Iglesia de Santiago, sede de la Hermandad de la Redención

La Iglesia de Santiago (Santiago, 31), según los historiadores, debió pertenecer al grupo de templos góticos-mudéjares que había y hay en Sevilla. Las modificaciones que sufrió en cada uno de los siglos desde su construcción la hacen única. Su origen, desconocido y téoricamente fechado en tiempos del rey San Fernando, ha desarrollado dos leyendas sobre su fundación: una es que fue la casa del apóstol Santiago cuando vino a predicar el Evangelio y otra es allí había un templo romano dedicado a la dios Venus.

La fachada lateral, que da a la Plaza Jesús de la Redención es, sin embargo, la principal. Cuenta con una portada adintelada y enmarcada por pilastras. A sus lados se ubican dos retablo cerámicos de los titulares de la Hermandad de la Redención. Ambos son obra de Antonio Martínez. La espadaña también se sitúa en esta fachada y consta de tres vanos inferiores y uno superior. Su decoración cerámica destaca en ella.

La Iglesia de Santiago, en su interior, tiene tres naves dispuestas en una planta cuadrada aunque irregular. Las armaduras de madera de sus cubiertas son un elemento reseñable para el visitante, que también suele detenerse en las columnas de mármol rojo o en las pinturas al fresco de la Capilla Sacramental, datadas del siglo XVIII.

El retablo mayor, de Andrés de Ocampo, iba a ser para la capilla funeraria de Gonzalo Argote de Molina, pero la obra se paralizó por su muerte y se reanudó gracias a la hermana del difunto, Francisca de Mexia. Este retablo es de diseño sencillo y se compone de tres cuerpos verticales: el banco, un cuerpo y el ático. El cuerpo presenta tiene columnas corintias con la imagen de la Virgen, pero anteriormente rodeaban una pintura de Mateo Pérez de Alesio del XVI.

Hermandades que procesionan desde la Iglesia de Santiago

La Iglesia de Santiago es la sede canónica de la Hermandad de la Redención, que procesiona desde ella el Lunes Santo de cada Semana Santa. El céntrico templo ha sido clave para la expansión de la corporación, que cuenta con más de un millar de nazarenos y gran devoción a sus titulares: Jesús de la Redención y la Virgen del Rocío.

El primero de ellos, Jesús de la Redención, representa el momento de la traición de uno de sus apóstoles. Por ello, este paso de misterio es conocido coloquialmente como el Beso de Judas. Ambas figuras fueron talladas en 1957 por Antonio Castillo Lastrucci. Este imaginero también hizo la Virgen del Rocío, que le costó a la Hermandad 8.000 pesetas en 1955.