Martes Santo con pasos, 1.449 días después

Dos años de pandemia y uno de lluvia provocaron una espera de récord para volver a ver cofradías en esta jornada

Mucho público se agolpó en la zona de las Setas, el Salvador y la Cuesta del Rosario

Vídeo: Procesiones del Martes Santo en directo

Salida completa de San Benito en el Martes Santo de Sevilla 2023 / Víctor Rodríguez

En el calendario de la bodeguita La Chicotá, en la calle Oriente, ya es por fin Martes Santo. Se acabó la cuenta atrás, quizás la más larga de la historia reciente. El contador volvió al cero. Cuatro años hubo que esperar para ver de nuevo pasos en la Calzá, en el Cerro, en la Puerta de Carmona, en Santa Cruz, en la Judería, en la calle Feria, en San Lorenzo y en la Universidad. Dos años de pandemia y uno de lluvia. 1.449 días desde el último Martes Santo con pasos, según anunció la primera de las hermandades del día, la del Cerro, en sus redes sociales.

Y amaneció un día raro, nublado, incluso algo de frío en las primeras horas, sin sol pero con una claridad cegadora. Apetece manga larga y gafas de sol a mediodía, cuando ya la cruz de guía del Cerro se pierde por Ramón y Cajal en busca de cómo sortear la obra del tranvía. En la cervecería Urbión una voluntaria de Protección Civil reparte a unos niños unas pulseras para que los padres le escriban sus números de teléfono ante una posible pérdida.

La cofradía avanza a buen ritmo. Llega el primero de los pasos, el del Nazareno de la Humildad, con su túnica tornasolada y la enorme cruz que le da patetismo al conjunto. Suena una saeta a pie de calle. Al Señor se le ha aflojado un brazo durante la salida, problema que se le corregirá más adelante. Sigue sin hacer calor. El vendedor ambulante que ofrece agua, refrescos y cerveza no vende nada. Tiene guasa que no se pueda comprar cerveza en los bares al paso de una cofradía pero sí haya una legión de vendedores ambulantes que las ofrezca en lata.

Entrada en Campana de la Virgen de los Dolores del Cerro en el Martes Santo de Sevilla 2023

Tampoco venden nada los de los globos de helio, un producto al que le ha llegado también el subidón del IPC. A siete euros cada uno. "Papá, yo quiero el de Bob Esponja". "Déjalo, niño, que viene el paso". El vendedor se queda con los globos y la atención del pequeño se centra en el Cristo del Desamparo y Abandono. El encargado de los monaguillos los saca del cortejo para que los niños beban y hagan sus necesidades. La cofradía se corta, hay un claro sin nazarenos y a lo lejos, en el Matadero, se intuye la llegada de la Virgen de los Dolores. El capataz, Juan Antonio Guillén, va pegado al lateral del paso con mascarilla negra. Debe ser difícil mandar con el cubrebocas.

Avanza el día sin sol pero sin riesgo de lluvia. La temperatura es agradable y coinciden en el tiempo tres salidas: la de San Esteban, la de la Candelaria y la de San Benito. Tres cofradías relativamente cercanas. Arranca la de San Esteban, en la que vuelve a sonar La clámide púrpura detrás del misterio, interpretada por la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, que vuelve tras años de ausencia. Poco después se produce de nuevo el milagro de la salida del palio de la Virgen de los Desamparados. Cuerpos a tierra y costaleros de refresco ayudando desde fuera. Más a tierra, manda el capataz. El palio da un perillazo en uno de los dientes de la ojiva. Como mandan los cánones.

En la Candelaria los políticos hacen campaña. Juanma Moreno Bonilla llama al paso en presencia de Alberto Núñez Feijóo. Es año electoral y las cofradías son un escaparate importante. La cúpula del PP presenció la salida de la hermandad después de comer croquetas en Casa Ricardo. O al menos eso tuiteó el presidente de la Junta. Levanta Juanma el paso y el capataz manda la derecha adelante y la izquierda atrás. Es sólo una indicación necesaria para mover el paso hacia la puerta, nada más.

Salida del Señor de la Salud y la Virgen de la Hermandad de la Candelaria / José Ángel García

En San Benito se suceden las emociones, recuerdos a Pascual González y a Carlos Morán, capataz histórico del Pilatos. Aquí la espera ha sido algo más corta, pues en diciembre de 2019 pudieron ver el palio de la Virgen de la Encarnación. Arriba el Hijo de Dios. Sale Pilatos con Presentado a Sevilla, su marcha ya clásica. La banda del Cristo de la Sangre cumplió recientemente 30 años y lo celebra en plena forma, con una sentida interpretación de Réquien a la salida del crucificado.

Las tres cofradías coinciden en el entorno de Orfila, Laraña y las Setas. La gente se arremolina en la Encarnación para ver pasar San Esteban y San Benito. Las escaleras de las Setas son una tribuna improvisada con mucha más gente que el Domingo de Ramos. Hoy no hace tanto calor. En Imagen se ha instalado una fila de personas con sillitas plegables y se hace difícil cruzar. Por la plaza del Cristo de Burgos baja toda la gente que ha visto la salida de la Candelaria. En la Cuesta del Rosario hay varias filas de sillas esperando la llegada del Cerro cuando pasa la Candelaria. Y en Orfila no se cabe.

El misterio de San Esteban, el de la burla, gira hacia Javier Laso de la Vega con Recuérdame, una de esas marchas nuevas de Virgen de los Reyes con muchas campanas y ciertos tintes cinematográficos. Es difícil cruzar al otro lado de la Carrera Oficial. Hay que esperar que se desaloje el Salvador. La Cuesta del Bacalao está llena desde tiempo antes de que llegue el Cerro. Se avecina bulla importante en la zona.

Salida del Cristo de la Salud y Buen Viaje de la Hermandad de San Esteban / Juan Carlos Vázquez

Va cayendo la tarde y van saliendo las cuatro cofradías que queda. Lo hace la Bofetá de día, cuando es raro que a esta cofradía le dé la luz del sol. Con los Javieres y los Estudiantes, en cambio, pasa lo contrario, que son hermandades que han salido tradicionalmente a primera hora de la tarde. Se hace raro verlas tan tarde. Queda Santa Cruz, que suele ocupar siempre el último puesto de la jornada.

El Martes Santo se reordenará de nuevo el año que viene, en busca de una jornada sin retrasos ni problemas que debe ir ajustándose poco a poco con el paso de los años. Difícil tarea para unas cofradías que cada vez más parecen obsesionadas con los horarios y con la cantidad de minutos de retraso que deja cada una. Más aún con el incidente ocurrido al paso de la Virgen del Dulce Nombre en la Plaza de San Francisco, donde se enganchó el cable de la spidercam con una de las coronas del palio. Es la segunda vez que pasa algo así, después de que el Domingo de Ramos se enganchara con la palmera de la Borriquita.

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