Domingo de Ramos en Sevilla: el día de la luz

Y el sol bañó el rostro de la Virgen de la Amargura. Esta ha sido, sin duda, una de las imágenes de un esplendoroso Domingo de Ramos en el que la luz ha sido la auténtica protagonista. El horario de verano y el cambio en la nómina de la cofradía de San Juan de la Palma regalaron esta estampa que se volverá a repetir el próximo Sábado Santo. Esta misma luz encendía el canasto de la Borriquita cuando bajaba la rampla a una Plaza del Salvador en la que no cabía un alfiler. Recibía a la Virgen de la Hiniesta en Correduría a los sones de Rosario de Montesión, más autenticidad no cabe. Y se colaba por las setas de la Encarnación mientras la Virgen del Subterráneo buscaba el inicio de la carrera oficial. El Domingo de la revolución transcurrió con gran esplendor. Sin apenas sobresaltos. El calor fue intenso, pero quizás menos del esperado. También el público menguó en la mañana y en las primeras horas, buscando la tregua del inicio de la noche, cuando la temperatura se tornó muy agradable y sí se notó más presencia de personas. Hubo algunos tapones en la zona de Francos a la hora de la salida del Amor o en la Plaza Nueva al paso de la Paz. La reforma de la calle Sierpes ha permitido que las procesiones discurran con mayor amplitud. También los abonados han gozado de más holgura. Un buen inicio para una Semana Santa que apunta a un pleno soñado.

Amanecía el Domingo de Ramos con la misa de palmas celebrada por monseñor Saiz en la Catedral. Lucía especialmente radiante el altar del jubileo tras su limpieza y con el frente de altar de la capilla de la Antigua que la conservadora, Ana Isabel Gamero, ha acertado a rescatar para que luzca con la plata de Laureano de Pina. No se lo pierdan en las celebraciones de los próximos días porque es una joya.

Dice la tradición que el Domingo de Ramos hay que estrenar y este año esa novedad ha sido la propia jornada con la que se iniciaba la Semana Santa de la revolución. Estrenaba el día nuevos horarios y orden de paso para acabar con los cruces y los problemas que se llevaban arrastrando durante años. La de la Hiniesta ha tenido el honor de ser la primera en poner su cruz de guía en la calle. Lo hacía con varios minutos de antelación sobre el horario previsto. Muchas personas que acudieron a San Julián por la mañana se encontraron con las puertas de San Julián cerradas. La salida a la una de la tarde obligaba a ello para poder organizar la cofradía.

A esa hora ya se podían ver colas para comer en algunos de los bares del centro. En el Coloniales de la calle Fernández y González o en la taberna Matacandela de Gamazo había clientes esperando desde antes incluso de la apertura. Esta es una de las cruces de la fiesta. Ya es prácticamente imposible improvisar en la Semana Santa. Desde semanas antes las reservas se habían agotado en muchos establecimientos y eso que se han puesto en muchos de ellos varios turnos para comer.

La remodelación de la jornada inaugural de la Semana Santa ha permitido que hubiera mucho donde elegir desde primera hora. A la clásica salida de la Paz y su transitar por el Parque se sumaba la Hiniesta y su idílico discurrir por el entorno de la muralla y el Pumarejo, la siempre impactante salida de Jesús Despojado o la Borriquita. Una de las escasas incidencias de la jornada ocurrió al paso del misterio de la Sagrada Entrada en los Palcos. Una de las ramas de la palmera se enganchó con los cables de la cámara aérea allí instalada. El capataz tuvo que mandar paso atrás para solucionar el entuerto. Este incidente, que afortunadamente quedó en un susto, debe servir para que se extremen las precauciones con este tipo de instalaciones. Hay que velar por la seguridad de los pasos y los cortejos antes de que haya que lamentar males mayores.

La llegada del primer cortejo de la Hermandad del Amor a la Campana se produjo con una plaza muy mermada de público. El sol y el calor hacían muy difícil la estancia en el lugar. Los más valientes tiraron de pequeñas sombrillas y mucho abanico. La Borriquita dejó cinco minutos de adelanto en el inicio de la carrera oficial. Pero la sensación, como advertían desde algunas hermandades, es que todo se estaba desarrollando con mucha lentitud. El propio cortejo de la Borriquita tardó mucho en pasar por el Duque. Puede que el exceso de responsabilidad de las hermandades para cumplir a rajatabla con los tiempos fuera el causante de que dirigieran al inicio de la carrera oficial con más celeridad de la necesaria.

Airada, pública e inédita ha sido la protesta de la Hermandad de la Cena, con mención a la Hiniesta incluida, por el parón y el consiguiente retraso para pedir la venia. Finalmente fueron 7 minutos los que dejó la cofradía llegada de San Julián. A la salida de la Catedral, la corporación de los Terceros lamentaba el nuevo retraso de 8 minutos al “estar más de 16 minutos en el interior de la Santa Iglesia Catedral sin poder sacar el paso palio”. En esta ocasión no había mención a la Hiniesta, aunque tampoco hacía falta. El pique entre las dos corporaciones ha estado muy presente durante toda la cuaresma y salió a relucir durante la jornada.

Mucho va a dar que hablar durante toda la semana la decisión del Consejo de notificar los minutos que pierden o ganan las cofradías en la Campana y en la Puerta de los Palos. Se trata de una buena decisión que va a retratar a unos y otros. El retraso global del día en el inicio de la carrera oficial ha sido de 33 minutos distribuidos de la siguiente manera: Borriquita: -5. Jesús Despojado: +5 (0). La Hiniesta: +7 (+7). La Cena: 0 (+7). La Paz: +2 (+9). San Roque: +2 (+11). La Amargura: +7 (+18). La Estrella: +3 (+21). El Amor: +12 (+33).

La reforma de la jornada también ha permitido que la Paz discurriera con más tranquilidad en su camino de ida. Se ha hecho patente el incremento de nazarenos de esta cofradía. También se percibió el incremento notable en la Estrella. Fue la tónica general y explica el retraso que se fue acumulado.

La jornada terminó con fresco y más presencia de público. La reforma auspiciada por el Consejo mejoró el paso de las cofradías, aunque hay que seguir perfilando aspectos. La nueva calle Sierpes superó el examen con buena nota.