Julio Cuesta: "La Semana Santa no tiene más remedio que estar de baja por enfermedad este año"

Pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2020

Julio Cuesta, pregonero de la Semana Santa de 2020. / José Ángel García

Enterrando la ilusión, pero con el convencimiento de que se ha actuado con responsabilidad. Así vive Julio Cuesta, pregonero de la Semana Santa de Sevilla de 2020, las horas posteriores a la suspensión de la exaltación, que debía pronunciar en el teatro de la Maestranza el próximo 29 de marzo. Las excepcionales circunstancias que atraviesa el país por el coronavirus, ha llevado a extremar las medidas sobre la población y han dado al traste con el gran acontecimiento que desemboca cada año en la Semana Mayor de la ciudad.

"Estoy un poco desilusionado porque llevo acumulando ilusión durante muchos meses. Había señales que indicaban que esto tenía mala pinta. Ahora me encuentro dándole sepultura a esa ilusión de tanto tiempo", ha lamentado el pregonero a este periódico.

El anuncio de la suspensión del Pregón fue comunicado oficialmente por el Consejo de Cofradías en la noche de ayer, tras las recomendaciones del Gobierno central y la Junta de Andalucía, que han recomendado que no se produzcan concentraciones de más de mil personas y que ha cerrado los centros educativos durante 15 días, entre otras acciones para tratar de frenar la pandemia. El pregonero también lo tenía claro, la suspensión del Pregón era lógica y necesaria.

"La determinación tomada por el Consejo ha sido absolutamente necesaria. El Consejo ha ejercido su liderazgo y yo lo aplaudo. No es fácil hacer algo así", indica Cuesta.

El pregonero, como la mayoría de los cofrades, es consciente de que la suspensión de las procesiones de Semana Santa hay que darla por hecho y, aunque será un jarro de agua fría para muchas personas, asegura que hay que quedarse con la madurez mostrada por las cofradías: "La imagen que se me viene a la cabeza es que la Semana Santa va a estar de baja por enfermedad este año. Todos lo vamos a estar. No hay más remedio. Está clarísimo que se va a suspender".

Durante los últimos días, las hermandades han anunciado que suspenden actos, cultos externos, conferencias o ensayos de costaleros. Estas determinaciones son, para Julio Cuesta, otro ejemplo de capacidad de liderazgo.

Pese a la desilusión que embriaga al pregonero y a tantos cofrades durante los últimos días, hace un llamamiento a mirar la situación con cierto optimismo: "Con este tipo de palos, por decirlo de alguna manera, no hay más que darle la vuelta al calendario. Cuando lo pasemos veremos una nueva hoja que llega cargada de ilusión".

En cualquier caso, el pregonero, dentro de lo complejo y serio de la circunstancia, se tranquiliza de que la suspensión se realiza por motivos graves, pero no por otros acontecimientos producidos a los largo de la historia que están en la mente de todos.

Como muchos cofrades han afirmado en los últimos días, Julio Cuesta entiende que las cofradías se viven durante todo el año, por lo que hay que desdramatizar la más que probable suspensión de las procesiones: "Si eso no fuera sí, apaga y vámonos. La hermandad se vive los 365 días. La procesión es el colofón a toda esa vida tan rica de todo el año".

El pregonero, como tantos cofrades, espera ya al Domingo de Pasión de 2021, que será 21 de marzo, para anunciar la fiesta más hermosa de la ciudad que llegará con más fuerza que nunca.

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