David Hurtado: "He conseguido algo que siempre he deseado: tener un sello"

Entrevista

Charlamos con uno de los compositores más celebrados de la música procesional contemporánea

Su marcha para el Cachorro, el momento creativo en que se encuentra y otras cuestiones

Otras grandes polémicas en la historia reciente de la Semana Santa de Sevilla

El compositor David Hurtado

Fue todo fruto de la improvisación, una conversación natural hace ya unas semanas, incluso antes de darle la bienvenida al nuevo año, pero tanta riqueza nos aportó su testimonio que decidimos traspasarlo al papel (a excepción de la cuestión del cartel, cuya pregunta era de obligado cumplimiento).

David Hurtado, uno de los compositores más laureados y reconocidos del panorama de la marcha procesional actual, charla con El Palquillo de Diario de Sevilla acerca de su recuperación, su futuro profesional y su deseo de seguir creciendo en el mundo de la composición y de la propia música. Esta Cuaresma se estrenarán dos obras suyas: A tus pies se rompe el mar (Saeta malagueña) y ¡Miradlo en la cruz!, dedicada esta última al 450 aniversario del Cristo de Burgos.

-¿Qué tal? ¿Cómo estás y cómo te encuentras? Nunca te fuiste pero regresas con fuerza a la actividad compositiva.

Encantado de hablar contigo, Manuel. Estoy razonablemente bien, dentro de un proceso que aún no ha terminado, pero del que ya ha pasado lo peor. Llegué a sentir que no volvería a escribir, pero, gracias a Dios, estaba equivocado. Si he vuelto con más o menos fuerzas, eso lo dirá el pueblo soberano. A mí solo me corresponde dar en cada obra todo lo que lleve dentro en ese momento.

-¿Cómo vives la Cuaresma? ¿De qué modo participas en ella?

La Cuaresma la vivo con más intensidad si cabe que la Semana Santa; algo que le pasa a la mayoría de los sevillanos, creo. A partir del Domingo de Ramos todo se precipita, como un puñado de arena, imposible de retener en la mano. Por circunstancias, de un par de años a esta parte he tenido que restringir mucho mi actividad social, pero este año iré a más sitios, aparte de mis estrenos, lógicamente. Trataré de ir recuperando poco a poco mi vida normal, así que seguro que nos vemos en algunas de esas cosas que tanto nos gustan en estos días que están por venir.

-No puedo no preguntarte sobre el asunto de marras… El cartel…

Que una obra de arte genere polémica es deseable, por enriquecedor, pero en esta ocasión creo que se ha llegado un poco lejos. Se puede criticar lo que se quiere, incluso furibundamente; pero caer en ataques personales es algo que se debe evitar. Por otro lado, también se puede defender cualquier cosa, pero sin tratar de hacer ver que si no te gusta algo eres un ignorante o directamente un idiota. Al final, estamos pisando el reino de la subjetividad, que es el gusto, tanto individual como colectivo. A mí personalmente el cartel no me gusta, simplemente, y no puedo decir más porque no entiendo de pintura; pero tampoco me ofende ni me escandaliza. Un escándalo fue el estreno de "La Consagración de la Primavera" de Stravinsky, y hoy es un clásico. Hay que tomarse las cosas con más serenidad y tener siempre presente que, afortunadamente, no se puede contentar a todos.

-En redes sociales se ha desatado la polémica y hemos visto infinidad de disparates. A ti te vemos especialmente activo en redes como una herramienta para difundir tus reflexiones, pensamientos o conocimientos. Bien empleadas son una gran herramienta.

Las redes sociales son como todo. Tú puedes usar la electricidad para alumbrar o para electrocutar a alguien, o a ti mismo incluso. También es verdad que cuando se permite el anonimato pues es muy fácil que salga lo peor de cada uno; eso es muy humano. Personalmente estoy bastante inmunizado frente a eso. Nunca he participado en un foro ni para defenderme de las críticas, ni para retozar en los halagos, que pueden llegar a ser incluso más perjudiciales para un artista que los ataques. Yo seguiré opinando, siempre desde el respeto, y enriqueciéndone con las opiniones ajenas.

-Hace diez años del estreno de Como tú, ninguna. ¿Qué ha pasado en esta última década? ¿En qué ha cambiado David Hurtado?

Diez años ya, como pasa el tiempo. Esa marcha me puso en el mapa, e hizo que mucha gente se interesase en mi trabajo, en lo posterior y también en lo anterior. Otra mucha gente en cambio se quedó solamente en eso, y para ellos sólo soy el compositor de "Como Tú, ninguna". En cualquier caso, nunca me cansaré de dar las gracias a la Banda "Las Cigarreras", por encargármela; a la Hermandad, por abrirme las puertas de su casa; al público, por tantas y tantas muestras de cariño; y por supuesto a Ella, porque algo tendría que ver, digo yo. ¿En qué he cambiado? Pues no estoy muy seguro. Sé que he evolucionado, porque lo normal y lo positivo en la vida y en el arte es evolucionar, pero de manera natural, no forzada. Ahora escribo diferente, no sé si mejor o peor. Sé que es muy difícil repetir algo así, pero estoy muy satisfecho de haberlo vivido y también de haberlo dejado atrás.

-¿En qué momento de tu producción artística y musical te encuentras? ¿Qué buscas?

Creo que estoy adentrándome en los terrenos de la madurez creativa. Siempre he pensado que en la música nunca se termina de aprender, porque es prácticamente inabarcable, y que lo mejor siempre está por venir; pero he conseguido algo que siempre he deseado: tener un sello. Que cuando alguien escuche algo mío, aunque no conozca la obra, sepa o al menos sospeche que es mía. Eso es lo más importante a mi juicio en esta profesión. Después, buscar no busco nada, prefiero encontrar. Yo no he tenido nunca la intención de revolucionar nada, ni tampoco la obsesión quasi científica de innovar a toda costa. Me gusta más escribir como siento y pienso en casa momento, y ante todo ser sincero. Como dije antes, la vida, si no la fuerzas, se encarga de que evoluciones de manera natural.

-Tienes por delante una intensa cuaresma. ¿Qué nos puedes contar de ¡Miradlo en la cruz!? Cómo surge la iniciativa?

"¡Miradlo en la Cruz"! es una marcha muy especial, sobre todo vitalmente. Ha sido la música que he escrito después de mi bache vital, y en ese sentido me ha servido de catarsis. En ella he volcado toda la rabia, impotencia, angustia que he vivido, pero también mi triunfo personal. Desde la Hermandad del Cristo de Burgos se acercaron a mí con delicadeza y tacto exquisitos; ellos sabían cómo estaba, y me preguntaron si podía escribirles algo para el Señor, que cumple 450 años. Lo tomé como un reto, pero también como un salvavidas que la vida me estaba lanzando; así que acepté con una celeridad inusual en mí. Escribir esta marcha me ha supuesto conocer a una maravillosa Hermandad que siempre me ha encantado, pero a la que sentía muy lejana. He profundizado en las figuras de Font Fernández y Muñoz y Pabón, quienes me han acompañado en este viaje, y a los que, modestamente, he homenajeado en la partitura; y también me ha servido para reencontrarme, otra vez, con mi querida banda de Tejera, y, por supuesto, con el público de Sevilla, al que tanto respeto y espero honrar con mi música.

Cartel anunciador de la nueva marcha de Hurtado para Málaga / José Carlos Torres

-También vas a componer para Málaga, continuando ese ciclo de saetas.

Málaga es un ciudad maravillosa con una Semana Santa igualmente excepcional. He tenido la suerte de que una Hermandad como la del Cautivo y María Stma. de la Trinidad Coronada haya decidido contar conmigo. Tengo que agradecer especialmente al grupo de la Mesa de la Trinidad, así como a la Banda Trinidad Sinfónica, por ellos han sido los que apostaron decididamente por mí. El fruto ha sido "A tus pies se rompe el mar (Saeta malagueña)"; una marcha que, como bien dices, sigue la senda de "¿Quién te vio y no te recuerda?", mi Saeta jerezana. Y si entonces reivindicaba la saeta por seguiriya, ahora lo hago con la malagueña, el gran cante flamenco de la ciudad hermana. Además, he querido rescatar a un cantaor flamenco total e injustamente maltratado y olvidado por la vida:El Chato de las Ventas, cuya bellísima malagueña me ha servido de soporte para crear el trío de esta marcha. Tengo puestas muchas ilusiones en esta obra. Espero que esté a la altura de la Virgen de la Trinidad y que los hermanos la hagan suya.

-Tienes la jerezana, la malagueña… ¿Esperamos alguna más?

Recientemente, un buen amigo mío me dijo que yo debía completar un ciclo de marchas con saeta, quizás una por cada capital andaluza. Debo reconocer que es una idea muy seductora, pero también tremendamente difícil. El flamenco forma parte de mi ADN, pero cada vez le tengo más respeto, y la idea de que pudiera caer en su manoseo me provoca una automática inhibición. Prefiero ir paso a paso, y si vuelve a surgir la ocasión ideal para abordar otra "Saeta" pues seguramente lo haré, pero sin trazar un plan inicial de escribir un ciclo completo. Mejor no forzar las cosas.

-El flamenco tiene muchas referencias en tu obra.

El flamenco ha sido un elemento esencial en mi vida, como respirar. Mi madre es la cantaora Lola Valderrama, y su tío, el mítico Juan Valderrama, uno de esos artistas que nacen cada mucho tiempo. He crecido escuchando flamenco diariamente, y más que aprenderlo, lo que he hecho ha sido asimilarlo de manera natural. Lorca lo definía como "cultura en la sangre", y así ha sido en mi caso. Es una música muy rica y compleja, única en el mundo, fruto del crisol de culturas que ha sido Andalucía a lo largo de la historia. Pero ha sido muy maltratada tanto institucionalmente como socialmente. Costó mucho tiempo y esfuerzo que entrara en los conservatorios, y todavía hoy, en el mundo académico, se le mira con recelo, como si fuese una música menor. Al mismo tiempo, el flamenco de verdad ha ido perdiendo terreno frente al llamado "flamenquito", y podemos afirmar que, tristemente, muchos cantes están hoy en serio peligro de extinción. El gusto del público se puede dirigir hasta cierto punto, pero el compromiso institucional con el flamenco debería ser espartano, y fomentarlo en las escuelas desde los primeros años. No podemos permitirnos el lujo de dejar que se deteriore algo que constituye una de nuestras señas de identidad esenciales. En ese sentido, seguiré aportando mi granito de arena a la causa mientras me quede aliento, introduciendo esta maravillosa música en mis obras. Aparte es algo que me sale de manera natural, sin proponérmelo, mis composiciones están plagadas de giros más o menos sutiles del flamenco.

-Parece que, varios años después, sonará tu marcha tras el Cachorro. ¿Qué te provoca esta noticia?

"Después de la Madrugá" fue la primera marcha procesional escrita por mí que consideré digna. Antes había hecho una al Cristo del Amor, pero aquello no había por donde cogerlo. Después de tantos años, a pesar de esfuerzos como el de la Banda Municipal de Sevilla que la grabó, o la Banda de las Angustias de Sanlúcar la Mayor que la llegó a tocar en algunas ocasiones, había perdido toda esperanza de que esta marcha saliera del total ostracismo en el que se encontraba; hasta que el año pasado, la Cruz Roja, en un alarde de valentía decidió desempolvarla, provocando cierta aceptación. Ello me llevó a realizar una revisión de la partitura y a reinstrumentarla por completo. Cuando la escribí tenía 13 años, y no tenía oficio aunque sí mucha intuición, así que esa revisión era del todo necesaria. Este año han sido varias las bandas que la han incorporado, y la Puebla del Río la reestrenará a los pies del Cachorro, tocándola después el Viernes Santo. Por fin. Han pasado 29 años, pero el poder escucharla tras el Stmo. Cristo de la Expiración hace que todo haya merecido la pena. Es algo muy especial para mí desde el punto de vista emocional. Espero que haya vuelto para quedarse.

-¿Qué opinas de que el Cachorro, o cualquier imagen cristífera, vaya acompañada de banda de música?

Mientras que la música que se toque sea buena, y sobre todo apropiada, me da igual que sea banda de música, cornetas y tambores o agrupación musical. La música, música es. Ahora bien, no me gustaría que se perdieran las bandas de cornetas tras los pasos de Cristo ( que evidentemente es algo que no va a pasar nunca), porque si hay algo que es realmente original y genuino de Andalucía es, precisamente, este tipo de formaciones y la música que practican. Es algo que no tiene parangón en ningún otro lugar del mundo, y que debemos cuidar y fomentar. Mientras, disfrutemos al mismo tiempo de experiencias tan maravillosas como la que vivimos el pasado Sábado Santo o el próximo Viernes Santo con el Cachorro. Verlo con marchas como la suya propia de Gámez, Mater mea o Soleá dame la mano es una conjunción perfecta; lo mismo que cuando Jesús de las Penas o el Cristo de la Expiración del Museo salen con sus propias marchas. De síndrome de Stendhal, vaya.

-Algún deseo para el futuro.

En estos momentos no se me ocurre otra cosa que desear salud a todo el mundo; es lo verdaderamente importante. Pero si tengo que pedir algo, sería que cuidemos nuestra Semana Santa. No dejamos que muera de éxito, ni permitamos que caiga en manos de la banalización, porque no podemos olvidar que todo lo que la conforma y rodea es maravilloso, pero el verdadero sentido de todo es celebrar que hace 2000 años Dios se hizo hombre para redimirnos. No hagamos que se arrepienta.

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