"Queremos una vida de hermandad mucho más participativa"
Sergio Sopeña. Candidato a hermano mayor de la Esperanza de Triana
Sopeña, de 46 años, es hermano de la Esperanza desde su nacimiento. Llegó a la hermandad de la mano de su tío, el recordado Vicente Acosta y ha ocupado diversos cargos de gobierno.
¿Por qué se presenta a hermano mayor?
Me presento porque quiero ofrecer este servicio a mis más de 13.850 hermanos. Doy este paso con convicción propia, orando en la capilla de los Marineros ante mis titulares, pues me siento muy orgulloso de ser de la Esperanza de Triana tal y como es, con su excesiva personalidad, y considero que cuento con la madurez que el cargo requiere, además de poseer el apoyo de mi familia y porque me acompaña un preparado grupo de hermanos. Y finalmente tengo un programa que desarrollar y que hemos dado a conocer en las redes sociales.
¿Cite algunos de sus principales proyectos e ideas?
Son tantos que el espacio de esta entrevista no me deja desarrollarlos como quisiera. Empezando por la caridad, devolveremos un porcentaje de la cuota de hermano a quien justifique estar desempleado, incrementaremos un 10% el sobrecoste de la labor asistencial, y seguiremos volcándonos con el centro de apoyo infantil, emprendiendo el aumento de un 15% en el número de plazas, además de crear una unidad para el tratamiento del TDAH en la adolescencia, y sobre todo queremos que los hermanos sientan esta obra como suya y conozcan mejor la tarea que se realiza.
En cuanto al patrimonio, ejecutaremos un proyecto artístico de adecuación de la capilla consistente en la realización de lienzos para su nave central, así como encargar unos ángeles lampareros para el presbiterio, sin olvidarnos del retablo del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, pues plantearemos a los hermanos el policromado y estofado del medallón central y de sus cartelas y figuras. Recuperaremos la túnica que el convento de Santa Isabel bordó en los 60 y que nuestro titular no luce desde hace unas cuatro décadas, así como la reproducción de otra antigua bordada y cuya labor promoverá el grupo joven. Igualmente, realizaremos unos nuevos ángeles atlantes para la canastilla del paso de misterio cuya valía artística se equipare a toda la imaginería de estas andas, y continuaremos con la labor de conservación y restauración de la orfebrería del paso de la Virgen.
Y para que todo sea posible, recuperaremos y fomentaremos la vida de hermandad para que ésta sea mucho más participativa y así los hermanos acudan a la capilla y confraternicemos todos juntos para que Unidos por la Esperanza logremos estos proyectos.
¿Cómo considera que es la situación de la hermandad en la Madrugada? ¿Cuál cree que es la solución idónea?
Sin perder la solidaridad con las demás cofradías que hacen estación en la Madrugada, todas debemos esforzarnos por mejorar la jornada. Ello consiste en sacrificarnos por igual, pues la Esperanza de Triana lleva más de un siglo haciéndolo, ya que no va en el lugar que le corresponde aunque siempre reclame su posición en el cabildo de toma de horas. Y porque al ser la quinta cofradía que entra en la Campana desde hace más de cien años parece que no nos percatamos en la ciudad de que si ésta ha crecido las propias cofradías también lo han hecho, no siendo válido el organigrama tradicional de la Madrugada al estar ya hoy agotadísimo.
Es que mis pasos arrollan a mis nazarenos y mis acólitos se colocan a los lados de las andas entre O´Donnell y San Pablo, y eso, sintiéndolo mucho, no es digno para una hermandad.
¿Cuál es la situación económica y financiera de la hermandad?
Es óptima. Ahora no hay débito alguno atrasado o pendiente. Seguimos con la hipoteca de la obra de la capilla, obviamente, pero todos los pagos están al día, y eso es importante porque nos permite avanzar en otros proyectos y cubrir sin agobios otras necesidades.
¿Qué papel deben jugar las hermandades en la sociedad actual?
Las hermandades son una parcela muy importante de la Iglesia, y han de continuar sustentándose sobre esos tres pilares que son culto, formación y caridad, pero sin que su naturaleza se confunda con la de las ONG, pues su objetivo es encargarse de que Dios y su bendita Madre sigan presentes en una sociedad en la que hemos de huir de la secularización. Cada cual que crea en lo que quiera, pero no olvidemos que somos libres para proclamar y defender en voz alta nuestro credo para hacer y sembrar el bien.
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