Martes Santo. La polémica que crispa la cuaresma
Las declaraciones de Asenjo
La postura de las hermandades del día ha agotado la paciencia del arzobispo
Hartazgo. El arzobispo se ha cansado del Martes Santo. Acostumbrado a mostrarse cauto en sus declaraciones, monseñor Juan José Asenjo no ha disimulado este viernes que el empecinamiento de las hermandades de la jornada por avivar la polémica sobre el plan establecido por el Consejo de Cofradías empieza ya a agotarle la paciencia. Lo ha dicho en corto y por derecho: "¡Que nos dejen en paz!". Unas declaraciones que llegan días después de que algunas corporaciones hayan vuelto a quejarse sobre la "imposición" de la institución que preside Francisco Vélez y de que se haya convocado, incluso, un cabildo para informar a los hermanos a pocos días de la Semana Santa.
Un aldabonazo en toda regla. La presión que están intentando ejercer las cofradías del Martes Santo empieza a molestar al prelado hispalense, que hasta ahora había mostrado una actitud conciliadora. Desde que se dio a conocer el plan del Consejo para este día -en el que se recupera el sentido tradicional de la carrera oficial (de la Campana a la Catedral), en contraposición a lo ocurrido en 2018- las críticas por parte de las corporaciones de la jornada no han cesado. Las últimas se han producido esta semana, cuando los Estudiantes publicó un comunicado en el que anunciaba que daría un rodeo hasta la Puerta de Triana para evitar el parón al que prácticamente se veían "obligados" por el itinerario establecido por la institución de San Gregorio. A ello suma la convocatoria de un cabildo informativo para el 5 de abril, a 10 días de la estación de penitencia, para informar a los hermanos sobre la "imposición".
La corporación universitaria no es la única que ha hecho pública su queja después de que el plan del Consejo fuera avalado por el Cecop (Ayuntamiento) y el Arzobispado. San Esteban también hizo lo propio, al considerar que su cofradía era la más perjudicada al abrir la jornada y entrar aún con sol.
Tales consideraciones no han hecho más que caldear un ambiente que ya estaba bastante crispado antes de que se iniciase la cuaresma. Y ello, pese a que monseñor Asenjo, en la recepción que celebra el día de Nochebuena, invitó a las corporaciones del Martes Santo a solucionar las diferencias con el Consejo cuanto antes por la vía del diálogo.
Sin embargo, las hermandades no estaban dispuestas a dar su brazo a torcer tan fácilmente. Querían volver a repetir el modelo del año pasado: de la Catedral a la Campana. De ahí que después de que el Consejo diera a conocer su plan, hayan sido bastantes las piedras colocadas en el camino, entre las que se incluye un vídeo en el que muestran los supuestos "puntos débiles" de los horarios, itinerarios y orden del día establecidos por el equipo de Francisco Vélez.
Esta crispación ha llegado al límite. Al cansancio. Así lo ha evidenciado este viernes el arzobispo en las declaraciones que ha realizado tras la presentación de un informe sobre libertad religiosa, que pone de manifiesto la persecución que sufren muchos cristianos. Tras conocer estos datos, llegó la pregunta de un periodista: "¿Qué le parece que en el mundo se debatan sobre estos problemas y aquí aún estemos con la polémica del Martes Santo?".
La respuesta de Asenjo comenzó con un elogio a las hermandades: "Tienen cosas buenas, muchas iniciativas de formación, apostolado, ayuda a los pobres". Un aspecto positivo que se ve solapado por asuntos como el que está marcando esta cuaresma. "Cosas que quedan solapadas por estas cuestioncillas que nos ocupan, no semanas, ni trimestres; semestres y años enteros", aseveró el prelado, quien fue a más en su intervención y dio un aviso claro a las corporaciones del día. "Dicen que obedecen por fidelidad al arzobispo, pero que no están de acuerdo y volverán a replantearlo. Yo les pediría que nos dejaran en paz y que dejaran que la vida, rica y fecunda de las hermandades, brillara, sin que fuera solapada por estas cuestioncillas".
El arzobispo recalcó que las estaciones de penitencia se realizan a la Catedral en el "sentido tradicional". "Dicen que el Consejo, con el apoyo del arzobispo, les ha impuesto una solución que es volver a lo anterior, es decir, que en vez de peregrinar desde la Catedral a la Campana, volver a la praxis anterior: desde la Campana a la Catedral. Pues no en balde, las estaciones de penitencia se denominan estaciones de penitencia a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana", apostilló.
Aunque suele ser comedido en sus declaraciones, no es la primera vez que Asenjo se muestra contundente en temas cofradieros. En 2010, al poco de ocupar la sede hispalense, criticó la "falta de eclesialidad" de los hermanos de la Esperanza de Triana por negarse a que el Cristo de las Tres Caídas participara en el Vía Crucis de la JMJ en Madrid. En 2017 instó a las hermandades a "no alterar" la dinámica de la ciudad con la proliferación de cultos externos y les apremió a presentar las cuentas en el Arzobispado.
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