'Luz de agosto', el libro de Carlos Colón para los Negritos
La Hermandad presenta este jueves esta obra que se enmarca en su 625 aniversario y la próxima coronación de la Virgen de los Ángeles.
Luz de Agosto, es el nombre del libro que Carlos Colón, consejero editorial de Diario de Sevilla y profesor de la Universidad de Sevilla, ha dedicado a la Hermandad de los Negritos con motivo de su 625 aniversario fundacional y los actos preparatorios de la coronación pontificia de la Virgen de los Ángeles, fijada para el próximo 18 de mayo en la Catedral de Sevilla, la presentación de esta nueva obra tendrá lugar este jueves en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla.
El libro recoge una antología de los artículos dedicados por Carlos Colón a la hermandad durante los últimos veinte años desde su recuadro La ciudad y los días de Diario de Sevilla. "Se trata de un cariñoso detalle de la hermandad, que ha tenido a bien reunir en este libro los artículos que cada dos de agosto, desde que nació este periódico hace 20 años, más algún Jueves Santo, he escrito sobre el jubileo de los Ángeles, sobre esta para mí tan querida hermandad y cofradía, y sobre sus titulares", explica Colón.
El cariño hacia la Hermandad de los Negritos y la devoción al Cristo de la Fundación le viene a Colón a través de su padre: "Me descubrió el jubileo del dos de agosto. Cariño y devoción que he trasmitido a mis hijos".
Luz de agosto, editado por Página del Sur, incluye 26 artículos más una presentación del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, que es hermano mayor efectivo de esta corporación como lo son desde hace siglos todos los arzobispos de Sevilla, un prólogo del catedrático Isidoro Moreno, hermano muy antiguo de la corporación y autor de La antigua hermandad de los negros de Sevilla. Etnicidad, poder y sociedad en 600 años de historia y una introducción del propio Colón.
Para Colón, la Hermandad de los Negritos es "un milagro histórico de supervivencia". Sus imágenes titulares, singularmente el Cristo de la Fundación, "uno de los tesoros de Sevilla". "La libertad total que Diario de Sevilla me ofrece en mi diario artículo de La ciudad y los días ha hecho posible esta continuidad de los artículos dedicados a esta hermandad en tiempos en los que los prejuicios parecen obstinarse en ignorar que las hermandades y los tesoros artísticos y devocionales que tan heroicamente han preservado a lo largo de los siglos son el patrimonio histórico, artístico, religioso y social más importante de esta ciudad que tan gran y antiguo patrimonio atesora".
La Hermandad de los Negritos, en sus más de 600 años de historia, ha ido superando toda clase de vicisitudes: "Esta pequeña corporación agrupaba a los últimos de entre los últimos, logrando pese a ello sobrevivir, cobrar pujanza, perseverar en su pequeña ermita de Los Ángeles mientras su vecino y poderoso convento de San Agustín desaparecía. Que los negros pudieran comprar, tras curiosas vicisitudes, el Cristo de la Fundación dotó a Sevilla de una de sus imágenes más poderosas, estremecedoras, síntesis perfecta de la espiritualidad de los siglos XVI y XVII, música de Tomás Luis de Victoria esculpida. Y esta obra de arte se ofrece a todos, y todos los días desde hace cuatro siglos, en la capilla de los Ángeles como un don gratuito a la ciudad".
La Hermandad de los Negritos, como resalta Colón, pese a ser de las más antiguas de la Semana Santa ha sabido adaptarse a los tiempos abriendo sin perder de vista su idiosincrasia: "Es un ejemplo de fidelidad a su historia, de amor obrando en el tiempo, de severidad no triste, de honda espiritualidad. Y a la vez de adecuación a los tiempos y modernidad con el palio de la Virgen de los Ángeles, obra maestra integral -bordados, candelabros, varales, corona- de Juan Miguel Sánchez tan valiente que tardó años en ser debidamente valorada. Tras la revolución regionalista de Ojeda o la reinterpretación de los antiguos palios metálicos que hizo Cayetano González con el de la Concepción, es lo más creativo que en lo que respecta a los pasos de palio haya creado esta ciudad".
El libro también cuenta con una cuidada selección de fotografías que muestran muestran la evolución de la corporación: "Es un recorrido histórico por el riquísimo patrimonio fotográfico de la cofradía, desde el último cuarto del siglo XIX a la actualidad, desde que Fundación iba en un paso neogótico con candelabros y una Magdalena arrodillada hasta su soberbio canasto de caoba, lo que incluye unos excepcionales paisajes urbanos (la cofradía pasando por la calle trasera del antiguo mercado de la Encarnación antes de su derribo parcial, cuando este llegaba hasta Puente y Pellón, por la Plaza de San Francisco con el Banco de España en construcción, por una Ronda de casitas bajas y grandes adoquines o por una estrecha calle Laraña) y una espléndida galería de tipos sevillanos".
Se trata de un libro que está por terminar, porque, como dice Colón en el prólogo, "mientras Dios me dé vida y tenga periódico en que hacerlo, cada dos de agosto puntualmente y algún Jueves Santo seguiré escribiendo sobre esta ejemplar y querida hermandad".
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