Dos Hermanas recupera el máximo esplendor de la Romería de Valme
Romería de Valme
La romería fue declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en septiembre
La Romería de Valme, en imágenes
Amanecía en la ciudad de Dos Hermanas con el sonido de las campanas de la Parroquia de Santa María Magdalena y el cante del Váleme, Señora, tras la tradicional misa de romeros. Como cada tercer domingo de octubre, miles de nazarenos y devotos asistían la Romería Nuestra Señora de Valme, declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía el pasado mes de septiembre.
Se ponía fin a unas intensas vísperas, en las que se celebraron distintos cultos en su honor, como la función principal, el pregón, que este año ha sido pronunciado por Antonio Miguel Bascón, el solemne quinario, las ofrendas florales o el solemne besamanos, entre otros.
La pandemia impidió que estos dos últimos años pudiera celebrarse, en su formato habitual, esta multitudinaria y popular romería, que congrega cada otoño a 200.000 romeros. Regresó este domingo, para la alegría y el gozo de sus fieles, coincidiendo con el Año Jubilar concedido por la Iglesia con motivo del cincuentenario de su coronación canónica.
La Virgen era entronizada en su voluminosa carreta, a las ocho de la mañana, decorada con flores de papel de seda, en colores blancos, rosas y verdes, y exornada con grandes canastos llenos de nardos. En esta ocasión, la Señora portaba el manto de castillos y leones bordados en plata sobre terciopelo rosa, donado por la hermana Flora Mejías y realizado por las Hermanas Adoratrices en 1972.
Balcones engalanados con mantones y colgaduras en un ambiente festivo en la ciudad de Dos Hermanas. Tras pasar frente a la Casa Consistorial, se vivieron momentos emotivos en la esquina de los Cuatro Cantillos, donde la carreta de la Virgen recibió la primera lluvia de pétalos de la mañana, y en su llegada a la calle Botica, donde un grupo de jóvenes cantó desde un balcón. El coro de la hermandad volvería a cantar, minutos más tarde, desde la Villa Pepita y otros puntos del camino.
Los vecinos recibían con vivas, aplausos y sevillanas a la que es su Protectora y Patrona del Ayuntamiento local. Un total de 17 carretas, mas 29 de galeras tiradas por bueyes y otras 13 por mulos, conformaban la multitudinaria y vistosa comitiva, acompañada por cientos de romeros a pie, además de casi tres centenares de jinetes y amazonas a caballo. Impresionantes estampas las que produjeron en las proximidades de la barriada de Bellavista, al filo del mediodía.
El momento culmen se produjo con la llegada de esta la Virgen de Valme al Real Santuario de Cuarto, pasadas las dos de la tarde, donde tuvo lugar la santa misa en su honor, presidida y predicada por Manuel Sánchez de Heredia, párroco de Santa María Magdalena y director espiritual de la Hermandad de Nuestra Señora de Valme Coronada y San Fernando.
Precisamente, este Santuario fue mandado a construir por Fernando III el Santo, en 1248, cumpliendo su promesa a la Virgen de Valme tras la Conquista de Sevilla. Un hecho que parecía providencial, dado el mal estado de sus ejércitos.
Tras el almuerzo al aire libre y un breve descanso, en el que hubo lugar para los cantes y bailes por sevillanas, se rezó el santo rosario en un ambiente de máximo fervor. A las seis de la tarde, bajo un cielo gris plomizo, comenzó el regreso hacia Dos Hermanas, donde esperaban la llegada de la comitiva en torno a las diez de la noche.
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