Iglesia de San Juan de la Palma, templo del Silencio y la Amargura

La Iglesia de San Juan de la Palma (Feria, 2), en realidad, se llama Iglesia de San Bautista. Su apariencia actual es fruto de las numeros modificaciones que ha sufrido a lo largo de su historia. El templo se construyó sobre una antigua mezquita, que en el siglo XIV comenzó a convertirse en la actual iglesia. El siglo XVIII fue clave en su composición de hoy en día, ya que se derriba gran parte y se reconstruye, finalizando la obra en 1724.

Su estilo es gótico-mudéjar, aunque las distintas ampliaciones que ha tenido lo convierten en un templo singular. La bóveda mudéjar de la Capilla Sacramental y la portada gótica recuerdan a los orígenes arquitectónicos del edificio, de planta rectangular. La portada principal, en arco ojival, está entre dos pequeñas capillas. Otro elemento destacable del exterior es la espadaña, realizada en el siglo XVIII. Alberga campanas e incrustaciones de azulejos y pilastras con tacos vidriados, entre otros elementos.

La disposición interior es clásica, ya que la planta rectangular se divide entre naves separadas por imponentes pilares de ladrillo. Las modificaciones que tuvo a lo largo del tiempo le añadieron una cúpula en el antepresbiterio o el cambio de los arcos que separaban las naves: de apuntados a de medio punto. A mediados del siglo XX se erigió el actual Retablo Mayor, traído desde la Iglesia de San Felipe de Carmona. Sustituyó al anterior, llevado a su vez a San Juan de Aznalfarache.

Poco después, en 1960, la Virgen de la Amargura, tras consultar con el arzobispado, fue colocada en el centro del retablo central del templo, algo que aún se mantiene. Además de esta talla, la Iglesia de San Juan de la Palma cuenta con otras figuras devocionales. La Virgen de la Cabeza y la Virgen de Montemayor, patronas de Andujar (Jaén) y Moguer (Huelva) respectivamente, también reciben culto en las capillas de la iglesia, así como Santa Ángela de la Cruz.

Hermandades que procesionan desde la Iglesia de San Juan de la Palma

La Hermandad de la Amargura, una de las más señeras de la Semana Santa de Sevilla, tiene en la Iglesia de San Juan de la Palma su sede canónica. Cada tarde de Domingo de Ramos las puertas de la fachada lateral se abren para que el cortejo de casi mil nazarenos y los dos espectaculares pasos de la corporación procesionen a la Catedral de Sevilla.

El Señor del Silencio ante el Desprecio de Herodes, procedente del taller de Pedro Roldán en 1698, y la Virgen de la Amargura, una talla anónima fechada a principios del siglo XVIII, gozan de gran fidelidad en el barrio y en la capital andaluza. A estos titulares se les une un San Juan Evangelista de 1.760 que es obra, según los historiadores, de Bernardo de Hita y Castillo.