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Primer viernes de marzo en Sevilla marcado por la crisis del coronavirus

La Hermandad del Silencio suspendió el besapie por precaución tras las recomendaciones del Arzobispado.

Los fieles en el besapiés del Silencio. / José Ángel García

Sin miedo pero sí con responsabilidad. El primer viernes de marzo, uno de los días más esperado por los cofrades cada cuaresma, ha estado marcado este año por la incidencia del coronavirus. Se sintió en los besamanos, tras la recomendaciones del Arzobispado, sobre todo en San Antonio Abad, donde sólo los que acudieron por la mañana pudieron besar el talón del dulcísimo Nazareno. También fue una jornada con numerosos actos extraordinarios, como el vía crucis con el Señor de la Paz, de la Hermandad del Carmen, que celebra el 25 aniversario de la fundación de la hermandad. En la Casa de Pilatos, la Pía Unión celebró el tradicional vía crucis, especial este 2020 por cumplirse el 500 aniversario de la llegada de Don Fadrique Enríquez de Ribera tras su periplo por Tierra Santa, que tanta incidencia tuvo después en la ciudad de Sevilla.

En San Ildefonso, como es habitual, se volvieron a escuchar las plegarias y los rezos al Cautivo y donde se hizo una petición muy especial a los fieles y devotos.

El primer viernes de marzo transcurría con relativa normalidad en Sevilla, pese a que en otras ciudades españolas se habían suspendido los besamanos y besapiés para evitar posibles contagios por el coronavirus. En San Lorenzo, San Esteban, Santa Genoveva, la capilla de San Andrés, Jesús antes Anás, el Señor de la Salud y Buen Viaje, el Cautivo, o el Señor del Soberano Poder en su Prendimiento, recibían a los fieles como cada año. También en San Antonio Abad, donde la presencia de devotos fue masiva desde por la mañana.

El besapiés del Silencio se cerró por la tarde. / M. G.

En el presbiterio de la Real Iglesia esperaba Jesús Nazareno a los fieles. Sereno. Majestuoso como cada año. Los fieles pasaban al besapie como cada año. Y como cada año también, algunos besaban el talón y otros no. A esa no había ninguna recomendación del Arzobispado. Sí habían dicho las autoridades sanitarias que los besamanos y besapiés suponían una práctica de riesgo. En San Lorenzo, los devotos también besaban la mano a Jesús ante Anás, y en San Esteban el pie al Señor de la Salud y Viaje, allí ante la atenta mirada de los reporteros de televisión que buscaban la imagen y las declaraciones de los cofrades.

Se esperaba que hubiera alguna recomendación o indicación por parte del Arzobispado cuando el arzobispo, monseñor Asenjo, regresara de Madrid, donde ha permanecido toda la semana en la plenaria de la Conferencia Episcopal. Así fue. Al filo de las tres de la tarde llegó un comunicado con las oportunas indicaciones para los besamanos y otras recomendaciones para las misas. "Se recomienda que se realicen a través de la mirada a la imagen sagrada o a través de una inclinación de cabeza, evitando los besos y también el tacto de las sagradas imágenes", advertía el Arzobispado.

No había suspensión o prohibición, pero sí una recomendación clara. En San Antonio Abad optaron rápidamente por la prudencia. Rodearon al Señor con un cordón y colocaron un cartel antes de los escalones que conducen al besapie en el que reproducían la indicación del Arzobispado y "rogaban" que fuera atendida. Junto al Nazareno, los servidores también transmitían la misma indicación a los devotos.

Besamanos al Cautivo del Tiro de Línea / M. G.

En San Antonio Abad no tuvieron dudas, aunque alguien advertía que se adoptaba un peligroso precedente. Tampoco vacilaron otras hermandades que, por el contrario, decidieron no variar nada de sus besamanos y besapiés y permitir que los hermanos y fieles pudieran acercarse a las imágenes de su devoción. Las corporaciones, eso sí, difundieron a través de sus redes sociales el comunicado de Arzobispado e hicieron una llamada a la responsabilidad.

El Arzobispado, de cara a los cultos de la cuaresma y la próxima Semana Santa, también recomendaba que la distribución de la sagrada comunión se realizara preferible en la mano, que era muy aconsejable retirar el agua bendita de las pilas situadas en la entrada de los templos, que no era conveniente ni estrechar las manos ni besar en el rito de la paz, aconsejando un gesto sencillo como la inclinación de la cabeza y, por último, pedía a los sacerdotes, diáconos y acólitos instituidos que antes y después de distribuir la sagrada comunión se lavaran las manos.

Los devotos llevan velas al Cautivo de San Ildefonso. / José Ángel García

Multitudinaria fue un año más la presencia de devotos en San Ildefonso para encontrarse con el Cautivo. En una de las misas de la mañana, el párroco y canónigo de la Catedral, Geraldino Pérez Chaves, hacía un llamamiento para aunar esfuerzos y pedir la medalla de la ciudad para esta imagen, cuya devoción es honda, profunda y extensa, como puede serlo la del Señor del Gran Poder.

Cerca de San Ildefonso, en la Casa de Pilatos, se celebró el tradicional Vía Crucis de la Pía Unión en el 500 aniversario del regreso de Don Fadrique Enríquez de Ribera, primer Marqués de Tarifa, de su viaje de Tierra Santa. Don Fadrique fue fundamental para introducir la práctica del vía crucis en Sevilla, Europa y América y para traer hasta la entonces boyante ciudad puerto y puerta de América el arte del Renacimiento, cuyo principal ejemplo es su residencia palaciega.

El Vía Crucis de la Pía Unión se celebró un año más por las galerías de la Casa de Pilatos. / Juan Carlos Vázquez

En la homilía previa a la celebración del vía crucis por las galerías de la Casa de Pilatos, el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, repasó el periplo de Don Fadrique por Tierra Santa y la importancia de su figura; e hizo un llamamiento a vivir la cuaresma siguiendo una serie de preceptos para encontrarse con el Señor: la oración más larga y sincera de loa habitual; buscar espacios para encontrarse con el Señor en silencio; la penitencia y la mortificación con sencillos gestos como desconectar el móvil, apagar la televisión, o dejar de fumar; y la renovación de la fraternidad.

Antes de finalizar la misa, monseñor Asenjo expuso a los hermanos mayores las medidas adoptadas por el Arzobispado para evitar la propagación del coronavirus.

El vía crucis del Señor de la Paz. / Juan Carlos Vázquez

En este primer viernes de marzo también tuvieron lugar numerosos vía crucis por las calles de la ciudad. Desde el extraordinario con el Señor de la Paz del Carmen, a los tradicionales de Padre Pío, el Polígono San Pablo o Santa Cruz, que volvió a deparar las más bellas estampas del Cristo de las Misericordias por las más bellas callejas de la ciudad.

También hubo tiempo para asistir al primer día del triduo heterodoxo organizado por La Muy. En esta ocasión, tocaba hablar de los cronitas heterodoxos de la Semana Santa.

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