La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Desde tiempos inmemoriales, en episodios de emergencia social, sanitaria o climatológica, el ser humano, ante la carencia de soluciones científicas o eficaces, ha recurrido a sus ídolos o referentes espirituales más cercanos, en los que se depositaban las intenciones o plegarias. Aunque es una práctica que, paulatinamente, ha ido decayendo -en algunos casos, por fortuna-, lo cierto es que, como creyentes o personas de fe, cofrades y devotos vuelven a implorar a sus más sinceras devociones la presencia de la lluvia.
Andalucía atraviesa, en estos momentos, uno de los episodios de sequía más acusados y duros de su historia reciente. Habría que remontarse treinta años atrás para vivir una etapa semejante. Sin embargo, las previsiones no son nada halagüeñas: este abril ha sido uno de los más secos desde que se tienen datos (adiós refranero) y el miércoles de Feria se alcanzó la temperatura máxima jamás registrada, con más de 36 grados.
Ante esta situación, numerosas hermandades, instituciones, parroquias, arzobispados y cofrades han vuelto a organizar procesiones extraordinarias a modo de rogativas para el regreso de la tan necesaria lluvia. Más allá de la plegaria virtual del Santo Crucifijo de San Agustín, promovida por un grupo de fieles y devotos -el sábado de pescaíto llovió pero en cantidades casi nimias-, en otros puntos de la comunidad se ha establecido un calendario de cultos y procesiones para solicitar la venida milagrosa de la lluvia.
En la provincia de Cádiz, por ejemplo, poco después de Semana Santa salió en procesión la Divina Pastora de Arcos de la Frontera, una hermosísima talla. Portada en unas sencillas andas, la imagen fue trasladada hasta la Plaza del Cabildo para solicitar su intercesión. El pasado 28 de abril, las dos imágenes más veneradas de Sanlúcar de Barrameda, la Virgen de la Caridad y Jesús Nazareno, fueron trasladados a la Parroquia de la O para concelebrar un acto de rogativas. Como curiosidad, al día siguiente, unos chubascos "no previstos" regaron buena parte de la provincia.
No solo en Cádiz se han celebrado procesiones de rogativas. En la provincia de Córdoba, por ejemplo, está previsto que la procesión del Arcángel San Rafael, custodio de la ciudad, tenga carácter de rogativas, el día 6 de mayo. Esa misma jornada, la Virgen de la Sierra, patrona de Cabra, también celebrará una procesión de rogativas ante la sequía que presentan los campos andaluces.
En Huelva, la Virgen de la Cinta también saldrá en procesión de rogativas, a modo de rosario público vespertino, el 14 de mayo, y en nuestra provincia hará lo mismo San Eutropio, Patrón de Paradas, mañana día 1. Este próximo miércoles, tres de mayo, tal y como ha anunciado este periódico, el Cristo de la Estrella de La Algaba también presidirá un acto público de rogativas tras más de cuarenta años sin salir a la calle.
Por último, una de las imágenes más veneradas de toda Andalucía, Jesús Nazareno de Jaén, "El Abuelo", saldrá este lunes en rogativas, tal y como el pueblo jienense ha demandado a lo largo de su historia en situaciones de crudeza o carestía. A las seis de la tarde se pondrá en marcha el cortejo y tras la misa de 20:00 se impartirá la bendición junto al Santo Rostro.
No muy lejos de allí, en Linares, la patrona y alcaldesa, la Virgen de Linarejos, también saldrá a las calles para implorar por las lluvias y por el restablecimiento del campo andaluz. Una práctica que se recobra en nuestros tiempos y, esperemos, obtenga su necesario fruto. En nuestra capital, numerosos cofrades siguen solicitando una procesión del Cristo de San Agustín, protector de la ciudad y que en incontables ocasiones ha salido a las calles en siglos pretéritos por estos motivos. Pero es esta una cuestión que compete a la Hermandad de San Roque. Por el momento, en Andalucía, la intención está presente.
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