Pórtico de la cuaresma

"En las hojas del tiempo con amor infinito...". Bailan los Seises con sus ternos rojos ante el Santísimo. La Catedral acoge el Triduo de Carnaval, una de las tres ocasiones en las que se puede disfrutar de una de las tradiciones más antiguas de Sevilla, quizás sea ésta también la más desconocida. Las otras son las octavas de la Inmaculada y la del Corpus. Bailan y cantan los Seises -los cantores también lo son- para dar la bienvenida a la cuaresma ante la atenta mirada de los centenares de personas que llenan la nave del crucero y que no se pierden detalle.

La celebración eucarística es breve. Apenas media hora. Ayer presidió el canónigo Antero Pascual. En su homilía señaló cómo hay que prepararse para vivir la cuaresma que mañana comienza: "El reto es vencer todo lo que queremos y no vivir pendientes de nosotros mismos. Tenemos que tener el corazón abierto. Tenemos que preparar el corazón para que sea la morada de Dios". Los Seises, que se llaman así porque originariamente eran seis, aguardan a que finalice la homilía sentados en el coro, frente al retablo mayor cuya restauración terminará en primavera. Ante el altar de plata de Laureano de Pina se entona En las hojas del tiempo, una copla compuesta por Manuel Castillo (música) y Francisco Gil Delgado (letra). Saludan al Señor quitándose el sombrero y comienzan la danza salpicada de castañuelas. En las hojas del tiempo tiene otra letra que es la que entona la escolanía para la Inmaculada. La del Triduo de Carnaval es la misma que suena durante los días del Corpus.

También por tradición, los Seises, dirigidos por el Maestro Mayor de Capilla de la catedral, Herminio González Barrionuevo, proceden del Colegio Portacoeli. Es en quinto curso cuando se hacen las pruebas para entrar y están tres años en la formación. Los que bailan diez varones. Los cantores son alrededor de 20, en su mayoría niñas.

Hoy, a las 17:30, es la última oportunidad para disfrutar del baile de los Seises en el Triduo de Carnaval. Pórtico de la cuaresma que mañana comienza.