Las Penas de San Vicente regresa a su capilla tras las obras de conservación
PATRIMONIO
La cofradía del Lunes Santo ocupa este altar desde 1946
Las imágenes de Nuestro Padre Jesús de las Penas, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista, pertenecientes a la Hermandad de las Penas, ya se encuentra de nuevo ubicadas en su capilla de la Parroquia de San Vicente Mártir, tras las obras de mantenimiento y conservación realizadas este verano sobre la misma.
Los titulares de la citada cofradía del Lunes Santo han permanecido estas semanas atrás en el presbiterio del templo, mientras se desarrollaban estas labores. Desde este momento las misas de hermandad y los cultos volverán a celebrarse en la capilla, como es habitual.
Historia de la capilla
Este recinto, en la antigüedad, estaba subdividido en dos capillas; una al fondo, con entrada por el altar mayor, donde se veneraba la Virgen del Rosario. Cuando le fue cedida a la Hermandad de las Penas, en 1946, figuraba en ella el Señor de la Divina Misericordia, ya que dicha Virgen pasó a presidir la Capilla Sacramental en 1884. En la otra capilla, la delantera, se veneraba la pequeña imagen de la Inmaculada, ahora en el retablo mayor. Anteriormente, en esta capilla estuvo colocado el relieve del Descendimiento.
Fue restaurada bajo la supervisión del arquitecto José Granados en 1946, y posteriormente por los hermanos Arrieta Viñals en 2001. Sus paredes están recubiertas por un bello zócalo de azulejos, realizado por Hernando de Valladares en 1602. Figuran en él escudos de los Ponce de León, patronos de la capilla, y su tipología es similar a otros paños de azulejos que se encuentran en el Alcázar y en diversas iglesias sevillanas.
El retablo es de estilo Barroco, del siglo XVIII, como lo delatan sus estípites. Se desconoce de donde procede, ya que aparece cortado y adaptado a las dimensiones del lugar que ocupa. Fue recompuesto en 1785. Tiene dos cuerpos, divididos en tres calles. En el ático aparece un tondo con Cristo en la Cruz, mientras que en las calles laterales hay diferentes lienzos con temas marianos: Desposorios con San José, Nacimiento de Jesús, Anunciación y Presentación en el Templo. Obras de escuela sevillana, coetáneas del retablo. En el año 1996, durante la restauración de la Parroquia, fueron sustraídas dos de ellas: el Nacimiento y la Anunciación, sustituidas tras la reapertura de la misma por dos lienzos representando a San Isidoro y San Juan Bautista, obras del pintor contemporáneo R. Navas.
La calle central, que se adelanta respecto a las otras, está presidida por un camarín en el que se veneró hasta 1994 la imagen de María Santísima de los Dolores, pues la de Nuestro Padre Jesús de la Penas no cabía. Encima, la Virgen estaba colocada a una considerable altura, pues el segundo cuerpo de la calle es superior al de las laterales. Remata el cuerpo, sobre la cornisa, el anagrama de María, orlado de resplandores en dorado, y dos grandes jarras de flores sobre molduras que arrancan del segundo cuerpo. Las calles laterales rematan también en jarras.
Tras la restauración de 2001 se cerró el camarín, y se situó delante del retablo a la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas, sobre un pedestal de mármol, colocándose la Virgen de los Dolores, en otro pedestal en el lado de la epístola, en el lugar que antaño -hasta 1994- ocupara el Señor de las Penas, y en el lado del Evangelio, frente a la Dolorosa, la talla de San Juan Evangelista, ambos enmarcados por unos arcos dorados y forrados de terciopelo granate.
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