La Policía descarta cualquier tipo de organización en los disturbios de la Madrugada
incidentes de la madrugada
Los detenidos no tienen conexión alguna entre ellos.
La psicosis por el temor a un atentado generó un efecto dominó de las avalanchas.
sevilla/Un cúmulo de circunstancias. Una serie de chispas que saltaron casi al mismo tiempo y desencadenaron una ola de pánico colectivo que generó un efecto dominó y se expandió por todo el centro de la ciudad en cuestión de segundos. No había nada organizado ni preparado de antemano ni existe conexión alguna entre los tres grupos de detenidos. Esta es la principal hipótesis con la que trabaja la Policía Nacional acerca de los sucesos de la Madrugada. Los investigadores han llegado a esta conclusión tras analizar 16 vídeos de medios de comunicación y/o colgados en redes sociales e interrogar a 47 testigos directos de los hechos, 33 de los cuales llamaron a la Policía para alertar de los hechos y otros 15 resultaron heridos en las distintas avalanchas.
Todo sucedió entre las cuatro y las cinco de la mañana. Según apuntaron fuentes de la investigación, uno de los focos fue una pelea en un bar de la calle Arfe mientras pasaba la cofradía del Gran Poder. En esa pelea, ocurrida a las cuatro y cinco minutos, llegaron a sacar del local a un hombre a empujones, al que lanzaron sobre los nazarenos que pasaban por la puerta. Esto generó una primera carrera que afectó a la cofradía del Gran Poder, que causó un posterior movimiento de personas que se propagó con rapidez y en círculo por toda la ciudad. La Policía lo achaca a la psicosis que existe actualmente por el temor a un atentado terrorista. El público comenzó a correr en busca de refugio pensando que ocurría algo. Hubo quien corría para meterse en un portal o en un edificio o quien lo hacía para salir a una vía abierta. La telefonía móvil y las redes sociales también propagaron este pánico.
Los ocho detenidos alimentaron estos disturbios, pero no fueron los que los generaron. El primer arresto ocurrió a las tres y media en la calle Reyes Católicos. Fue un senegalés que gritaba Alá es grande al paso del Cristo de las Tres Caídas. A las cuatro y media, la Policía Local detuvo a tres delincuentes comunes en Marqués de Paradas esquina Julio César. Venían alborotando desde la plaza del Museo, golpeando contenedores, papeleras y otros elementos del mobiliario urbano con las barras de unas sillas plegables. Gritaban consignas a favor de ETA, aunque no tienen relación alguna con la banda.
A esa hora ya se habían registrado al menos una veintena de avalanchas por el centro. La que provocó más heridos fue la de la plaza del Triunfo, por donde pasaba el Gran Poder. Hubo carreras en el Salvador, Cuna, Villegas, la Avenida de la Constitución, Reyes Católicos, Arfe, Adriano, la plaza del Duque, Santa Ángela de la Cruz, la plaza de la Magdalena, Rioja, San Pablo, Sierpes... Prácticamente en todo el centro. La teoría principal que barajan los investigadores es la del efecto dominó, provocado principalmente por la psicosis y el pánico colectivo. Estas avalanchas recorrerían la ciudad en cuestión segundos sobre las cuatro y diez de la mañana.
Sobre las seis habría una serie de réplicas de menor intensidad. Fue entonces cuando se detuvo a otras cuatro personas. Dos en el Salvador por parte de los policías nacionales que escoltaban el paso del Señor de la Sentencia y otros dos por la Policía Local en Argote de Molina. También se identificó a un grupo de siete chicas, algunas de ellas menores, que corrían y se reían de la gente que se asustaba en la avenida de la Constitución.
Los detenidos no tienen relación entre ellos, lo que lleva a los investigadores a trabajar con la hipótesis de que no hubo concierto ni confabulación alguna. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, quiso este lunes reforzar este mensaje y destacó que no hay "ningún indicio de que los incidentes estuvieran concertados o confabulados por motivos religiosos, ideológicos, políticos o terroristas, a pesar de que algunos de los detenidos lanzaban consignas a favor de ETA o gritaban Alá es grande". La Policía pretende hacer la investigación más exhaustiva posible, y por ello pide a todas las personas que fueran testigos directos de los hechos que se pongan en contacto con los investigadores en el correo electrónico sevilla.bpi@policia.es o a través del número de teléfono gratuito 900101091.
La fiscal jefe cree que se les puede imputar delitos de lesiones
La fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, explicó ayer que no descarta que en el curso de la instrucción se pueda atribuir un delito de lesiones a siete de los implicados en los incidentes de la pasada Madrugada, si se confirma que su actuación pudo motivar las lesiones que han sufrido algunas de estas personas. María José Segarra aseguró a este periódico que en este momento hay que esperar cómo avanza la investigación policial y judicial, que continúa "de forma exhaustiva" para conocer lo que sucedió en la madrugada del pasado Viernes Santo. "En esta investigación va a ser importante todos los lesionados y la zonas de que proceden en relación con los detenidos y donde se produjeron tumultos aislados", dado que se podría "barajar imputarles además un delito de lesiones, a título de dolo eventual". Para ello habrá que ver dónde se produjeron estas lesiones -en los distintos incidentes resultaron heridas 17 personas- y las horas en las que tuvieron lugar, para ver si coinciden la zona y el tiempo. Segarra añadió que la investigación debe de continuar para "analizar todo lo sucedido y como prevención para los próximos años". Además, Segarra no descarta que de esa investigación que se está llevando a cabo y del análisis de las grabaciones puedan producirse nuevas implicaciones en los incidentes de La Madrugada. La fiscal jefe destacó que el público que asistía a los cortejos procesionales actuó "con mucha madurez y buena voluntad", hasta el punto de que destacó la implicación de los ciudadanos para "aislar y retener hasta la llegada de la Policía a cuatro de los detenidos". En cualquier caso, la fiscal señaló que tras estos incidentes es importante "sobreponerse" a las situaciones de estrés y pánico. / J. Muñoz
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