Las iglesias que protagonizan la Semana Santa de Sevilla

Sevilla es ciudad de iglesias. De conventos, monasterios, capillas y una gran Catedral. Los templos forman parte del paisaje urbano de cada barrio, especialmente en el centro de la ciudad, donde se multiplican. De todos los existentes y activos, hay más de medio centenar que participan en la Semana Santa de Sevilla. A la actividad habitual de un templo, suman cultos cofradieros y procesiones que han hecho crecer la feligresía y la devoción a las imágenes de muchas de ellas.

Diario de Sevilla recorre, a través de palabras e imágenes, la historia de estos templos y su vinculación con las hermandades que procesionan en la Semana Santa. Desde el Arco de la Macarena a la Iglesia de San Sebastián en el Porvenir, pasando por el barrio León de Triana, la Magdalena o el Cerro del Águila. Cada una diferente a la otra. Únicas y, al mismo, tiempo iguales, pues todas dan culto a valiosas tallas cofradieras que una semana al año recorren las calles de Sevilla.

El itinerario de iglesias cofradieras coincide con el orden en que sus cofradías llegan a la Carrera Oficial de la Semana Santa de Sevilla. Por tanto, la primera es la iglesia del Salvador y la última la de Santa Marina, aludiendo a la Borriquita y la Resurrección. 61 hermandades en 55 iglesias. Miles de sevillanos resumidos en medio centenar de edificios religiosos que explican la historia de la capital andaluza.

Monumentos de centro y de barrio

Sevilla se explica a través de sus iglesias. Desde la Catedral, una de las mayores y más esplendorosas del mundo, hasta la capilla más recóndita. La ciudad se vertebra gracias a sus templos, que han sobrevivido el paso del tiempo, teniendo como vecinos huertas en el pasado y bloques de pisos en el presente. Son monumentos que aparecen en las guías turísticas y en las conversaciones diarias de los sevillanos, que les dan vida y las hacen parroquia.

Estas iglesias, además, presentan casi todos los tipos de tipologías que existen. Aparte de la Catedral, Sevilla tiene conventos como el de San Buenaventura, iglesias como la de Santa Catalina, santuarios como el de los Gitanos, capillas como las de los Marineros, basílicas como las del Gran Poder o, incluso, un templo dentro de una universidad como el de los Estudiantes. De todas ellos salen pasos durante la Semana Santa, siendo así ejemplo de convivencia entre la vida diaria parroquial y la de las hermandades.

El patrimonio con que cuentan estos edificios religiosos es notable, ya que albergan pinturas y esculturas como si de un museo se tratase. Artistas como Juan Martínez Montañés, Bartolomé Esteban Murillo, Juan de Valdés Leal o Juan de Mesa son protagonistas en las iglesias sevillanas. Sus obras, salpicadas en muros y retablos, son reclamo para visitarlas durante todo el año. Aunque la Semana Santa sea su momento más especial por su salida a las calles de Sevilla.

La historia de la ciudad, desde la conquista del rey San Fernando, hasta nuestros días, en que se siguen ampliando puertas para que salgan pasos, está escrita a través de las iglesias. Son puntos de encuentro, tanto para el visitante como para el habitante, que hace vida junto a ellas en bancos o veladores. Un ejemplo de su influencia es la nomenclatura de calles y bares aledaños a ellas. Nombres de iglesias, cristos y vírgenes se suceden como tentáculos para que parte y llegan hasta las iglesias de Sevilla.