Coronaciones: Una eclosión en 30 años

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El rito de coronación no se promulga en el Pontifical Romano hasta 1897

La primera imagen coronada en Andalucía fue la Virgen de los Reyes, en 1904

La Virgen de la Esperanza, en la Catedral, aguardando su coronación canónica.
La Virgen de la Esperanza, en la Catedral, aguardando su coronación canónica. / M. G.

De la Virgen de los Reyes a la Virgen de la Salud de San Gonzalo, un total de 24 imágenes de la Virgen han sido coronadas en Sevilla entre 1904 y 2017. De ellas, 18 son Dolorosas. La siguiente en recibir esta distinción, el 13 de octubre del próximo año, será la Virgen de la Victoria, de la Hermandad de las Cigarreras, una coronación en la que prima la calidad de la imagen por encima de cualquier otra cosa. Será ésta, con casi toda probabilidad, la última coronación que monseñor Asenjo realice en Sevilla capital. Los prácticamente dos años que dura el proceso y la cercana jubilación del prelado, hacen vislumbrar esta posibilidad. De momento, ninguna hermandad de la capital ha mostrado su intención de emprender el camino que desemboque en la coronación de su titular. No ocurre lo mismo en los pueblos de la provincia, donde es más probable que monseñor Asenjo presida alguna coronación antes de su jubilación.

En Sevilla se han coronado 18 Dolorosas, la próxima será la Virgen de la Victoria

En los últimos tiempos, con los pontificados de monseñor Amigo Vallejo y monseñor Asenjo, se han multiplicado las coronaciones canónicas en Sevilla. Pero, ¿cuándo empieza la Iglesia a coronar las imágenes de la Virgen? Luis Rueda, canónigo y prefecto de Liturgia de la Catedral de Sevilla, lo explica: "El Ritual de la Coronación de una imagen de Santa María Virgen no es un rito antiguo. Como se dice en los mismos Prenotandos, sólo en el siglo XIX fue incorporado a la Liturgia Romana en el Pontifical Romano (Prenotandos número 4 y la nota número 4). Sin embargo, sí es antiguo el reconocimiento de la realeza materna y misericordiosa de María por parte del pueblo cristiano; reconocimiento profesado de varias formas en las distintas épocas culturales y expresado en la iconografía, en el culto litúrgico y en la piedad popular".

El rito de coronación no se promulga en el Pontifical Romano hasta el año 1897. Anteriormente a esta fecha, hubo coronaciones, pero fueron bastante locales y fundamentalmente en Italia. y, ¿qué es una coronación canónica? "Es aquella bendición e imposición de la corona que se hace siguiendo las normas establecidas en el Ritual de la Coronación de una imagen de la santa María Virgen. Este ritual pertenece al Pontifical Romano (libro que contiene las celebraciones presididas por un obispo)".

Desde el año 1981, es el obispo diocesano el que manda coronar una imagen. Éste es el encargado de juzgar sobre la conveniencia de coronar una imagen y de imponer y bendecir. También puede delegar este acto un sacerdote. Antes, era la Santa Sede la que decidía sobre la idoneidad de coronar una Virgen. Existe la llamada coronación pontificia, si era el Papa quien lo mandaba directamente. "Lo podía hacer por sí mismo, algo que se ha dado pocas veces en la historia, o mediante un legado pontificio, que era lo común hasta el Ritual de 1981. También se entendía por coronación pontificia la que aprobaba el Cabildo de Canónigos de San Pedro del Vaticano. Este cabildo era habitualmente el encargado de tramitar las coronaciones".

Tres eran los requisitos que antiguamente se pedían para coronar a una imagen de la Virgen. El primero, que gozara de una amplia devoción. El segundo, que se tratara de una imagen antigua. Y el tercero, que la corona fuera de oro. Actualmente, ya no es necesaria que la talla sea antigua, la devoción y popularidad, aunque se tienen en cuenta, han pasado a un segundo plano, ya que el obispo es quien juzga sobre la idoneidad pastoral. Tampoco es necesario que la presea sea de oro, como dice el Ritual: "La diadema o corona que se ponga a una imagen ha de estar confeccionada de materia apta para manifestar la singular dignidad de la santísima Virgen; sin embargo, evítese la exagerada magnificencia y fastuosidad, así como el deslumbramiento y derroche de piedras preciosas que desdigan de la sobriedad del culto cristiano o pueda ser ofensivo a los fieles, por su bajo nivel de vida".

Si la bendición e imposición de una corona la realiza un obispo, con el tiempo puede ser elevada y convalidada por la autoridad eclesiástica como coronación canónica. Estos son los casos de la Virgen de las Mercedes de Santa Genoveva, a la que Bueno Monreal le impuso la presea en 1972 y que, en 1997, fue elevada a rango canónico por Amigo Vallejo; el de Gracia y Esperanza de San Roque fue coronada por Segura el 23 de marzo de 1947. Amigo Vallejo la elevó a coronación canónica también en 1997. También fue convalidada por Amigo Vallejo a rango canónico la imposición a la Virgen de la Caridad del Baratillo en 1969 por parte de Bueno Monreal.

El cardenal Amigo Vallejo elevó a canónicas tres coronaciones litúrgicas

Sevilla tuvo que esperar hasta 1904 para ver coronada a su primera imagen. No podía ser otra que la Virgen de los Reyes. Y tuvo que aguardar hasta 1954 cuando se corona a la primera Dolorosa, la Virgen de la Amargura, coincidiendo con el Congreso Mariano. Diez años después, la Santa Sede autorizó la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza, que ya tuvo una primera coronación litúrgica en 1913. Muchos años estuvo la Hermandad de la Macarena tras esta distinción hasta que finalmente salió adelante. Veinte años más tarde, en 1984, le llegó el turno a la Esperanza de Triana, una imposición que fue aprobada directamente por el papa Juan Pablo II.

A partir de entonces, se suceden las coronaciones con más asiduidad: Virgen de las Angustias (1988), Virgen de la Encarnación (1992), Virgen de la Estrella (1999), Virgen del Valle (2002), Virgen de los Dolores del Cerro del Águila (2002), Virgen del Rosario de Montesión (2004), Virgen de la Palma (2005), Virgen de la Esperanza de la Trinidad (2006), Virgen de la O (2007), Virgen de Regla (2010), Virgen de la Paz (2016) y Virgen de la Salud (2017). Además, están coronadas otras imágenes de gloria: Virgen de la Hiniesta, Pura y Limpia del Postigo, Mercedes de la Puerta Real, Pastora de Capuchinos, María Auxiliadora de la Trinidad y Virgen de la Antigua.

Desde la Virgen de la Estrella, el altar elegido para la celebración es el del Jubileo. Anteriormente, las ceremonias se habían realizado en el trascoro o en el altar mayor. También ha habido imágenes que se han coronado en sus barrios, como es el caso del Cerro y la O. Desde la coronación de la Paz, la norma marcada por el arzobispo es no realizar una nueva corona de oro. Casualmente, la primera imagen de Triana que contó con una presea de este material, la del Patrocinio, es la única que no está coronada en el arrabal.

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