La Virgen Milagrosa vuelve a la cárcel

La Virgen Milagrosa en el momento de ser subida al mirador.
La Virgen Milagrosa en el momento de ser subida al mirador. / Metis

La Virgen Milagrosa vuelve a presidir el mirador de la torre del pabellón de ingresos de la antigua Prisión Provincial de la Ranilla. La simbólica imagen de escayola a la que se encomendaban muchos de los presos que ingresaban esta cárcel ha sido restaurada en los últimos meses por la empresa especializada Metis y esta misma semana ha sido entronizada de nuevo en su hornacina. La intervención fue sacada a licitación por el Ayuntamiento al no estar incluida en la rehabilitación integral del edificio que realiza el Consistorio.

La Milagrosa es una escultura exenta prácticamente a tamaño natural realizada en escayola. Se trata de una pieza hueca que ha sido fijada a la base mediante una estructura de hierro a modo de esqueleto. Consiste en un vástago central prismático del que salen ramificaciones a distintas alturas, todo ello recubierto de estopa y escayola. Estas ramificaciones sujetan la cara interior de la escultura, reforzada, a su vez, mediante tela de aspillera y capa de escayola.

La Virgen presidiendo de nuevo el pabellón de acceso.
La Virgen presidiendo de nuevo el pabellón de acceso. / Metis

La imagen ya presentaba al inicio de los trabajos de rehabilitación del complejo desprendimientos de algunos fragmentos y fisuras de diferente entidad en parte de su superficie. Estos problemas se acentuaron durante los meses de obra por lo que, dado su precario estado, se trasladó de emergencia a los almacenes municipales de Torreblanca.

La Virgen Milagrosa tras su restauración.
La Virgen Milagrosa tras su restauración. / Metis

En cuanto a su estado de conservación la imagen presentaba grietas y pérdidas severas en el pedestal, que se traducían en fisuras a lo largo de la parte baja del manto y túnica, así como en la pieza posterior del manto que se dejó en el tercio inferior a manera de registro o puerta. La mano derecha aparecía completamente desgastada por efecto de la meteorización, mientras que la izquierda había desparecido, dejando a la vista la varilla de hierro de la estructura completamente oxidada. En los pliegues del manto, a la altura de las manos, se habían producido pérdidas del material de superficie también por efecto de la meteorización. La contaminación ambiental y biólogica había generalizado los depósitos de suciedad. En el interior de la escultura se encontraron abundantes rastros de actividad biológica y sus consecuentes detritus. Los restos del nimbo también se encontraban en un avanzado estado de corrosión.

La Virgen de la Milagrosa ha recuperado toda su funcionalidad tras esta intervención.

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