La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Cofradías
Un museo a la altura de la devoción del Cristo de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza. La Hermandad de la Esperanza de Triana inauguró este jueves las dependencias de su nuevo tesoro devocional, un proyecto en el que la corporación de la calle Pureza lleva años trabajando y que ya es una realidad. En un cuidado recorrido ideado por el experto museólogo José Ignacio Sánchez Rico, el visitante podrá descubrir la dilatada histórica de la cofradía; admirar sus valiosos enseres, desde los pasos, el de misterio montado al completo, a los mantos y joyas de la Virgen; y conocer la evolución estética, vinculada a la cerámica y al regionalismo, destacando a los artistas que durante décadas trabajaron para la hermandad. A la inauguración acudieron, entre otros, el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo; la delegada de Triana, Carmen Castreño; el director general de la Fundación Endesa, que se ha encargado de la iluminación, Carlos Gómez-Múgica; el director territorial de CaixaBank, Rafael Herrador y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido. Antes del acto oficial, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, gran devota de la Esperanza, realizó una visita privada en la que estuvo acompañada por el hermano mayor, Alfonso de Julios-Campuzano.
Nada más acceder, se puede contemplar el majestuoso paso de misterio completamente montado y con la peculiaridad de que se ha incorporado el esclavo negro que durante muchos años formó parte de la escena. Entre otras piezas, el visitante podrá contemplar los dos mantos de salida de la Virgen de la Esperanza. El llamado de los Dragones, una obra del taller de Caro de 1948, que se muestra extendido, permitiendo una visión única del que es uno de los mejores mantos, por diseño y ejecución, de las hermandades sevillanas. También está expuesto el manto de Juan Borrero, artista muy vinculado a la Esperanza de Triana, realizado por Sobrinos de Esperanza Elena Caro, recreando la trasera del paso de palio, una disposición que permite observar el sinfín de detalles de la obra.
La coronación canónica de la Virgen, que fue concedida por Bula Pontificia de San Juan Pablo II, supuso un hito en su momento, y así se refleja en el tesoro devocional, que cuenta con un espacio dedicado expresamente a tan gozoso acontecimiento vivido por la hermandad. Por su valor simbólico y sentimental destaca en este espacio la corona de oro que le impuso el cardenal Amigo Vallejo a la Virgen de la Esperanza el 2 de junio de 1984 . La presea, una obra de Juan Borrero en su taller Orfebrería Triana, es un ejemplo excepcional del regionalismo.
El museo se detiene de manera especial en la cerámica trianera, y en el papel que jugó en los diseños realizados para la hermandad a principios del siglo pasado. La mano el que fue director artístico durante medio siglo, José Recio del Rivero, sigue muy presente en la cofradía y así se recoge durante la visita. Igualmente es visible la vinculación con la Casa Real, que se mantiene fecunda desde finales del siglo XIX, y con la Armada Española, algo que se refleja en la presencia activa de sus miembros en los actos y cultos organizamos a lo largo del año, y que motiva que la Virgen de la Esperanza luzca en su salida procesional el fajín de almirante de don Juan de Borbón, Conde de Barcelona y padre del rey Juan Carlos.
Finalmente, hay que destacar el ventanal instalado en la fachada de la calle Betis, que permite disfrutar de una visión excepcional del río Guadalquivir y monumentos como la plaza de los toros, la Catedral, la Giralda o la Torre del Oro.
El museo estará abierto al público desde esta tarde a las 17:30. El precio para el público en general es de cuatro euros.
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