Hermanos Delgado López: La innovación y el atrevimiento al servicio de la plata

Orfebres

Es uno de los oficios fundamentales de la fiesta semanasantera y cuyo resultado es más vistoso. Su talento hace posible que los pasos, especialmente los de palio, luzcan esplendorosos cada año.

Los hermanos Delgado son tres. José, Ángel y Francisco Javier. Maestros de la orfebrería como su padre, José Delgado García, del que aprendieron el oficio hasta que en el año 1985 decidieron establecerse por su cuenta. De su taller en la calle Goles han salido algunas de las obras de orfebrería más importantes de los últimos años, como los respiraderos de la Virgen de la Merced de la Hermandad de Pasión en el año 2000, los candelabros de cola del Cerro del Águila, la peana de Montesión o la corona de oro de la Trinidad realizada con motivo de su coronación canónica, una impresionante pieza que les llevó cinco años de trabajo. Definen su estilo como “atrevido e innovador”, algo que precisamente echan en falta en las hermandades. Lo más bonito de su trabajo es el proceso de creación, “es el arte puro, cuando disfrutas plenamente para luego sentirte satisfecho con el resultado final”, explica José. El primer trabajo importante que realizaron para Sevilla fue el paso de palio de la hermandad de la Resurrección: “tardamos cinco años en hacerlo, pero el resultado está ahí. Es un paso muy completo”.

A lo largo de todos estos años han recibido multitud de premios y galardones, entre los más importantes dos Demófilo de la Fundación Machado. Para 2008 son muchos los que tienen en el taller, quizás el más importante por su envergadura, aunque no sea para una cofradía de Penitencia sino de Gloria, sea la nueva carreta de plata de la Hermandad del Rocío de Sevilla Sur “una obra muy importante. Actualmente en el taller son 10 personas “todas de la familia, es la idea que siempre hemos tenido”. Lo más gratificante para estos artistas es perderse discretamente entre la bulla de Semana Santa para observar sus obras mientras escuchan los comentarios de la gente, “una señora estaba comentando cómo se notaba el buen trabajo de los Hermanos Delgado y estábamos detrás de ella. Eso es lo más auténtico y lo que compensa los malos ratos y agobios de todo un año de trabajo”.