Gran acogida al vía crucis magno planteado por el Arzobispado

La celebración del Año de la Fe en Sevilla

La Avenida de la Constitución acogerá el 17 de febrero, primer domingo de cuaresma, un rezo conjunto en el que participarán 14 imágenes de Cristo que serán trasladadas en andas.

Basílica del Gran Poder

Foto: Juan Carlos Vázquez
Basílica del Gran Poder Foto: Juan Carlos Vázquez
Juan Parejo

10 de octubre 2012 - 05:03

Una opinión muy favorable. Las hermandades han acogido con mucho agrado la celebración de un vía crucis magno en la Avenida de la Constitución con 14 imágenes de Cristo el primer domingo de cuaresma, como planteó este martes el Arzobispado. Este gran acto cofradiero, que vendrá a sustituir por un año al tradicional vía crucis general, sería el acontecimiento central de los actos organizados en Sevilla con motivo del Año de la Fe, una celebración de gran importancia para la Iglesia en el que el arzobispo Asenjo quería implicar a las hermandades de Sevilla y a sus devociones más importantes, como avanzó este martes este periódico, por lo que la intención es que participen algunas de las imágenes más representativas de la Semana Santa sevillana, como el Gran Poder, el Cachorro o el Señor de la Sentencia, todos ellos capaces de congregar por sí mismos a una cantidad más que considerable de fieles y devotos.

"Las imágenes las elige el Consejo, pero no tendría ningún inconveniente en que salieran las grandes devociones de la ciudad, pero no voy a entrar en ese asunto porque doctores tiene la Iglesia y quien más sabe de estas cosas es el Consejo de Cofradías", afirmó el arzobispo, dejando así de manifiesto su intención de que sean algunas de estas tallas más representativas las que acudan al vía crucis. La intención es que la oración final sea ante una Dolorosa, tal como ocurrió en el vía crucis de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid con la Virgen de Regla. Las opciones en este caso se centran en dos imágenes: la Macarena, por tratarse de la gran devoción mariana de la ciudad, junto a la Virgen de los Reyes; y la Virgen de la Estrella, devoción personal del arzobispo, que puede ser la elegida, además, por la gran evocación que se hace de esta Dolorosa como la Estrella de la nueva Evangelización.

El rezo se celebrará a primera hora de la tarde del domingo 17 de febrero. Todavía hay que perfilar todos los detalles y ver cómo se harían los traslados. El Consejo incluso podría poner sillas para seguir el rezo o hacer alguna colecta solidaria para obras de caridad. Sí está claro que las imágenes se llevarán en andas o parihuelas desde sus templos. Para el rezo se seguirá un formato muy parecido al utilizado en el vía crucis de la JMJ de Madrid. Cada uno de los Cristos ocupará un lugar determinado y será la comitiva la que se irá desplazando para hacer las lecturas de cada estación ante las andas. Para ello, se podría utilizar la Cruz de la Evangelización o el propio Lignum Crucis de la Hermandad de la Vera Cruz. Las andas podrían ser visitadas por el público asistente durante algunas horas antes del comienzo del acto.

El vía crucis elegido para este ocasión será el escrito en 1991 por el beato Juan Pablo II, un rezo en el que todas las estaciones tienen una base bíblica, por lo que no hace referencia a algunas de las estaciones tradicionales y las sustituye por otras. La primera estación es la de Jesús en el Huerto de los Olivos, por lo que todo apunta a que sería el Señor de la Oración en el Huerto de Montesión el que la podría presidir. La segunda es Jesús es traicionado por Judas y arrestado. Varias imágenes podrían representar esta escena: el Señor de la Redención, el del Soberano Poder de los Panaderos, el Señor de Nazaret de Pino Montano y el Señor de la Salud y Remedios de Bellavista. Para la tercera, Jesús es condenado por el Sanedrín, las opciones se podrían centrar en las Hermandades de San Gonzalo y el Polígono San Pablo. El Señor de la Paz del Carmen Doloroso encajaría en la cuarta estación: Jesús es negado por Pedro. Para la quinta, Jesús es Juzgado por Pilatos, se puede optar entre el Señor de la Sentencia, el de la Presentación al Pueblo y el Cautivo de Torreblanca. Varias opciones hay para la sexta: Jesús es flagelado y coronado de espinas. Los Cristos de las Cigarreras, el Valle y San Esteban la podrían presidir. La séptima estación, Jesús carga con la Cruz, está reservada al Señor del Gran Poder, aunque también hay otras imágenes de gran peso, como el Señor de Pasión o el de la Salud de los Gitanos. En la octava, Jesús es ayudado por el Cirineo, encajan los Cristos de San Roque, San Isidoro y la Esperanza de Triana. La novena estación representa el encuentro con las mujeres, escena que podría representar también el Cristo de las Tres Caídas de Triana o el Nazareno del Valle. El abanico es mucho más amplio para la décima: Jesús es crucificado. La undécima parece reservada al Cristo de la Conversión de Montserrat: Jesús promete su reino al buen ladrón. En la duodécima, Jesús Crucificado, la Madre y el Discípulo, podría incluirse al Cristo de las Siete Palabras. La decimotercera, Jesús muere en la Cruz, parece destinada al Cachorro. La decimocuarta y última, Jesús es depositado en el Sepulcro, podría dar cabida a los Cristos de Santa Marta, la Mortaja o el propio Yacente del Santo Entierro.

La opinión de las hermandades

Gran Poder.

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