Júbilo macareno en la Catedral
El obispo auxiliar, monseñor Gómez Sierra, presidió el primer día del triduo extraordinario. Pidió a los hermanos y fieles profundizar en la fe.
Igual que hace 50 años, igual que hace 25: la Esperanza Macarena preside un triduo extraordinario en la Catedral. Después de lo vivido en los últimos días durante el besamanos de la Virgen en la parroquia del Sagrario, los rezos y las oraciones se trasladaron este miércoles hasta el Altar del Jubileo de la Catedral. A la 1:30 de la madrugada del miércoles entraban los últimos fieles a besar la mano de la Esperanza y poco tiempo después comenzaba el montaje del triduo. Había que cambiar a la Virgen y entronizarla en el dorado paso de gloria de la Virgen del Rosario situado ante el altar de plata de Laureano de Pina. Es ardua la tarea que la priostía macarena tiene durante estos días, pero el resultado no puede ser más positivo.
Desde primera hora de la mañana, los fieles fueron acudiendo hasta el templo metropolitano citados por la Esperanza. Allí estaba la Virgen vestida de reina, bajo el gran cuadro pintado por Grosso en el que aparece pintada de Inmaculada. Todas las personas que quieran visitar durante estos días a la Macarena en la Catedral lo podrán hacer sin problemas. El Cabildo ha establecido que este jueves se pueda visitar a la Esperanza entre las 11:00 y las 17:00, accediendo por la puerta del Bautismo, situada en la Avenida de la Constitución. El viernes, último día del triduo, el horario será el mismo pero se accederá por la puerta de los Palos. Las puertas de San Miguel, del Príncipe y de los Palos abrirán todos los días a las 19:00 para el acceso al triduo.
Las campanas de la Giralda repicaron hasta en tres ocasiones desde las ocho de la tarde para anunciar la primera jornada del culto extraordinario que estuvo presidida por el obispo auxiliar, monseñor Gómez Sierra. Los fieles ocuparon prácticamente todas las sillas dispuestas para la eucaristía. En su homilía, monseñor Gómez Sierra destacó la importancia que ha tenido la celebración del Jubileo macareno y los cultos de esta misma semana: "El año jubilar ha supuesto una eclosión de fe y devoción en nuestra Archidiócesis. En esta ciudad y en otros muchos lugares donde la Virgen está en el corazón de los fieles. Hemos sido testigos de un emocionante reguero continuo y desbordante de fieles y devotos que han venido al templo a besarle la mano".
El obispo auxiliar espetó a los hermanos y devotos a aprovechar estos cultos para renovar la fe cristiana y para reavivar los corazones con la Esperanza. "La Esperanza y la oración van irremediablemente unidas. La Esperanza nace, crece y se ejercita en la oración. Una oración que ella ha despertado como una ola en la ciudad y en la Archidiócesis". Gómez Sierra animó a no dejar de rezar ante la Esperanza: "Cuando nadie escucha, ella sabe escucharnos". Tuvo palabras de elogio para el mimo con el que la hermandad cuida a la Virgen pero pidió, igualmente, que aprovecharan para profundizar en su fe: "En vuestro hacer como hermandad tenéis un cuidado exquisito en hacerlo todo bien. No se puede estar de cualquier manera para orar ante ella. Hace falta purificar el corazón. Ante ella hay que convertirse".
El triduo a la Virgen de la Esperanza continua, a las 20:00, ocupando la sagrada cátedra monseñor José Mazuelos, obispo de Asidonia-Jerez.
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