El Señor de la noche
Traslado del Gran Poder
La talla de Juan de Mesa salió de Amate y llegó a los pies de la Giralda tras un extenso e intenso recorrido de más de ocho horas por grandes avenidas y pequeñas calles del centro
Los vídeos del traslado del Gran Poder a la Catedral
Del día a la noche, de Amate a la Catedral. El Señor del Gran Poder protagonizó un extenso e intenso traslado de regreso de Tres Barrios, donde ha estado tres semanas. La Santa Misión, por tanto, llega a su fin. A un epílogo que comenzó después de la hora del almuerzo a medianoche en el centro del centro de Sevilla. El Señor, rodeado constantemente por una marea de fieles, pasó por un hospital, un campo de fútbol, un colegio o una estación de bomberos antes de adentrarse en la judería, que lo llevaría a los pies de la Giralda. El hospital fue el de San Juan de Dios, principio de un histórico discurrir por la Avenida de Eduardo Dato, que parecía esperar a la cabalgata por la ilusión que atesoraba el público. En el que fuera en su fundación Sanatorio de Jesús del Gran Poder se escucharon saetas, lecturas explicatorias de la historia del edificio y los rezos de su capellán. También hubo ofrenda floral. Los enfermos del lugar salieron en busca del Gran Poder, que estuvo casi media hora en el interior del popular recinto nervionense. De allí, por medio de un Ramón Sánchez-Pizjuán iluminado de morado para la ocasión y que lucía el logotipo de la Santa Misión, llegó al colegio Portaceli. Una representación de la comunidad educativa recibió a la talla de Juan de Mesa, que ya visitó el centro en las anteriores misiones, organizadas por el cardenal Bueno Monreal y celebradas en 1965.
No muchos metros más adelante le esperaba una bulla paciente y descomunal. Con el puente de los bomberos como epicentro, el gentío lo ocupaba todo: aceras, calzada, balcones, poyetes o farolas. Y, entre ellos, la Banda de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre, antigua Soria 9, que interpretó tres marchas cerca de la Real Fábrica de Artillería: Al Señor de Sevilla, Esperanza Macarena y Quinta Angustia. Tres mensajes musicales que tuvieron su eco en la Delegación de Defensa, punto de partida del puente que cruza un río de coches. Una colina de cabezas y móviles. Y un foco bombero alumbrando al nazareno de San Lorenzo en San Bernardo. Señalando al protagonista de este otoño de pandemia, en el que ha escrito una página memorable de la historia de la ciudad. Fue, sin lugar a dudas, el pasaje más impactante del día.
Tras el baño de masas junto a la Diputación de Sevilla aceleró el paso por Santa María la Blanca, donde lo esperaba la Candelaria, hasta llegar a Santa Cruz y saludar a su hermandad. Antes, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quiso participar del traslado y llevó durante varios metros las andas del Señor. Moreno estaba esperando el paso del cortejo en la sede de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico junto a la consejera de ese ramo, Patricia del Pozo. A la llegada del Señor a la puerta del edificio, el cantaor flamenco Arcángel le dedicó a la talla una saeta pidiendo por un nuevo tiempo sin sufrimiento. Acto seguido, el presidente de la Junta entregó un ramo de flores a la hermandad y, junto a la consejera de Cultura, portaron las andas del Gran Poder durante unos metros a las órdenes del capataz Manuel Villanueva.
Y por las estrecheces del barrio de la Santa Cruz, la misma que abraza el Gran Poder en todo momento, llegó a una oscurecida para la ocasión calle Mateos Gago y a la Plaza de la Virgen de los Reyes, que saldrá dentro de apenas un mes aprovechando el puente de la Inmaculada. Eran las once y media de la noche, pero el reloj no importaba a los presentes, que se ponían de puntillas para adivinar la presencia de las andas. Al filo del sábado la Puerta de Palos se abrió para cerrar la jornada del penúltimo traslado.
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