada cuenta con normas estrictas para garantizar la seguridad de los asistentes

Estos son los bares de Sevilla que pueden abrir durante toda la Madrugada en la Semana Santa 2024

Un penitente pasa junto a un bar.
Un penitente pasa junto a un bar. / Juan Carlos Muñoz

La Madrugada en Sevilla es uno de los momentos más importantes de la Semana Santa en la ciudad, en la que salen un total de seis hermandades durante la madrugada y la mañana del Viernes Santo.

Se trata de una de las noches más críticas del año en Sevilla, por lo que la seguridad de los asistentes es fundamental. Este es el principal motivo por lo que desde hace algunos años hay mayores restricciones a los horarios de la apertura de locales como los bares y lo que se puede vender en los mismos, especialmente en las zonas que los pasos recorren en la ciudad. ¿Pero qué ocurre el resto de las noches de la Semana Santa sevillana?

Las restricciones nocturnas en Sevilla con motivo de la Semana Santa

Aunque como todos los años se ha creado un dispositivo de seguridad para la Semana Santa de Sevilla, la normativa de la Madrugada solo se aplicará a esa jornada, concretamente desde las 2:00 y hasta las 6 de la madrugada del viernes.

Es decir, estas restricciones entre las que se incluye la apodada como ley seca solo estarán activas durante la noche entre la noche del 29 de marzo para mejorar la seguridad de aquellos que estén en las calles durante la misma, algo que se ha probado eficaz en los últimos años. La Madrugada es la única noche en la que los locales situados en determinadas calles estarán obligados a cerrar cuando lleguen las 02:00 horas, lo que les da treinta minutos extras respecto a la hora de cierre de la Semana Santa de 2023. Mientras, otros locales de la ciudad podrán mantenerse abiertos durante toda la noche, algo que dependerá de la zona en la que se encuentren y del tipo de actividad conforme a su licencia.

El dispositivo para la Madrugada también limita la venta de alcohol al público, algo que no ocurre durante otras noches. Por ejemplo, las calles por las que vayan a pasar las distintas cofradías y también las zonas cercanas, deberán dejar de vender bebidas espirituosas al menos una hora antes del paso de las hermandades, pero pudiendo ofrecer otras bebidas a sus clientes durante la noche.

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