"Las hermandades tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad y autorregular los cortejos"
Ignacio Soro Cañas. Hermano mayor electo del Gran Poder
El hermano mayor electo advierte de que el crecimiento es insostenible y señala la necesidad de que cada cofradía adopte la mejor solución para cumplir los tiempos de paso
El pasado día 25 de junio fue elegido hermano mayor de la Hermandad del Gran Poder. Hasta ahora teniente de hermano mayor en la junta presidida por Félix Ríos, tendrá el honor de ser el hermano mayor que llevará al Señor a los Tres Barrios en misión evangelizadora. En esta entrevista incide en los frutos que espera de esa visita, repasa la estupenda labor social y caritativa que desarrolla la hermandad, y reflexiona sobre el futuro de la Semana Santa de Sevilla.
¿Qué supone ser hermano mayor el Gran Poder?
Como hermano desde mi nacimiento supone un orgullo enorme y una gran responsabilidad. Soy consciente de la trascendencia que esta hermandad tiene en la Iglesia y en el mundo de las cofradías. Hay que hacer siempre un ejercicio de responsabilidad y tener muy claras cuáles son las directrices. Para mí, como cristiano, me ha supuesto un reto muy importante. Si el Señor te ha puesto aquí es para cumplir una misión. Hay que aceptarlo y afrontarlo. Es también un reto espiritual. Y como sevillano, es un honor.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la hermandad en los próximos años?
El que tenemos más a corto plazo es la partida del Señor a Tres Barrios. Ya tenemos la fecha concertada. Estamos trabajando en ello. Posteriormente, e incluso al mismo tiempo, hay que revitalizar la vida de la hermandad. Se han visto cercenadas todas las relaciones sociales, las convivencias, por la pandemia; y las actividades. Tenemos que retomar todo eso. Todos los hermanos están expectantes para reiniciar la vida de hermandad. Dentro del mandato contemplo la redacción de un proyecto para redistribuir todos los espacios que tenemos en la basílica. Aprovechando que hace unos años se adquirieron unos inmuebles en Conde de Barajas queremos hacer ese proyecto global según las necesidades que tenemos, que son muchas. Espero que en estos cuatro años podamos dejarlo redactado. Si se pudiera acometer, mejor. Haremos una relación de prioridades y necesidades. Incluirá también la zona del tesoro litúrgico. Podemos barajar la posibilidad de traerlo de vuelta, porque la dispersión del museo en otro edificio distinto no es bueno.
¿Se va a retomar el concurso de ideas para la remodelación de la basílica?
De momento no nos hemos planteado nada. Si hubiera que retocar algo lo tendríamos en cuenta también. Lo analizaríamos y veríamos la disponibilidad para hacerlo.
¿Qué espera de la visita a Tres Barrios?
Mucho frutos individuales. La acción social que estamos haciendo allí desde hace tres años es importante. El Señor está ya presente a través de estos voluntarios que hacen una gran labor de asistencia jurídica, sanitaria, de pastoral penitenciaria, apoyo a la docencia… la presencia de la hermandad es relevante desde 2018. La llegada del Señor supondrá un bálsamo para todos aquellos que lo están esperando. Esperamos que los frutos espirituales sean muchos, porque es una misión evangelizadora. El Señor no va por la efemérides de su 400 aniversario. Es palabra de Dios esculpida y pretendemos la evangelización mediante la imagen.
¿Cuál es el papel que deben jugar las hermandades en la sociedad actual?
Un papel fundamental en la formación y en la evangelización. La sociedad actual es laicista y la formación religiosa se ha dejado en un segundo plano. Los colegios cada vez forman menos a los alumnos. Hay menos de congregaciones religiosas. Alguien tiene que acometer esa labor de formación y de catequesis. Las hermandades son un vivero importantísimo para ello.
Anunciaba el cardenal Ayuso la cercana canonización del cardenal Spínola. Será un acontecimiento muy importante para la hermandad.
Efectivamente. El arzobispo mendigo fue hermano nuestro. Tenemos el honor de tener a dos beatos hermanos: Spínola y Fray Diego José de Cádiz. Es una ilusión de años que se reiniciara el proceso de canonización. Tenemos mucha vinculación con la congregación de las Esclavas, que él fundó. Nos dio una gran alegría saber que el proceso estaba muy avanzado. Participaríamos muy activamente.
¿Cree que el culto público está tardando mucho en retomarse?
Los cofrades estamos deseando retomar la normalidad, pero hay que ser responsables y seguir las directrices que marcan tanto las autoridades sanitarias como la Iglesia. Si todavía no se ha podido hacer un culto público al uso es porque la situación sanitaria no lo permite. Habrá que esperar. El día que salga la primera imagen será una explosión de fe y de participación de todos. Esperemos que sea lo antes posible.
¿Cómo cree que debe ser la próxima Semana Santa?
Me gustaría muchísimo que fuera como la de 2019. Ojalá. Desgraciadamente, creo que el virus va a tardar en irse. A medida que pase el tiempo habrá más tratamientos. Si la Semana Santa del próximo año no es igual que la de 2019, sí creo que será muy parecida. Habrá algunas restricciones porque no queda tanto. Pero habrá que adaptarse y hacer las cosas como vengan. Me consta que el Consejo está trabajando en ello.
¿Y cómo será la próxima Madrugada?
Espero que haya una solución. Todos tenemos buena voluntad.
¿La hermandad renuncia a volver por Cuna?
No nos hemos planteado volver por Cuna. No es un objetivo. Dudo mucho que por motivos de seguridad lo permitieran, ya que pasaríamos tres hermandades seguidas. Es una calle histórica del Señor, pero yo personalmente, que llevo saliendo más de 40 años, conozco el recorrido que tengo ahora. Me parece muy acertado. Creo que perderíamos también en tiempo de estancia del Señor en la calle y en que los devotos puedan verlo con mayor amplitud.
¿Le gustan las medidas que se han puesto en marcha en los últimos años?
Yo creo que desnaturalizan una noche tan bonita, aunque las medidas han sido adoptadas por las circunstancias que hemos vivido. El Ayuntamiento lo ha hecho con la mejor de las intenciones en beneficio de la seguridad, pero desvirtúan totalmente la naturaleza de la Semana Santa, que debe ser mucho más espontánea y natural. El problema es que no nos comportamos como deberíamos. La Semana Santa adolece, como toda la sociedad, de falta de valores, educación o respeto. Yo veo complicado que se puedan eliminar.
¿Estos dos años sin Semana Santa desembocarán en una eclosión o, por el contrario, supondrán una merma en el número de nazarenos?
Aquí no se ha visto mermada la nómina de hermanos. Al contrario, ha crecido durante la pandemia. En cuanto todo se normalice esto va a ser un estallido de devoción y participación porque estamos muy faltos de vida de hermandad y de cofradías en la calle.
¿Es partidario de una autorregulación de los cortejos por parte de cada cofradía?
Sí. No sé cuanto va a durar el crecimiento, pero sí es cierto que donde caben dos mil nazarenos no van a caber 2500. Habría que acotar el tiempo de paso. No tiene sentido que la Madrugada empiece muy temprano, antes de que fuera propiamente la madrugada del Viernes Santo, ni que acabe bien entrada la mañana. Cada hermandad tendrá que hacer un ejercicio de responsabilidad y autorregularse. Si hay que reducir número de nazarenos, se reducirá. Si tienen que ir de seis en seis, irán. Cada una tendrá que saber cómo adaptarse. Y creo que los hermanos lo comprenderán porque no es algo caprichoso. Son medidas muy necesarias. La Semana Santa está sobredimensionada en muchos aspectos. Llegará el momento en que no lo podamos sostener. Y que conste que a mí no me gusta nada la idea de limitar la participación porque es un derecho y una obligación del hermano. Pero el sentido común nos dice que algo hay que hacer.
¿Cómo ha funcionado la Bolsa de Caridad durante estos duros meses de pandemia y crisis?
Ha funcionado durante toda la pandemia. Durante esta época ha habido mucho peticionario y ha cambiado el perfil. Antes tenía una necesidades distintas. Ahora acuden en busca de lo más básico. Antes eran personas más necesitadas. Ahora se trata de una clase media que se ha venido abajo por un problema económico puntual. Ha habido mucha ayuda por parte de particulares y fundaciones.
El nuevo arzobispo ya conoce la hermandad. ¿Cómo fue esa visita?
Creo que fue la primera hermandad que visitó. Para nosotros fue un honor grandísimo. Encontramos a una persona muy cercana y comprometida. Muy consciente de la importancia de las hermandades en la Iglesia.
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