“Llama la atención que no podamos opinar sobre el precio de las sillas”
Manuel Alés | Delegado de Fiestas Mayores
Asegura que deben estudiar si el incremento de los precios debe conllevar también un aumento de la tasa para el Consejo
Estudia qué medidas puede aplicar la Policía Local contra las sillitas
El trianero Manuel Alés se estrena como máximo responsable municipal de las cofradías con importantes retos. La seguridad vuelve a saltar a la palestra de cara a la Semana Santa que se aproxima. Asegura que hay que estudiar los cambios de recorridos para mejorar la movilidad del público. Anuncia medidas contra las sillitas portátiles, con las multas como última opción contemplada, y se muestra expectante ante la gran procesión que clausurará el Congreso de Hermandades, sobre la que el Consejo y el Arzobispado le tienen de momento al margen. Es partidario de mantener la actual carrera oficial, al menos por el momento, y afirma sin tapujos que el Consistorio debe opinar sobre los precios de la sillas.
–Se estrena en el cargo, es su primera cuaresma y será su primera Semana Santa. ¿El peso de la responsabilidad supongo que será grande?
–Esto un regalo que me da la vida. Uno no sueña nunca con tener este cargo. Sueña con ser hermano mayor de su cofradía... pero ser delegado de Fiestas Mayores lo tiene todo: la responsabilidad de quien tiene la vocación de servicio público como yo; y por otro lado, poder trabajar en un entorno que me apasiona, como es el mundo de las hermandades. Responsabilidad, sí, pero lo afronto con mucha seguridad. Tengo un equipo espectacular.
–¿Qué papel debe adoptar el Ayuntamiento en la toma de decisiones de asuntos cofradieros, como recorridos, horarios, etcétera? ¿Debe intervenir o sólo escuchar y valorar?
–Entiendo que tiene que intervenir cuando haya elementos que puedan afectar a la convivencia ciudadana. En el caso de la seguridad, por ejemplo, entendemos que si alguna decisión puede afectar a la movilidad, intervendremos. Pero somos muy respetuosos con las decisiones que toman las hermandades. Al final, el Consejo lo forman las hermandades. Son ellas las que toman las decisiones, por ejemplo de los cambios en los días.
–¿Considera que hay un exceso de actos en la calle?
–Ayer mismo leía unas declaraciones del arzobispo que tienen bastante sentido: en la época postpandemia que nos ha tocado vivir había muchas peticiones que se quedaron atrás y se han acumulado. Entendemos que poco a poco todo irá volviendo a su ser. Si hablamos de los actos extracofradieros, evidentemente hay muchos a lo largo del año y los servicios públicos tienen que estirarse para darle cobertura. Han cambiado los tiempos y la cultura dentro de las hermandades. Donde antes había tres vía crucis ahora hay veinte y hay que irse adaptando poco a poco. Los servicios públicos se han adaptado a esa realidad. Éstos, evidentemente, son finitos, pero hasta el momento hemos podido cubrirlo con garantías.
–Hay veces que no se puede dar cobertura. Ocurrió con la reciente visita de la Virgen de Valme que no pudo ir finalmente al Ayuntamiento.
–La Policía Local y los servicios municipales sí pueden abarcarlo todo, y de hecho se cubre con garantías, pero siempre necesitamos planificación. El Cecop está para eso y funciona muy bien. Sabiendo los eventos con tiempo no hay problema, siempre teniendo cierto margen de flexibilidad, ya que puede haber un cambio de itinerario, o circunstancias que hagan que el evento se tenga que adaptar. Pero claro, a lo que no se planifica con tiempo suficiente tenemos que decir que no, lamentablemente.
–Un fenómeno que ha experimentado un auge en los últimos años es el de las llamadas procesiones civiles o piratas que no se realizan bajo el paraguas ni del Consejo ni del Arzobispado. ¿Se van a regular o limitar?
–Eso en Sevilla es como ponerle puertas al campo. La iniciativa de los cofrades no para. Pasa algo parecido con las cruces de mayo, que no las coordina el Cecop ni el Consejo. Este tipo de procesiones, que no están bajo el paraguas del Arzobispado ni del Consejo, dificultan que se le pueda dar cobertura. Estamos trabajando con el Consejo y el Arzobispado para ver de qué manera podemos canalizar estas procesiones a las que no podemos negarnos a ayudar.
–En los últimos años se ha realizado una reforma de algunos puntos de la carrera oficial. ¿Considera que este asunto está zanjado o cree que son necesarias más reformas o una nueva carrera oficial?
–Entiendo que ahora mismo no es necesario buscar modificaciones ni otra carrera oficial. Creo que hay otras cosas más importantes en las que poner el foco. Sí está claro que en la medida que los cortejos van cambiando, creciendo, se van incorporando nuevas hermandades, habrá que ir tomando decisiones. Pero ahora mismo considero que no es una prioridad.
–Sobre la carrera oficial, hemos visto cómo los precios se han incrementado un 125% en 25 años mientras que la tasa que el Consejo paga por utilizar la vía pública es muy baja. Apenas se recaudan 25.000 euros. ¿Cree que hay que revisarla?
Una posible revisión de la tasa de ocupación de la vía pública
–Eso lo revisó el gobierno anterior. Cambió el convenio. Hasta hace cuatro años el Ayuntamiento tenía que autorizar los precios de las sillas. Desde hace cuatro años el Consejo sólo informa. Nosotros tendremos que valorar si este incremento sustancial que ha habido este año puede afectar a la tasa, claro. Lo que sí creemos es que ese cambio sí es importante. Hasta 2019 el Ayuntamiento tenía que autorizar los precios. Desde esa fecha no lo hace porque el gobierno anterior lo modificó. Desgraciadamente no hemos podido intervenir. Podríamos haber valorado los precios pero el convenio no lo permite.
–El convenio se renueva ahora cada cuatro años.
–Hacer convenios largos da seguridad. Por lo tanto volver al modelo anual no me parece una buena opción. Que el Ayuntamiento deba autorizar los precios o tenga una opinión vinculante es algo que tenemos que valorar, pero sería lo más sano.
–¿Hay alguna modificación más que le gustaría incluir en el próximo convenio?
–Lo estamos estudiando. Estamos viendo ciertas cuestiones sobre la relación entre el Consejo y el Ayuntamiento en lo mismos términos. Creo que hay cosas que se pueden mejorar. No puedo decir ahora mismo nada más concreto, salvo esta del precio de las sillas. Nos ha llamado mucho la atención que el Ayuntamiento no pueda dar su opinión sobre este tema porque es algo que afecta directamente a los ciudadanos.
–¿Puede hacer algo el Ayuntamiento para luchar contra el mercado negro de la carrera oficial?
–A nosotros no nos afecta. Lo que sí está claro es que nos preocupa cualquier actividad ilícita que se haga en el contexto de una fiesta mayor de Sevilla. En el momento que entendamos que eso es algo de gravedad tendremos que hablar con el Consejo, claro.
–¿Qué medidas de seguridad adoptará el Ayuntamiento para la próxima Semana Santa?
–Me consta que el área de seguridad está trabajando en coordinación con la Policía Nacional. En los próximos días tendremos claro cuáles son esas medidas. Nosotros desde Fiestas Mayores lo que sí hicimos hace unos meses es pedir al Consejo todos los cambios para tenerlos con tiempo y que el plan de seguridad se pueda llevar a cabo con garantías. Si las modificaciones de los cortejos se tienen en fechas muy cercanas a la Semana Santa, como ha ocurrido otros años, hay muchas más posibilidades de que haya que improvisar. Insisto, la planificación es clave. Creo que no me equivoco si digo que la Semana Santa es la fiesta que más personas moviliza, durante más días, de todos los lugares... La seguridad va a ser una prioridad, pero insisto, el Consejo de Cofradías se ha comprometido a darnos esos cambios con tiempo, ya tenemos la mayoría, y en los próximos días haremos una valoración de cómo será el plan de seguridad.
–¿Se reducirán los aforamientos?
–Yo distinguiría por un lado los aforamientos, que los hemos tenido prácticamente toda la vida; y las vías de evacuación. Los aforamientos son algo necesario. Si no se cabe en una calle, habrá que cortar. En cuanto a las vías de evacuación habrá que valorar si en función de los cambios de las hermandades se pueden modificar o no. Que yo sea partidario o no de ello es algo indiferente. Lo importante es lo que la Policía Nacional nos diga porque son los que velan por la seguridad de la masa. Lo que sí nos gustaría es que la movilidad de las personas fuese mejor que en otros años.
–Una de las medidas más polémicas de los últimos años es la llamada “ley seca” durante la Madrugada ¿Qué pasará este año?
–Estamos trabajando con los hosteleros. Si hay otros motivos por los que no abren, más allá de no poder vender alcohol, intentaremos llegar a un consenso. En cualquier caso, todas las medidas que tomemos van a ser pensando en la seguridad de las personas. También tendremos las recomendaciones de la Policía Nacional, los precedentes de los últimos años y, por supuesto, nuestra voluntad es que los ciudadanos en ciertas horas de la Madrugada se puedan tomar un café o ir al servicio. Es nuestra intención. La expresión ley seca creo que puede llevar a confusión. La realidad es que hay ciertas horas de la Madrugada que son de riesgo en las que nadie va a tomarse una cerveza. Es complicado y hay que entender muy bien a los empresarios que deciden no abrir, porque muchas veces no lo hacen sólo porque no se les permita vender alcohol.
–Hemos asistido en los últimos dos años a una reforma profunda de algunos días, no de la Madrugada, y este año se prevé un nuevo aumento de nazarenos. ¿La preocupa un posible colapso?
–Es el único día que tiene este problema. Entiendo que las hermandades tomarán sus propias decisiones cuando llegue el momento. Nosotros como Ayuntamiento no vamos a intervenir en absoluto. Cada una deberá tomar las medidas que considere oportunas.
–¿Cree que hay sitio en la nómina para más cofradías?
–A priori sí. Hay días en los que podrían encajar más cofradías. Pero no es una decisión que nos competa.
Pedagogía con las sillitas sin descartar las multas
–El año pasado tuvimos un gran problema con las sillitas portátiles. ¿Qué va a hacer el Ayuntamiento para regularlas?
–Antes hablábamos de los aforamientos. Uno de sus problemas es que una persona sentada en el suelo ocupa más que una de pie. Por lo tanto, es insolidario estar en el suelo porque limita que otras personas puedan acceder a determinadas zonas a ver las procesiones. Lo que sí estamos estudiando con los servicios jurídicos del Ayuntamiento desde hace varios meses es poder dotar a la Policía Local de títulos habilitantes para poder actuar. Primero con pedagogía. Pero estudiamos que pueda intervenir. El elemento coactivo es la última opción. Quien va con una silla no busca molestar a nadie, pero ha cambiado la manera de ver los cortejos a ciertas horas o en ciertos días, y eso sumado a los aforamientos, está dificultando que se puedan ver las procesiones normalmente.
–En diciembre viviremos una gran procesión magna con importantes imágenes que atraerán a muchísimas personas. El Ayuntamiento, que tendrá algo que decir a este respecto, no está en la comisión organizadora.
–Obviamente. Tendremos que intervenir en las decisiones, claro. Intervenir de una manera activa, tanto para la elección de los recorridos o itinerarios, de una posible carrera... entendemos que nos informarán.
–Sobre la instalación de sillas en la vía pública, y la intención de cobrarlas, también tendrán que opinar.
–No tenemos conocimiento de eso, salvo lo que hemos leído en la prensa.
–¿Es partidario de la creación de un museo de las cofradías?
–Siempre digo que en algunas ciudades es muy necesario. En Sevilla los museos son los propios templos y tesoros. Es cierto que hay hermandades con mucho patrimonio y no tienen espacio expositivo. La ciudad tiene lugares para exposiciones temporales. Una permanente podría estar bien, pero no es algo que las hermandades hayan pedido. Ninguna me ha dicho nada en este tiempo. La ciudad ya tiene una oferta museística cultural-cofradiera en las propias hermandades como para que el Ayuntamiento monte una exposición permanente.
–¿Cuándo se abrirá el gran centro de arte sacro en el Castillo de San Jorge?
–Estamos trabajando activamente en ello. Nos hemos encontrado el castillo con ciertas deficiencias por unas obras anteriores. Pero prácticamente están resueltas. En pocas fechas podremos anunciarlo.
–¿Qué planes tiene para la Banda Municipal?
–Hablamos de la banda municipal más antigua de España, de una formación de muchísima categoría, con un director con una gran creatividad, que le está dando un nivel increíble, pero que tiene una carencia histórica de personal que hemos ido paliando en estos meses. Nuestra intención es hacer una apuesta firme y decidida. Ojalá se aprueben los presupuesto y podamos hacerles crecer.
–El PSOE eliminó los desfiles de la corporación con la banda para asistir a festividades como el Corpus o la Virgen de los Reyes. ¿Los recuperará?
–Estamos valorando hacerlo. Sino en todas en algunas porque tenía mucho sabor. Cuando se quitan ciertas tradiciones y luego se recuperan parecen rancias o algo del pasado. Pero sí creemos que son muy simbólicas. Lo estamos valorando.
–¿Le gustaría que se vendieran entradas para el Pregón?
–Yo he sido de los que ha guardado cola. Por supuesto que me gustaría que los ciudadanos pudieran tener acceso. Ahora, las limitaciones de aforo son las que son. No podemos llevar el Pregón a la Plaza de España. Habrá que estudiarlo, pero sería estupendo que se abriera a los ciudadanos. Ahora mismo no está en mi mano.
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