La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Seguridad
Por primera vez en la historia de la democracia, un alcalde de Sevilla plantea la posibilidad de cobrarle a las hermandades una tasa por las salidas extraordinarias. Detrás de esta propuesta se encuentra el alto precio que supone para las arcas locales las horas extras de la Policía Local. Sin embargo, el propio regidor, José Luis Sanz , reconoce que este cobro a las cofradías no podría sufragar el 100% del desembolso por el servicio público, debido a su alto coste, motivo por el cual llama a "poner orden" en unos actos que se suceden con demasiada frecuencia. No en vano, este otoño serán más de 50 procesiones las que recorran las calles de la ciudad.
Tras las vacaciones, llegó la coronación de la Piedad del Baratillo. En octubre se conmemoran las bodas de plata de la coronación de la Estrella. En noviembre, la Hermandad de los Estudiantes también hará lo propio con el aniversario fundacional. Sin olvidar los traslados para la exposición en la Catedral relacionada con el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Ya en diciembre vendrá el colofón final: la magna que clausurará este encuentro, con hasta ocho pasos y que incluye imágenes de enorme devoción, como el Gran Poder, el Cachorro, la Esperanza de Triana y la Macarena. Todo ello sin olvidar las corporaciones que en este periodo del año celebran sus salidas ordinarias. La mayoría de ellas son de gloria.
Un calendario colmatado de público que requiere de un importante despliegue policial, el cual equivale a muchas horas extras que hay que pagar a la Policía Local. Ahí está la ordenanza fiscal del Ayuntamiento que pone cifras a dichos servicios. La hora extra de un patrullero (con dos agentes) cuesta 145 euros. Por cada patrullero adicional que se añade, otros 60 euros la hora. Una procesión, por norma general, lleva como mínimo dos. Uno al principio del cortejo y otro al final. En caso de disponer de motos, la tasa se sitúa en 115 euros por hora y de 30 por cada adicional. Las salidas ordinarias suelen tener una duración moderada. No ocurre así con las extraordinarias, en las que con mucha frecuencia se exceden de la hora de entrada. El último ejemplo es el Baratillo, que entró en su capilla mucho más tarde de lo previsto.
La proliferación de salidas extraordinarias ha abierto de nuevo el debate sobre la necesidad de una regulación al respecto. Existe justificación para ello: el alto coste que supone para las arcas municipales afrontar el gasto de las horas extras de la Policía. Este año habrá que desembolsar más de 20 millones de euros por las productividades de los agentes. Cinco veces más de lo presupuestado. Ante tal situación, no resulta extraño que el alcalde sea cuestionado por el asunto. Así ha ocurrido en una reciente entrevista en el programa cofradiero El Llamador, de Canal Sur Radio, donde se le ha preguntado por la posibilidad de cobrarle una tasa a las hermandades por las salidas extraordinarias.
Sanz no se cierra a tal propuesta. "Bueno, a lo mejor sí se podría plantear la existencia de una tasa por ordenar y regular un poco, por poner una especie de límite". Pese a admitir esta posibilidad, apostilla que "en ningún caso esta tasa podría cubrir el 100% de los gastos". "Es imposible que una cofradía pueda pagar las horas extras de los dos o tres patrulleros que requiere una salida extraordinaria", refiere el alcade. Un precio estipulado por las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento. En caso de que contribuyeran con un porcentaje del mismo, habría que modificar la normativa para introducir este nuevo concepto.
El regidor hispalense rehúye del término "barbaridad" a la hora de calificar la cantidad de procesiones que hay en la ciudad este otoño. Aunque, eso sí, admite que "hay que ordenar las salidas". "No podemos convertir lo extrardinario en ordinario", afirma Sanz ante un calendario repleto de cultos públicos no sólo en 2024, puesto que ya se extiende al próximo año. De ahí que el primer edil recuerde el déficit de policías locales que sufre Sevilla, donde faltan 500 agentes, sin olvidar las carencias existentes también en la Policía Nacional.
Un otoño, el de 2024, que acabará en lo concerniente a las cofradías con la procesión magna que clausure el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Sanz reconoce que la fecha elegida, el 8 de diciembre, es "complicada", debido a la gran afluencia de visitantes ese puente festivo (que une el Día de la Constitución con la festividad de la Inmaculada). Para ello, recuerda que ya en 2023, en ese mismo periodo, la ciudad estuvo "colapsada".
Ante la más que previsible llegada masiva de visitantes esa jornada, se habilitará un aparcamiento especial en el Charco de la Pava, donde Tussam pondrá un servicio de lanzaderas hasta el entorno del Palacio de San Telmo, en la primera parte del recorrido oficial de la procesión magna. Este hecho motivó que se descartara el itinerario previsto en principio por el Cabildo Catedral y el Consejo de Cofradías, para dejar lo más expedito posible el puente de Los Remedios.
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