El Señor del Gran Poder según Carmen Laffón
La Hermandad presenta el cartel anunciador del IV centenario de la hechura del Señor.
El retrato del Rey de Reyes. Así ha representado Carmen Laffón al Señor del Gran Poder en el cartel que anuncia el IV centenario de su hechura. El Señor de las manos atadas en besamanos, cuando la imagen de Juan de Mesa alcanza su máxima trascendencia. La artista sevillana ha plasmado al Señor con la túnica morada lisa y sobre un fondo vaporoso de color púrpura que evoca a los claveles que lo jalonan. La pintura ha sido presentada en la noche de este martes en el tesoro litúrgico de la hermandad y desde el viernes podrá ser admirada con detalle en la exposición Gran Poder. Mesa te esculpió, Sevilla te hizo, en la sede central de la Fundación Cajasol, en la plaza de San Francisco, con acceso desde la calle Álvarez Quintero.
El cartel que Carmen Laffón ha realizado para esta importante efemérides capta a la perfección la trascendencia espiritual del Gran Poder a través de su rostro y su misercordia. En el óleo el Señor aparece representado de tres cuartos, con las manos atadas, tal y como recibe a los devotos en su besamanos. Cercano. Laffón desarrolla, una vez más, ese lirismo que impregna toda su obra, juega con la simbología de los colores y crea un clima que envuelve a la imagen protagonista.
Laffón ha concebido al Señor despojado de toda opulencia, ataviado con la túnica lisa y sin potencias, "recreando su universo de atmósferas íntimas, emotivas, en la que la soledad de la imagen lo refuerza en su mirada de ternura, de misericordia".
Dentro de su abstracción contenida, los rasgos del Señor se muestran "incitando al espectador a adentrarse en la emoción que transmiten". El cartel provoca una emoción que se agiganta conforme los ojos del que lo mira se detienen en la humildad del rostro retratado.
Destaca la minuciosidad con la que la pintora ha plasmado las manos del Señor, "alcanzando su paleta de color a trascender todos los misterios de esas veneradas manos, desde la fuerza que le dio Mesa, a la que le da el pueblo beso a beso".
El cartel del IV Centenario debe encuadrarse en la categoría de retratos de la artista. Se trata del retrato de un Rey, el Rey de Reyes, plasmado sobre un fondo neutro, del que emerge el elemento sobre el que no cabe mayor distracción, el Rey Cautivo.
Los colores del Señor sirven para marcar los planos y plasmar esa soledad no de la imagen, sino la que siente el devoto al situarse frente a ella, adentrándose con discreción en la amplia paleta de morados, del malva al negro en su túnica. O en los vaporizados tonos púrpura con los que se da textura al plano inferior. Ambos son los colores con los que se viste al Señor.
Carmen Laffón es innegablemente la artista plástica sevillana de mayor importancia desde la segunda mitad del siglo XX. Se formó como pintora con González Santos y después ingresó en la Escuela de Bellas Artes. Completó su formación en Madrid, Roma y París. Recibió el premio Nacional de Bellas Artes en 1982, fue distinguida con la Medalla de Plata de Andalucía y es académica de la Real Academia de San Fernando.
Artista universal, su obra se ha intentado encuadrar dentro de la pintura realista española, el realismo lírico o de abstracción contenida, aunque su estilo debe ser considerado único e independiente de las corrientes con las que ha convivido y a las que se ha mantenido muy unida, tanto en sus años de formación, como de creación en la Galería Mordó, en el taller, o con sus inseparables compañeros de dibujo, según destaca la hermandad.
Su obra se puede admirar en multitud de museos y colecciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Metropolitan Museum de Nueva York o la Fundación Juan March.
La pintora no se ha prodigado en el cartelería de temática religiosa, aunque sí ha firmado varios carteles de singular importancia. Como el de la Semana Santa de Sevilla de 1983, que entonces editaba el Ayuntamiento, presidido por el frontal del paso de palio de la Candelaria; o el de la Hermandad de la Macarena del año 2013. Ese mismo año pintó también el paño de la Verónica para la Hermandad del Valle.
La Hermandad del Gran Poder se suma ahora a este reducido grupo gracias al ofrecimiento años atrás de Laffón de pintar al Señor y al IV centenario.
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