La calle Sierpes perderá un 20% de sillas y el Consejo adelanta una subida del precio de los abonos

La calle Sierpes perderá un 20% de sus sillas en la próxima Semana Santa "por cuestiones de seguridad". Serán 1.149 asientos de los cinco mil que actualmente tiene esta céntrica calle. El Consejo ha presentado este martes el proyecto de reforma de esta calle que era el talón de Aquiles de la carrera oficial, ofreciendo importantes molestias para los propios abonados y para las cofradías en su discurrir. Los abonados que pierdan sus asientos serán reubicados en un sorteo ante notario. Actualmente sólo hay 950 sillas disponibles en otras parcelas por lo que, si este número no se incrementa en la próxima renovación, hay 193 que se quedarán sin cubrir. El Consejo dejará de ingresar unos 140.000 euros con este lifting que sufrirá la calle

El plan del Consejo prevé la eliminación de sillas en toda la extensión de la calle. Hay sectores con una sola fila y otros en los que se acumulan hasta seis. Para ello se va a establecer un pasillo central de tres metros de anchura para que los cortejos puedan discurrir con normalidad y comodidad. A ambos lados, se establecerán otros pasillos de 1,5 metros para instalar las sillas. Los asientos que se van a eliminar serán los que se sitúan más próximos a las fachadas, retranqueándose el resto para crear el pasillo central. No se instalarán vallas porque necesitarían de unos pasillos traseros para que los abonados puedan acomodarse, pero sí se busca una manera para evitar que las sillas queden fijas en su posición y no se invada el espacio dedicado a las hermandades.

Los abonados afectados van a recibir una carta en diciembre en la que se les informará de esta nueva situación. Entre diciembre y febrero, el Consejo va a elaborar un censo con todos los asientos que queden disponibles para reubicar a estas personas. Actualmente la institución dispone de 950 sillas que sortea cada año. En esta ocasión no será así. Se van a destinar en exclusivas a las personas que hayan perdido sus asientos. Estas sillas se disponen en toda la carrera oficial -desde la Campana a la Plaza de la Virgen de los Reyes-. Serán asignadas en un sorteo ante notario, pudiendo el abonado afectado quedarse con la silla que le toque o renunciar a ella, por lo que perdería definitivamente su derecho. El Consejo ha admitido que tiene un déficit de asientos para recolocar a los abonados que salgan de Sierpes, pero confía en que queden más sillas libres en la campaña de renovación que comenzará tras la Navidad. Si no fuera así, se crearía una lista de espera y estas personas tendrían preferencia en los próximos años.

"Me quita el sueño pensar en los dramas familiares"

La reforma de la carrera oficial de la Semana Santa en su tramo de la calle Sierpes era algo que se venía dilatando desde hace años. Así lo ha reconocido este martes el presidente del Consejo, Francisco Vélez, quien ha afirmado sin tapujos que le quita el sueño pensar en los dramas familiares que va a producir la medida. "La reestructuración se hace por motivos estrictos de seguridad. Contamos con del Ayuntamiento y de la dirección de seguridad del Cecop. Ya era hora de hacerlo. No podíamos esperar más. Para nosotros es lamentable la pérdida de sillas porque detrás hay personas. Puede ser un drama para muchas familias. Hemos intentado dilatarlo todo lo posible", ha explicado Vélez.

El presidente ha argumentado que la situación de Sierpes era "insostenible". Una calle "sobredimensionada" con muchas personas por la que muchos pasos pasaban con verdadera dificultad. "Por eso hemos planteado una reforma seria", ha añadido. En este sentido, hay que recordar que la reforma de Sierpes se inició hace cuatro años cuando el Ayuntamiento obligó a despejar los pasillos de evacuación y los cruces. En ese momento desparecieron más de 200 asientos.

El Consejo ha tenido dificultades a la hora de elegir las sillas que se eliminarán. Lo lógico hubiera sido respetar la antigüedad del abonado y prescindir de los más nuevos. Pero se ha tenido que optar por eliminar la última fila, que es también la más reciente. "Entre otras cosas ha sido así porque no tenemos base de datos de los abonados porque hasta el año 2000 lo llevaban los silleros. En cualquier caso, las sillas sólo se van a quitar de los lugares estrictamente necesarios".

Intentar reubicar a todos

El presidente ha afirmado que es consciente de que van a tener dificultades para resituar a todos los afectados en otras parcelas, pero ha insistido en que van a dejarse la piel en ello: "Esperamos que casi todos se puedan recuperar. Vamos a disponer de sillas en toda la carrera oficial. La reubicación será en el lugar en el que le toque por sorteo. Somos conscientes de la angustia que esto puede producir y que habrá abonados a los que le toque la Plaza de la Virgen de los Reyes y no les guste".

El Sábado Santo no habrá "pases de pasillo" en los Palcos

Los propietarios de palcos en la Plaza de San Francisco disfrutan cada Semana Santa de los llamados "palcos de pasillo" que permiten que puedan entrar dos personas más, pasando el aforo de seis a ocho. El presidente del Consejo ha señalado que se van a eliminar de cara al próximo Sábado Santo por la gran afluencia de personas que se puede dar para ver la procesión general del Santo Entierro Grande. "Podemos tener un problema de seguridad importante. Hay mil palcos con seis personas cada uno. Si a esas seis mil personas le sumamos dos más por palcos nos vamos a ocho mil, con el consiguiente riesgo para la estructura. Esta medida se adoptará para el Sábado Santo. El resto de la semana la incidencia es menor", ha reconocido Vélez.

Subida de los abonos tras seis años congelados

La carrera oficial de la Semana Santa para el año 2023 contará además con otra novedad que tampoco gustará a los abonados. El presidente ha avanzado que se van a incrementar el precio de las sillas. Lo hará por la subida de los costes de los proveedores que tiene que asumir el Consejo. El año pasado la subida del IPC fue del 10% y no se llegó a repercutir. "Queremos subir sólo lo que nos obliguen los proveedores. Nos estamos reuniendo con ellos para verlo. No vamos a ganar nada, pero tampoco vamos a perder porque este dinero lo emplean las hermandades en sus acciones caritativas o formativas", ha insistido Vélez.

La última gran subida de los abonos ha sido nada menos que del 21%. Se aplicó para la frustrada Semana Santa de 2020 tras la comunicación de la Agencia Tributaria. Esta subida hizo que un abono en la Plaza de la Campana, el lugar más caro para ver las procesiones de la Semana Santa de Sevilla, se situara casi en los 200 euros. Por muy leve que sea la subida que ahora aplique el Consejo esta importante cantidad será ya superada.

La mejor carrera oficial posible

En los últimos años se han escrito ríos de tinta con proyectos de nuevas carreras oficiales para la Semana Santa, muchas de ellas inviables. El presidente del Consejo ha recordado que la actual es "la menos mala" de las posibles. Esta misma idea es compartida por el Ayuntamiento. "Ahora se va a ganar en seguridad y comodidad". El presidente ha indicado que no van a dejar de actuar en otras parcelas del recorrido oficial de la Semana Santa si observan que hay problemas o testar otra manera de proceder. "Intentaremos que quede de la mejor manera posible en estos próximos cuatro años".

En el caso la nueva calle Sierpes no se podrán poner vallas para delimitar el recorrido de los cortejos al no poder conformarse los pasillos traseros. Esto no quiere decir que no se vaya a instalar algún sistema para que los abonados respeten los tres metros del pasillo central y no perturben el paso de los cortejos. El Consejo le está dando vueltas y pensando en la mejor manera de hacerlo.

La carrera oficial de la Semana Santa de Sevilla se ha remodelado en los últimas décadas. Para ello fue clave que la institución asumiera su gestión, siendo presidente Manuel Román. Las grandes reformas de los Palcos y la Campana se llevaron a cabo siendo Juan Ramón Cuerda arquitecto del Consejo. También estuvo cuatro años como tesorero durante el primer mandato de Manuel Román como presidente. Con Antonio Ríos se compraron las nuevas estructuras de los Palcos, más fáciles y rápidas de montar y más seguras, para lo que hubo que pedir un crédito. Hubo un leve cambio de distribución.

Muy polémica fue la reforma en este lugar, acometida entre 1999 y 2000, con airadas protestas de algunos abonados el Lunes Santo. Se ampliaron y crearon nuevos pasillos y se perdieron 603 sillas de venta diaria. Implicó la redistribución de los abonados. La Campana quedó así prácticamente resuelta, como los Palcos, la Avenida o Virgen de los Reyes. Ahora le ha tocado a Sierpes. Y también se espera polémica.