El Consejo plantea recurrir a Protección Civil ante la falta de policías en las procesiones
Las cofradías alertan de un problema de orden público y piden una solución urgente
La falta de policías locales los fines de semana por el retraso en el pago de las horas extras por parte del Ayuntamiento preocupa y mucho al Consejo de Hermandades. El organismo cofradiero ha alertado del problema de "orden público" que se está produciendo cada vez que hay una procesión, bien sea ordinaria o extraordinaria, por la falta de agentes para regular el tráfico y atender los posibles problemas que surjan al paso de los cortejos procesionales.
El presidente del Consejo, Adolfo Arenas, aseguró ayer a este periódico que hay que buscar una solución de manera urgente y advirtió que las cofradías no van a permanecer impasibles ante la falta de policías: "Vamos a trabajar en buscar fórmulas alternativas, pero siempre contando con la autoridad competente, a la que en ningún momento queremos suplantar. Una solución podría ser recurrir a Protección Civil. Lo que queremos hacer es una reflexión seria sobre los problemas que acarrearía que la actual situación se prolongue más en el tiempo". Arenas añadió que no duda de los problemas que puedan tener los policías, al tiempo que indicó que la postura de las cofradías es firme: "Nosotros también somos uno y lo vamos a solucionar".
El dirigente cofradiero restó importancia a los problemas que se han vivido este pasado fin de semana en las procesiones de la Macarena, como que la Guardia Civil y Protección Civil tuvieran que regular el tráfico en algunos lugares, por su carácter "extraordinario", pero arguyó que tan legítimas e importantes son unas procesiones como otras: "A lo ocurrido el sábado se le puede otorgar ese calificativo, pero no queremos que esto se repita en los momentos ordinarios. La autoridad competente debe considerar esta situación".
Desde hace varios meses son principalmente las cofradías de gloria y sacramentales las que están sufriendo los mayores problemas ante la falta de policías: "La ventaja que tienen es que se suelen mover por sus barrios o por itinerarios muy acotados, por lo que no son difíciles de controlar y no provocan grandes disturbios en términos generales. Las cofradías solemos ser muy obedientes y atendemos siempre los consejos que nos dan. Lo que no podemos permitir es que se den espectáculos poco edificantes para la ciudad, el público y las propias cofradías, como la irrupción de un coche por el cortejo".
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